De Portugal a Francia, pasando por Italia, la reforma del sistema levanta ampollas a lo largo de todo el continente
EFE
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EVA PASTRANA / MADRID
La generación del Baby Boom avanza veloz hacia la vejez
amenazando uno de los pilares básicos del Estado de bienestar español:
su sistema de pensiones.
En las arcas públicas ahora mismo sólo hay cuatro personas en edad de trabajar por cada pensionista. Y dentro de dos décadas, cuando los 14 millones de niños del «baby boom» entren en edad de retiro se calcula que el número de cotizantes estará casi a la par con el de jubilados.
En las arcas públicas ahora mismo sólo hay cuatro personas en edad de trabajar por cada pensionista. Y dentro de dos décadas, cuando los 14 millones de niños del «baby boom» entren en edad de retiro se calcula que el número de cotizantes estará casi a la par con el de jubilados.
Para evitar o retrasar la quiebra del sistema, el Gobierno se dispone a abordar una de las reformas más difíciles de la Democracia: regular el sistema de pensiones de
acuerdo con la esperanza de vida y otros criterios demográficos. O lo
que es lo mismo establecer los famosos factores de sostenibilidad de las
pensiones.
Estos mecanismos de ajuste automáticos recalculan la
cantidad que se debe recibir en edad de retiro de acuerdo con la
evolución de la pirámide demográfica. Eso quiere decir que si en este
preciso momento están naciendo pocos niños y dentro de 20 o 30 años,
cuando esa generación exigua sea la que debe sostener a los jubilados
del Baby Boom, la
prestación necesariamente va a tener que ir adelgazando con el paso de
los años o incluso podría desaparecer si no se hacen ajustes lo antes
posible.
Existen tres fórmulas de reajuste. En primer lugar se puede retrasar la edad de jubilación a medida que aumenta la esperanza de vida. En España por ejemplo, el Gobierno Zapatero estableció un periodo de transición que transcurriría hasta el año 2027 en el que la edad de jubilación llegaría a retrasarse hasta los 67 años.
Existen tres fórmulas de reajuste. En primer lugar se puede retrasar la edad de jubilación a medida que aumenta la esperanza de vida. En España por ejemplo, el Gobierno Zapatero estableció un periodo de transición que transcurriría hasta el año 2027 en el que la edad de jubilación llegaría a retrasarse hasta los 67 años.
En segundo lugar, existe la opción de aumentar el número de
años de cotización necesarios para acceder a una determinada
prestación, cosa que ya se hizo en España cuando se pasó de 15 a 25
años.
La tercera vía, probablemente la más dolorosa, pasa por recalcular por completo el importe de la pensión inicial.
La reforma del sistema de pensiones ha sido evitada y retrasada durante
años por sucesivos Gobiernos en España, pero fue acometida desde hace
años en otros países de Europa. De ellos, siete han introducido
mecanismos automáticos de sostenibilidad. Son Italia, Francia, Portugal,
Dinamarca, Grecia, Finlandia y los Países Bajos.
Vivir más, cobrar menos
Vivir más, cobrar menos
Retrasar la edad de jubilación a medida que aumenta la esperanza de vida es la fórmula más común en el marco comparado europeo. Es una realidad en Dinamarca, Holanda, Italia y Grecia. Ya en 2006 el Gobierno de Berlusconi acordó con la Liga norte el retraso de la edad de jubilación de los 65 a los 67 años a partir del 2013, una medida muy impopular que sacó a cerca de 250.000 italianos a la calle, según cifras del ministerio del Interior.
En Grecia el aumento de la edad de jubilación hará algo más
tarde, a partir de 2021 y de forma progresiva. En Dinamarca quedará
fijada automáticamente en los 67 años a partir del 2022, para luego ir
cambiando progresivamente según la esperanza de vida de la población a
los 60 años. En los Países Bajos se aumentará la edad de jubilación
hasta los 67 en 2025 para más tarde asociarla también a la esperanza de
vida.
Cobrar menos, trabajar más
Cobrar menos, trabajar más
París introdujo este mecanismo de ajuste en el 2009. Desde entonces los años de cotización necesarios para obtener una pensión se modificarán conforme a la esperanza de vida a los 61 años. Ahora el Gobierno de François Hollande pretende la ampliación progresiva del periodo de cotización de los 41,5 años hasta los 43. Decenas de miles de franceses participaron la semana pasada en las manifestaciones convocadas por los sindicatos en 180 ciudades de Francia en contra de la aprobación de esta medida. También Italia ha introducido este mecanismo. En Roma los años de cotización aumentan según la esperanza de vida de los italianos en últimos tres años.
Recalcular la pensión
Esta es la opción elegida por nuestros vecinos portugueses y probablemente la más drástica. Lo que se ajusta desde Lisboa es el propio importe de la pensión, multiplicándolo por un "cociente de esperanza de vida". En base a ese cociente, está previsto un recorte del 10% en las pensiones de más de 600 euros concedidas hasta 2005, que según datos del Ejecutivo luso afectaría a unas 300.000 personas.
En Finlandia también se aplica una fórmula parecida, con el
matiz de que ese cociente tiene en cuenta la esperanza de vida, pero
también la renta.
Fuente: ABC.es
Fuente: ABC.es
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