Madrid, 20 may (EFE).- El liderazgo de las tres grandes agencias de rating -Moody's, Standard & Poor's y Fitch- se encuentra amenazado en Europa, donde existe un movimiento creciente para contrarrestar las estocadas que estas firmas ejercen contra la banca y la deuda soberana.
La
disidencia europea contra el reinado de las "tres grandes", como se les
conoce en el ámbito financiero, llega con cuatro años de retraso con
respecto a EEUU, donde en 2008 se les sometió a un duro escrutinio por
su fracaso al predecir la llegada y gravedad de la crisis financiera.
Conscientes de sus errores en el pasado, las tres firmas se han
aplicado con intensidad en detectar los puntos débiles de la zona euro,
pero el resultado ha sido una cascada de notas negativas y rebajas de
rating que cada vez afecta menos a los mercados.
Esta misma semana, Moody's aplicó un recorte masivo del sector
bancario español, justo en su momento más vulnerable, cuando Europa duda
de su solvencia y trata de digerir la nacionalización de una de sus
entidades sistémicas, Bankia.
El impacto del informe de Moody's, que en otros momentos hubiera
hecho tambalearse a las Bolsas, fue nulo, dado que al día siguiente las
acciones de los bancos afectados subieron con soltura, ajenos totalmente
a los cambios en sus rating.
Algo similar ocurrió a mediados de febrero, cuando las tres grandes
coincidieron en rebajar en un mismo día la nota de la deuda soberana
española y de grandes bancos, justo horas antes de que el Tesoro
acudiera a los mercados para colocar una emisión de letras.
Contra todo pronóstico, el Tesoro Público pudo colocar la emisión con
una reducción en los tipos de interés, ajeno al golpe de las agencias.
"Los informes de las agencias ya no nos importan realmente. Los
pedimos porque los necesitamos para calificar nuestras emisiones, pero
su credibilidad está realmente entredicho", apunta un alto directivo
bancario, que prefiere permanecer en el anonimato.
La actitud de la banca española es similar a la de otros países
europeos, donde está comenzando a germinar un proyecto para arrebatarles
a las "tres grandes" su posición de privilegio.
Esta misma semana, los directivos financieros de los 20 mayores
bancos europeos, entre ellos el BBVA y Santander, se reunieron en
Fráncfort con el objetivo de diseñar una estrategia conjunta contra las
tres grandes.
El objetivo es estudiar cómo doblegar su oligopolio, que impide a
otras firmas ganar cuota de mercado y, por tanto, aumentar la
competencia. También se quiere cortar de raíz su acceso a información
privilegiada, que les da una ventaja con respecto a los nuevos
competidores.
Además, nadie oculta que existe un proyecto para crear una nueva
agencia europea de calificación que contrarreste la influencia de las
tres firmas estadounidenses, a las que se les acusa de salir en defensa
del mercado del dólar en detrimento de otros crecientes, como el del
euro.
Esta es la postura que defendió en voz alta y con claridad el
presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, cuando conoció el
pasado 27 de abril que S&P había rebajado la nota de la deuda
soberana de España.
"No me creo del todo que haya sido pura casualidad", dijo, al
percatarse de que el informe salía horas antes de que el Gobierno
español anunciara su plan a tres años para reducir el gasto público.
"Cuando un gobierno toma medidas radicales y una agencia de
calificación dice que no bastan, antes siquiera que haya dado tiempo par
que surtan efecto, esa decisión ya contiene un grado de especulación.
Es inaceptable", añadió.
Otros expertos financieros han criticado también recientemente la
falta de transparencia y de independencia de las firmas de rating, uno
de los pocos sectores financieros del mundo a los que no se exige una
autorregulación que evite que puedan causar el pánico en los mercados
con sus informes inesperados.
Esta es una de las reclamaciones que hace Santiago Carbó, catedrático
de Economía de la Universidad de Granada y un experto del sector
financiero, quien no niega el papel importante que juegan las agencias
de rating, aunque reconoce que las tres grandes han constituido un
"preocupante oligopolio" que hay que regular.
Paco G. Paz.
Fuente: elEconomista.es
Fuente: elEconomista.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario