Madrid, 20 may (EFECOM).- El Gobierno ha exigido a la banca ahondar
en el saneamiento del ladrillo, pero algunos expertos ya lo ven
insuficiente y advierten de que el sector financiero puede poner en
jaque a toda la economía española.
La última reforma financiera aprobada por el Ejecutivo de Mariano
Rajoy ha puesto el foco en los activos inmobiliarios teóricamente sanos,
apenas tres meses desde que hiciera lo mismo con los que ya se
consideraban problemáticos.
Según explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, se trata de
disipar las dudas de los mercados sobre el riesgo de la banca española
por su exposición inmobiliaria, y por eso la reforma fue bien recibida
en un primer momento por la mayoría de analistas.
No obstante, algunos expertos advierten desde ya que es
"insuficiente" y cuestionan que el Gobierno se fije "solamente" en el
riesgo inmobiliario y haya ignorado que en una economía en recesión los
préstamos a otros sectores pueden acabar siendo igualmente
problemáticos.
La agencia Moody's defiende esta tesis y advertía en un reciente
informe de que con la debilidad económica y las altas tasas de paro, la
morosidad y las pérdidas de las carteras crediticias de la banca
española seguirán creciendo.
Y no sólo se refería al sector constructor o promotor, sino a las
pérdidas en las hipotecas a particulares, la financiación al consumo y
especialmente en los préstamos a pymes.
En la misma línea, los expertos del Royal Bank of Scotland (RBS)
alertaban de que las medidas del Gobierno "solamente" se fijaban en los
créditos al sector promotor, unos 184.000 millones, una proporción muy
pequeña si se tiene en cuenta que la cartera crediticia de la banca
española ronda los 1,7 billones.
"Si la recesión en la que se encuentra la economía se alarga, es
probable que aumente la morosidad en las hipotecas, pero también en los
préstamos a las pymes", señalaba RBS.
El servicio de estudios del banco recordaba que sólo entre enero y
marzo de 2012 se declararon en quiebra 1.958 empresas en España, frente a
la media de unas 200-250 por trimestre antes de la crisis.
Por lo tanto, el riesgo sigue siendo que las inyecciones de capital y
las nacionalizaciones que pueden hacerle falta a la banca acaben
poniendo en jaque las finanzas públicas de España.
Moody's da por hecho que el Estado tendrá que recapitalizar al sector
financiero y pronostica que ello, unido a la crisis, hará que la deuda
pública de España supere el 90 % del PIB en 2014, casi el triple que el
36 % de 2007.
En RBS no son más optimistas y temen que la banca española acabe
sufriendo la experiencia irlandesa, país que también vivió una burbuja
inmobiliaria y acabó siendo rescatado.
Para el servicio de estudios de Saxo Bank, si los bancos españoles
acaban asumiendo pérdidas en hipotecas y préstamos a pymes superiores al
20 %, como en Irlanda, el sector necesitará entre 300.000 y 380.000
millones.
Esta cantidad supone entre un 30 y un 40 % del PIB español y tres o
cuatro veces más que lo que le hizo falta en Irlanda, por lo que
igualmente el país no podría atajarlo por sí solo, según los augurios de
Saxo Bank.
Además, hay que tener en cuenta que los propios bancos españoles
tienen 231.000 millones de deuda del país, lo que convertiría la
situación en un auténtico círculo vicioso que arrastraría a toda la
economía.
Para evitar caer en esto, los expertos piden actuar con "gran
determinación" para conseguir que la prima de riesgo española se reduzca
y recomiendan que el Gobierno "se muestre firme, transmita gran
credibilidad y dé una respuesta de cómo puede estabilizar el conjunto
del sistema bancario español", resume Saxo Bank.
En cualquier caso, ninguno descarta que España tenga que recurrir al
rescate, tanto de la Unión Europea como del Fondo Monetario
Internacional. EFECOM
Fuente: Expansión.com
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