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lunes, 29 de agosto de 2011

Mirense al espejo

EL INTERMITENTE JOSÉ ANTONIO INFANTE

 
29/ago/11 01:09
EN EL SEGUNDO país más habitado del mundo, en la tercera potencia de Asia, tras China y Japón, se ha armado la de San Quintín -enfrentamiento armado en el que el día de San Lorenzo de 1557, en las cercanías de esa ciudad se libró una gran batalla con las tropas francesas que acudían a salvarla y que acabó con una aplastante victoria española- con la detención y posterior huelga de hambre del activista indio, luchador social y anticorrupción, que se llama como una antigua novia mía, Anna -hermano mayor en hindi-.

El New York Times asimilaba la revuelta que ha provocado el veterano militar de 74 años como una nueva fase de la primavera árabe o del movimiento 15-M. La verdad es que India está que arde con los procesos actuales que han salpicado a políticos de alto rango, como el del ministro de Telecomunicaciones, juzgado por estafa de 30.000 millones de euros; se calcula que la corrupción puede haber costado unos 240.000 millones de euros en los últimos diez años. No se andan con chiquitas, y cuando meten mano en la lata del gofio la meten hasta el fondo.

Tras abandonar la celda en la que estuvo recluido, Anna Hazare reiteró su ayuno por tiempo indefinido en demanda de un Lokpal (oficina anticorrupción) autónomo y de vasto alcance. "No vamos a retirarnos de este lugar hasta que el Gobierno apruebe una fuerte ley contra la corrupción", dijo en medio de una cascada de confetis, aplausos y consignas en respaldo a su batallar por el saneamiento de la administración pública y de las instituciones estatales. Considerado un seguidor de las doctrinas de Mohandas Gandhi, hizo un especial llamamiento a los miles de niños y jóvenes que, con uniformes escolares y la bandera india pintada en los rostros, abarrotaban el Ramlila Ground. "El poder de la juventud es el poder de la nación, esté aquí o no Anna Hazare. Ustedes son los responsables de que la antorcha de la revolución permanezca siempre encendida". En varias ocasiones Hazare ha calificado la cruzada contra la corrupción como "una batalla por la segunda independencia".

"Nuestra sociedad no va a avanzar hasta que arremetamos todos juntos contra la inmoralidad, los fraudes y las estafas, que hacen cada vez más ricos a los ricos y más pobres a los pobres".

Según analistas y representantes de la sociedad civil, la corrupción imperante en las altas esferas del Gobierno es el principal impedimento de la India hacia la meta de convertirse en una de las primeras potencias económicas mundiales. "Somos una tierra con muchos recursos, pero más de la tercera parte de los 1.210 millones de nuestros compatriotas viven por debajo del umbral de la pobreza y alrededor del 40% no sabe leer ni escribir. Eso y otros males como la corrupción tienen frenado a nuestro país". Su decisión de declararse en huelga de hambre por ese motivo, y su encarcelamiento, generó una ola espontánea de manifestaciones a lo largo y ancho del Estado, hasta el punto que unas horas después de su detención los focos de protesta se calcularon en un millón.

Y es que la lucha contra la corrupción es un pulso perpetuo. Para mí, en Canarias también vale el dicho gallego de "non credo en las bruxas, pero haberlas haylas", porque como aseguraban algunos doctores de la Iglesia tales como san Buenaventura y santo Tomás de Aquino es posible el encuentro carnal entre humanos -ellos decían mujeres- y demonios.

Desde arriba y desde abajo, desde la plebe entre la que me encuentro y desde el poder honesto, tenemos que desmontar cualquier atisbo o posibilidad de amaño interesado, de desvío culpable, de aprovechamiento escondido, de manga o de enchufismo, que, repito, se da aquí y en la Conchinchina, en tiempos actuales ya no bajo la forma de vuelos en escoba o copulando con demonios (en forma de íncubos y súcubos), sino en los exteriores, suburbios o recovecos de las contabilidades públicas mejor apañadas.

Aunque creo que la mayoría de gestores y políticos son honrados, hay casos también en estas islas que se someten a la justicia, ya lo saben ustedes. No me voy a hacer eco de ninguno en especial, porque los que más asco merecen son los que no han salido y probablemente nunca salgan a la luz. Como en el monumento al soldado desconocido, quiero levantar por lo menos una columna de desprecio al corrupto desconocido.
infburg@yahoo.es
Fuente:  EL DIA.ES

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