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martes, 25 de octubre de 2011

El trigo y la cizaña: un enfoque de la crisis generacional española

 
BIOGRAFÍA

Luis Riestra es Economista y MBA, ha desempeñado su actividad profesional en sectores como el de Gas y Petróleo, Automotriz, Distribución, Financiero y en la Investigación Económica. Es una apasionado de la función social de la empresa y de la contribución del Comercio y la Industria al Progreso Social, algo que le hace particularmente combativo cuando cree que se han establecido mitos de gestión pública y privada que van contra las virtudes económicas, la viabilidad empresarial o el bienestar y el patrimonio de las familias.

Luis Riestra.-  25/10/2011
Hace pocos meses me llegó el cuestionamiento sobre si había alguna relación entre los estudios generacionales de Howe y Strauss y la conocida parábola del Nuevo Testamento, y he creído de interés compartirla con ustedes ante la proximidad electoral. ¿Raro? No tanto, pues algo hay de cierto en que, mientras “dormíamos”, personajes infames de nuestra vida pública se han dedicado a sembrar cizaña -en ello siguen- y hoy afrontamos un cambio de ‘era’ bajo una crisis sistémica y demográfica gravísima.

Como todo lo escrito en la Biblia, la parábola del Trigo y la Cizaña (conviene ver este enlace) tiene gran interés; en ella creo encontrarán, con su prohibición de arrancar la cizaña, mucho más que un alegato contra la pena de muerte entre los hombres. Por casualidades de la Historia, este pasaje, fuente de sabiduría popular y por la relación que con lo sobrenatural tiene para los creyentes (ver Ef. 6:12, Ef.5, etc.), ha venido a tener una curiosa coincidencia mundana. Más allá de la polémica de las traducciones bíblicas (una traducción a lenguaje “actual”), para quienes estudiamos nuestra realidad desde una perspectiva de largo plazo, hay algo que de inmediato llama nuestra atención: el uso por Reyna-Valera de la palabra siglo.

El ‘Siglo’ según Reina Valera:

¿Qué llevó a Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, eruditos del XVI, a jugarse el cuello utilizando el término “siglo”, cuando es del todo evidente que no se cumple en su sentido literal? No lo sabemos, pero yo me aventuraría a pensar que en aquel tiempo, en pleno Renacimiento, con la añoranza del Orden Clásico, Reina y Valera pudieron entender el término griego Eon como el fenómeno al que los romanos llamaron Saeculum, con unos 90 años de duración y un concepto básico en la concepción política de los Padres Fundadores de Estados Unidos y en sus políticos mejor formados.

El ‘Siglo’ según Howe y Strauss:

Estos autores estudian la historia de los Estados Unidos desde 1584 e identifican sus Saecula (plural de Saeculum) como ciclos largos compuestos de cuatro fases: despegue, despertar, desmadejamiento y crisis, y cuatro generaciones que responden a los siguientes arquetipos: profeta, nómada, heroica y artista; los Saecula americanos han tenidos todos un final violento y afortunado, como la parábola en cuestión. En el caso español les hice una aproximación en el artículo sobre Economía Generacional Española. Tanto España como Estados Unidos están en su fase de crisis y sus elecciones son críticas en términos históricos.

El fenómeno cíclico parece seguir esta pauta: la generación profeta, una vez convertida en Establishment, lleva al Sistema a sus límites y, o bien cede el testigo, o bien comparte, o bien pierde el poder, sea pacífica o violentamente, a manos de la generación nómada, también conocidos como arregla cosas. Los nómadas crean la estructura de un nuevo orden cívico (no necesariamente constitucional). La participación en el cambio de la generación heroica, patriotas bienintencionados y fácilmente manipulables, suele ser primero como carne de cañón y luego como continuadores del nuevo orden cívico; les sigue la generación artista, que digamos le toca adornar ese nuevo edificio, hasta que llega al poder una nueva generación profeta que lo pone en Crisis generándose otro ciclo.

Crisis y manipulación

Es una constante que estas crisis son pasto abonado para que mentes incautas en terribles trances personales caigan en las redes de delincuentes de la política; manipuladores de todo tipo y supuestos “gurús” revolucionarios y “médiums” políticos de las ideas más peregrinas y soluciones mágicas, normalmente al servicio de intereses ajenos a los del Pueblo, que intentan asaltar el Poder. No crean que es una exageración, la Política también es víctima constante de bandoleros ideológicos y de ello les dejo un enlace por si quieren ver un ejemplo mayor: místicos socialistas, gurús políticos e infiltración soviética en los gobiernos de Roosevelt.
Es una constante que estas crisis son pasto abonado para que mentes incautas en terribles trances personales caigan en las redes de delincuentes de la política
 Seguro que a todos nos parece muy bien que podamos creer, expresarnos y vivir nuestras ideas libremente dentro de la ley; en eso, incluso de quienes estoy más distante, me tendrán de su lado y en el mejor espíritu fraterno, encantado de reunirnos a filosofar y especular las ideas de cada uno, pero cuando ese Bien Político sirve de cortina al engaño, a una manipulación al servicio de intereses ajenos, cuando no contrarios, a los de los españoles y se nos quiere hurtar el futuro, hemos de denunciarlo decididamente.
Dos casos de cambio de “Siglo” y comienzo del nuestro

Los cambios de Saecula (“siglos”, “eras”) no tienen por qué ser sangrientos y ciertamente, incluso si son perjudiciales, pueden ser comparativamente pacíficos, como los casos de Rusia y Turquía, que suelen cambiar de “Era” o Saeculum antes. Los primeros, en un pragmatismo inusitado pero lógico por su riesgo de disolución, desde su tradición griega y Cultura Continental, han optado por una especie de diarquía muy a la espartana. Los segundos se han lanzado a laminar, a la chita callando, con sorprendente, metódica y calculada paciencia, el orden cívico del Saeculum Kemalista que, me temo, fue lo más parecido que conocerán a un orden de libertades. Esperemos, por el bien de Occidente y aunque tal vez no nos lo merezcamos, que esos cambios no nos perjudiquen gravemente.

En España partimos mal situados (uno de tantos casos cotidianos) y la muestra más evidente de esto es la descarada manipulación del Movimiento 15M. A semejanza de la Venezuela pre-Chávez, desde la Universidad, esa institución que no ha ofrecido ninguna solución relevante a nuestros problemas, más bien al contrario, y desde el entorno de la izquierda radical e IU, una generación de académicos profetas, saltándose la generación nómada que, lógicamente, ya no les pasan una más de sus ocurrencias, han acudido a la generación heroica española con la clara intención de subvertir el más elemental orden democrático. Se les ve a leguas.

Elecciones y agentes del cambio

Por la izquierda, tras el trabajo de destrucción y siembra de cizaña, en el país y en sus respectivos partidos, por el clan de Zapatero, con su alianza con los peores sindicatos de Europa, han demostrado que son un verdadero error histórico y que no son opción. El resto de este segmento del espectro político (¿socialdemócratas?), en su actual situación, tampoco es solución a nuestra crisis; aparte de ser casi tan caóticos como los zapateristas, tampoco se sabe a qué intereses sirven, pero desde luego no a los de todos los españoles. A ambos grupos ya casi solo les une sus conveniencias materiales personales y la rentabilidad que puedan sacar del activo político que les da la campaña electoral de ETA. Permítanme decirlo: al PSOE, como al anti-democrático bloque constitucional, no les voten; es evidente que tienen el claro y decidido propósito de impedir el futuro buen gobierno de los españoles.

En cuanto a los nacionalistas, solo se explica su existencia en unos pueblos tan antiguos como los españoles, con un proyecto común que es una constante milenaria y un Bien superior que trasciende nuestras fronteras, porque a diferencia del resto del mundo, en el período de dictadura nacionalista que padecimos fuimos privados de una evidencia política global: el nacionalismo está en los orígenes de dos guerras mundiales y como fábrica de odio es cizaña pura. De todos ellos, que partidos y personas que se suponen cristiano-demócratas, corriente en la que participé y en la que tengo relaciones muy próximas responsables de formación de directivos para la Fundación Adenauer, me resulta inexplicable éticamente una trayectoria tan dilatada de colaboración con el Mal Político, tanto del PNV como de UDC; lógicamente, y a Dios gracias, ya no cuentan para nada en el ala Merkel ni en El Pacto Andino II de la CDU. Como el caso anterior, permítanme decirlo: a la cizaña no se la vota.

En esto de sembrar cizaña casi nadie se salva, aunque parece que el PP, en especial Mariano Rajoy, ha estado más contenido y desde el centro derecha es la única alternativa que parece que realmente defiende el interés común de los españoles; la tentación nacionalista les llevaría al desastre electoral, ya que en este área no es rentable sembrar cizaña, afortunadamente. En estos momentos no tienen una perspectiva generacional adecuada, pero esto es normal en nuestro panorama político; esperemos que lo corrijan, pues esta Crisis no da segundas oportunidades.

Para los demócratas de centro-izquierda pienso que solo UPyD-Ciudadanos defiende el interés general de los españoles, sean del territorio que sean. Son, junto con el PP, los únicos que no generan dudas graves y definitivas sobre sus intenciones y consiguen que pasemos del escrutinio ético al programático. Claramente, sería el tercer partido si el PSOE no se re-funda o si el PP no está a la altura histórica del cambio que transitaremos ineludiblemente, con sus amplias mayorías reformistas, y pueden ser claves en evitar que éste ocurra con la violencia a la que quieren empujarnos los descartados más arriba. Como con todos los políticos, en este tránsito, habrá que estar muy despiertos. Así lo veo.
Fuente: El Confidencial

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