Las facturas impagadas a compañías suben este verano dos puntos y representan el 6 % de las operaciones comerciales
JOSÉ LUIS ZARAGOZÁ VALENCIA Los nuevos escenarios económicos que pintan los mercados tras las hecatombes bursátiles de las últimas semanas, por temor a una nueva recesión, afectan de lleno a las maltrechas cuentas públicas de los Estados tan preocupados por impulsar planes de recortes del déficit público. Ese continuo saldo rojo en sus balances genera un impacto directo sobre la economía familiar y las empresas privadas, cuyo 40 % ve amenazada su superveniencia en España por los retrasos de los pagos, según constata el informe presentado por Intrum Justitia, multinacional sueca y líder en el mercado europeo dedicada a la gestión de créditos y cobros. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Comunitat Valenciana cuenta con 348.955 compañías -en su mayoría pymes- por lo que unas 139.200 no tiene claro que puedan mantenerse en el mercado en los próximos años.
El diagnóstico realizado por el portavoz de la Plataforma multisectorial contra la Morosidad Pedro Torres es contundente. En declaraciones a Levante-EMV, asegura que a lo largo de este verano la morosidad ha vuelto a repuntar y los impagados de empresas y familiar ya se sitúan en el 6 % de las operaciones comerciales totales, un porcentaje que resulta superior en negocios relacionados con la construcción o la distribución comercial.
Incumplimiento
"Esta situación -según el director general de Intrum Justitia, Luis Salvaterra- hace evidente la necesidad de que el Gobierno español haga cumplir cuanto antes los plazos de pago que figuran en la Ley, e incluso si fuese posible sin esperar hasta 2013, cuando termina el periodo de transición de los mismos. Pagar a tiempo supone reactivar el motor de las empresas, la liquidez, algo que se hace cada vez más necesario, especialmente para las pymes". Si la administración pública, empresas y consumidores pagasen todas sus facturas equivaldría a una inyección para la economía española de 28.630 millones de euros. Además, el segundo aspecto que más preocupa a las empresas como consecuencia de los retrasos en los pagos y los impagos es la pérdida de beneficios, algo que esperan para este año el 62% de las empresas, un porcentaje que se ha incrementado un 17% respecto a 2010. El tejido empresarial de toda Europa ha visto resentido su crecimiento; de hecho, las empresas de ninguno de los 25 países analizados han experimentado un crecimiento orgánico por la recesión.
Contrastan las situaciones de países como Grecia y Suecia. Así en Grecia, el 67% de las empresas no han crecido e incluso han reducido sus ventas un 70%. Sin embargo, en Suecia, aunque sin datos positivos, el 21% de las empresas no han crecido y sus ventas han disminuido un 42%. España se encuentra ligeramente por encima de la media europea que se sitúa en el 45%. Así, el 46% de las empresas españolas no han crecido, han reducido sus ventas un 65% y han invertido en innovación un 44% menos.
Fuente: levante-emv.com
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