- Las entidades que apoyaron al Gobierno en el proceso de constitución de la Sareb se posicionan para lograr un papel preferente en la venta de acciones en manos del Gobierno.
- El interés de la banca por la operación es máximo, sobre todo si se tiene en cuenta que dos de las salidas a bolsas que estaban más maduras pueden quedarse en el camino.
BFA-Bankia supera objetivos
y gana 818 millones en 2013
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Enrique Utrera
El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, aprovechó el pasado jueves la presentación los resultados de 2013 para mandar un mensaje de lo más elocuente: “Estaríamos dispuestos a colocarla -en referencia a Bankia- en el mercado”. Y cuando fue cuestionado por su presunto interés en adquirir la entidad, recordó que el favor político de participar en la salida a bolsa del banco en 2011 le salió muy caro, en referencia al desplome que sufrió en el parqué el banco participado por Caja Madrid y Bancaja.
Otro favor, el de la entrada en el banco malo, tampoco le saldrá gratis a la entidad cántabra, que es su primer accionista privado, ni al resto de inversores. Botín lanzó un mensaje a navegantes el pasado jueves cuando aseguró que no descarta tener que acudir a una ampliación de capital de la Sareb, institución cuya creación nunca apoyó y en cuyo capital entró tras el llamamiento del ministro De Guindos, que consideraba el banco malo como una cuestión de Estado.
Los expertos creen que el aumento de capital será inevitable para garantizar la viabilidad de la entidad, que ha asumido los activos tóxicos inmobiliarios de la banca nacionalizada y que ha cumplido con los objetivos previstos para 2013 en el último minuto. Los mayores banqueros del Reino quieren un compensación, y no se atisba en el horizonte ninguna mejor que ponerse a la cabeza de la colocación de títulos de Bankia, cuyo primer tramo podría producirse en las próximas semanas si el mercado lo permite.
La que puede ser la mayor operación del año ha ganado muchos enteros después de la cotización de Bankia superara a mediados de enero los 1,35 euros -ahora cotiza un poco por debajo, en 1,28- a los que el Estado entró en el capital del banco que preside José Ignacio Gorigolzarri. El Gobierno ya trabaja en la búsqueda del asesor de la operación. Con la quizá inminente vuelta de una parte de las acciones a manos privadas, también Ángel Ron, presidente de Banco Popular, ha querido posicionarse. Y lo ha hecho en la misma línea de Botín: “No está en el radar de nuestras preocupaciones -respecto a un posible compra- pero veríamos con agrado participar como entidad colocadora”.
Además de Santander y Popular, Caixabank y Banco Sabadell también tiene participaciones significativas en la Sareb, donde el capital privado controla el 55% de las acciones. El otro 45% está en manos del Estado a través del Frob. La única gran ausencia entre los banco españoles es la de BBVA. El grupo que preside Francisco González desairó a De Guindos con un no rotundo a participar en el capital del banco malo. Una negativa que puede dejar al segundo banco español fuera del proceso de colocación de acciones de Bankia.
La de hace algo más de un año no fue la primera vez que González desafiaba las directrices del Gobierno. En ese otro asunto de Estado -en palabras de la entonces ministra de Economía, Elena Salgado- que fue la salida a bolsa de Bankia, BBVA no puso un solo euro sobre la mesa. Una decisión que le han agradecido sus accionistas, que han visto como torres tan altas como Santander, Caixabank, Juan Miguel Villar Mir, El Corte Inglés, Juan Abelló o Alicia Koplowitz pagaron la aventura con grandes números rojos.
Mientras, el Estado ya está sondeando el mercado para elegir el momento en el que empezará a enajenar una parte de su participación del 68,4% en Bankia. Podría desprenderse inicialmente de un paquete de alrededor del 20% de las acciones, lo que a los precios actuales supone unos 3.000 millones de euros. Bankia ha recibido 22.424 millones de euros de dinero público, de los que 17.959 millones proceden de la ayuda europea para sanear el sector.
El interés de la banca por la operación es máximo, sobre todo si se tiene en cuenta que dos de las salidas a bolsas que estaban más maduras pueden quedarse en el camino. La del gestor de aeropuertos AENA sigue varada a la espera de que se resuelva el marco legal y la de la operadora ONO dependerá de que el grupo sea vendido directamente a un tercero. Vodafone ha sonado con fuerza en las últimas semanas.
Fuente: lainformacion.com
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