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lunes, 28 de mayo de 2012

La banca tiembla: las auditoras podrían aplicar el criterio Bankia para valorar los balances

28.05.2012 Madrid M.Romani. Siga al autor en  
El capital que necesitan los bancos españoles podría alcanzar los 60.000 millones de euros. Los saneamientos realizados por Bankia sobre las carteras no inmobiliarias arrecian dudas sobre la situación de los balances de los demás.

El nuevo equipo gestor de Bankia, capitaneado por José Ignacio Goirigolzarri, ha evidenciado una necesidad de provisiones adicionales para el grupo de 19.000 millones. De ellos, 5.500 millones irán a cubrir las carteras crediticias no inmobiliarias: 3.300 millones para los préstamos a empresas y 2.200 millones para los créditos a las familias. La cobertura de estas carteras llegará al 6,8% y al 3%, respectivamente.

Bankia cubrirá estas necesidades gracias al Estado, que le inyectará capital, con toda probabilidad, bajo la forma de deuda pública. Pero la pregunta que surge ahora es “¿qué harán los demás?

En el sector ha empezado a tomar forma la idea de que las auditoras externas que, en mes y medio, tendrán que realizar el análisis de los balances de los bancos españoles utilizarán el mismo criterio que se ha aplicado para los saneamientos de Bankia. Es decir, que se les obligará a incrementar las provisiones también para los créditos que nada tienen a que ver con el ladrillo.

"Lo que prevemos es que el mercado ahora va a pedir a todos lo mismo que Bankia. No es justo, entre otras cosas porque no todos tenemos la misma cartera. Cuando Bankia crecía en créditos al 40%, algunos lo hacíamos al 205 y esto algo significa", se quejan desde un banco cotizado. Añaden que ahora el resto de entidades tiene que esforzarse para que el mercado discrimine y no trate a todos por igual.

Los analistas de Renta 4 también avisan de que el plan de Bankia establece unos niveles de cobertura del crédito inmobiliario "que podría servir de punto de referencia para el resto de entidades o para las valoraciones por parte de los expertos independientes, añadiendo mayor presión al resto del sector".

En un informe dado a conocer hoy, los analistas de Nomura estiman en un rango de entre 50.000 y 60.000 millones las necesidades adicionales de capital que tendrá que soportar el sector para hacer frente a estos nuevos saneamientos. En concreto, el banco japonés afirma que unos 19.000 millones serán para la banca mediana cotizada y el resto para los bancos que han sido nacionalizado (es decir, CatalunyaBanc; NovaGalicia Banco y Banco de Valencia).

Según Nomura, sólo los dos grandes, Santander y BBVA, se salvarán y no necesitarán más capital.

A su vez, Morgan Stanley mantiene en un rango de entre 45.000 y 55.000 millones su estimación sobre cuánto capital adicional necesita la banca española. Sin embargo, matiza que la puesta a valor de mercado de las participaciones industriales y la revisión de los activos fiscales contabilizados en balance pueden elevar esta cifra. Bankia ha realizado ambas operaciones para la limpieza de su balance, lo que le ha provocado pérdidas adicionales de 3.900 millones y 2.700 millones, respectivamente.

Morgan Stanley afirma que, en este escenario, el coste total para el FROB puede alcanzar los 80.000 millones.

Las carteras sanas

El temor principal de los bancos es que se les obligue a elevar las provisiones sobre las carteras sanas. Especialmente, las hipotecas a particulares que, según el sector, no representan un peligro, por su baja morosidad y por el tipo de mercado hipotecario que hay en España.

Entre los inversores extranjeros, sin embargo, sí hay duda sobre si las hipotecas aguantarán con su reducida morosidad en un escenario de recesión y paro. Incluso Moody’s la semana pasada indicó que estos préstamos pueden ser una nueva fuente de problemas.

Bankia ha decidido elevar la cobertura de estos préstamos, así como de los créditos a pymes. Además, como subraya un análisis que ha publicado hoy Inverseguros, no ha hecho públicos los criterios de estrés bajo los cuales ha establecido los nuevos niveles de saneamiento. Si Oliver Wyman y Roland Berger coinciden con este criterio, el resto de la banca tendrá que prepararse a una nueva avalancha de provisiones.

Algo que en el sector consideran muy equivocado. "La situación de Bankia no es extrapolable a lo que ocurre en el resto de las entidades", zanja una fuente y añade que cuando se rescata un banco que ya está quebrado el dinero que se le tiene que dar es mucho mayor al que hace falta para ayudar a alguien con dificultades. "Bankia había superado ya el punto de no retorno. En estos casos, se necesita mucho dinero, para volver a empezar a trabajar, para la reestructuración y para dar tranquilidad", apunta otro directivo del sector.
Fuente: Expansión.com

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