Fútbol / LIGA BBVA
Los blancos destrozan a un Zaragoza con un juego muy superior en físico, intensidad y, sobre todo, talento
Día 28/08/2011 - 22.43h
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AP Marcelo celebra un tanto |
Zaragoza
0
Real Madrid
6
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Amenaza bostezo. Y lo malo es que es va a ser bostezo tras bostezo. Debería haber dos Ligas. La del Madrid contra el Barcelona y la del resto, que no están al nivel. Ni que decir tiene que el Zaragoza tampoco, por mucho fondo de inversión que tenga detrás. En el arranque y durante todo el primer tiempo no le dio para nada que no fuera recular y echarse para atrás.. [Narración y estadísticas]
No era el Madrid, era Irene la que le cayó a los zaragocistgas, más lentos, más fuera de forma, con menos intensididad y, sobre todo, mucho menos talento. Por ejemplo, no tienen a Ozil, que parece que no está y de pronto te monta un guirigay desde su aspecto tímido y silencioso. Circulan Xabi Alonso y Coentrao, con mucho criterio además, y de pronto aparece el turco alemán entre líneas, le salen al paspaso y antes de que lleguen a tocarle ya ha dado siete pases mortales. Sus estocadas en pleno corazón aragonés fueron letales siempre y si el Zaragoza no sacó la mortaja antes de tiempo fue porque Roberto es un porterazo. Tanto que dicen que fue el propio Cristiano el que se lo recomendó a Mendes y este al Benfica, que hzio caso porque el tal Mendes manda un poco en Portugal. La recomendación de Ronaldo llegó hace dos añoz después de un partidazo del portero justo ante el Madrid.
En Zaragoza hizo otro gran encuentro pero no pudo evitar lo inevitable cuando Ozil agarró el balón solo de marca y sin un contrario a menos de un metros. Metió un pase al hueco de genio y Cristiano ya no perdonó más. Luego, otro chaparrón más con el Zaragoza observando con la baba caída y el Madrid tocando y tocando. En una excepcional jugada colectiva el Madrid marcó el segundo por medio de Marcelo y aquello se convirtió en un correcalles donde al Zaragoa le pudo caer el diluvio universal. Algunos minutos de relajación y disparos tímidos del equipo maño fue todo lo que permitió el Madrid mientras que el animador local, como si de una feria se tratase, intentaba levantar el alicaído ánimo de los suyos, que ni siquiera podían invocar al tan manido recurso de que es el árbitro...
Funcionaron muy pocas cosas en el Zaragoza en la primera mitad. La rapidez de Uche, siempre inquietante dentro de lo poco que se le ofreció y algún detalle de Barrera. El resto fue correr detrás del balón con mínimas esperanzas de entrar en contacto con él. Ya solo con el gran Xabi Alonso, que está en un estado de forma excepcional, hubiese bastado para dominar el juego, elegancia aquí, porte allá, donaire en todo lo que hace, pero esta vez contó además con el apoyo de Coentrao, que es más jugador de lo que insinúa el Coientrau con hielo con el que le denominan los narradores. El luso va y viene, entra y sale, y controla mucho el juego, el tempo del partido y los movimientos que requiere cada jugada.
El partido fue de ambos y de Ozil, que marcó la diferencia. El Zaragoza no pudo con ellos en ningún momento ni en ninguna parcela del terreno de juego.
Sin posible respuesta
En la continuación el Madrid respiró y con él el Zaragoza, que tuvo alguna oportunidad, pero menos que el Madrid, que con poco hacía todo. Cristiano, Di María y Benzema la tuvieron mientras que los maños buscaban honra cerca de Casillas. Pero el partido era negro, negrísimo, el del color de la camiseta madridista, que se comió todo lo blanco del Zaragoza.
El partido quedó para el taconcito de los madridistas, que hicieron una exhibición. La masacre fue total. Marcó Xabi Alonso un golazo y luego Cristiano remató la faena.
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