ABC / Publicado por EntornoInteligente.com
El mercado inmobiliario londinense es un territorio de vértigo . El futbolista David Beckham y su mujer Victoria acaban de comprar una mansión de 48 millones de euros en el centro de Londres. Está equipada con peluquería y habitación del pánico, entre otros caprichos. Según los datos del sector, los precios en Londres están ya por encima de los niveles pre−crisis de 2007 . En el conjunto del Reino Unido, el precio medio de la vivienda subió en 2013 un 5,5%, y el Gobierno prevé incrementos del 5,2% este año y del 7,2% en 2015. Cifras que llevan a algunos expertos a acusar al Ejecutivo que lidera David Cameron de querer sacar al país de la crisis a base de ladrillo e hipotecas baratas.
La fórmula produce escalofríos desde la perspectiva española, donde la construcción llegó a suponer el 12% del PIB. En Gran Bretaña, supone solo el 6%. Pero se ha desatado un fuerte debate sobre el riesgo de surgimiento de una burbuja inmobiliaria que dé al traste con la salida de la crisis. Los indicios de exuberancia en el mercado son numerosos. El número de agentes inmobiliarios es ya de 560.000 profesionales, la cifra más alta desde que se estableció el registro en 1978. Y l as acciones de las promotoras inmobiliarias que cotizan en bolsa han subido un 50−60% el pasado año. El núcleo caliente del mercado es Londres . Concentra el 40% del valor inmobiliario del país , y ha abierto una creciente brecha de precios con el resto del país. Tras crecer desde el año 2009 más de un 12% anual, los precios de las casas en la capital crecieron el año pasado un 6,9%.
En el centro, una vivienda de dos habitaciones cuesta en torno a 1,5 millones de euros . Y, en el segmento "premium" de los barrios más selectos, los precios son ya un 20% más caros que los de 2007 . Solo en Mayfair hay en estos momentos en construcción más de 200 viviendas con un valor medio superior a los 25 millones. Para muchos, se trataría de una curva ascendente que no tiene techo porque considerarlo una inversión imbatible para el capital asiático, ruso y de Oriente Medio, ávido de expandirse en refugios seguros. "Si Londres continúa creciendo como ciudad global y no se incrementa la oferta, los precios seguirán subiendo", explicaba Liam Bailey, responsable de análisis de la inmobiliaria Knigt Frank.
De hecho, un estudio del Centre for Economics and Business Research calcula que el precio de la vivienda en Reino Unido crecerá un 25% en los próximos cinco añ os. En Londres, el precio medio pasará de 475.000 euros hoy a 685.000 en 2018. Para los optimistas, no hay límite. Además, el ritmo de construcción de viviendas nuevas, con unas 142.000 previstas este año, es todavía inferior a las 200.000 que requiere la demanda existente, según el parlamento británico. Pero otros encienden las señales de alarma.
"Hay claramente una burbuja en ese sector del mercado", explicaba recientemente al "Sunday Times" Daniel Austin, de la financiera Capital A. El interés de los compradores extranjeros que copan el mercado en barrios como Kensington y Chelsea, Knightsbride y Belgravia se debe en gran parte a la debilidad actual de la libra y a los bajos tipos de interés, un escenario que podría cambiar si el Banco de Inglaterra baja el pistón del alivio cuantitativo. Además, acusan al Gobierno de estar generando una burbuja inflacionista con los mecanismos de apoyo a la adquisición de primera vivienda puestos en marcha en los dos últimos años , que han multiplicado las solicitudes de préstamos hipotecarios.
La mayor amenaza la sitúan en el segmento de viviendas de más de dos millones de libras. "Existe un riesgo serio en el futuro de exceso de oferta en ciertos segmentos del mercado premium del centro de Londres", advierte Nick Candy, dueño de una de las inmobiliarias más selectas, a "The Times". Y son muchos los que acusan al Gobierno de disuadir a los compradores extranjeros que sostienen el mercado con nuevos impuestos. En marzo, el impuesto a la adquisición de bienes inmuebles subió al 7% en casas de más de dos millones (15% cuando la vivienda se inscribe a nombre de una sociedad offshore).
El mes pasado, el ministro de Finanzas, George Osborne, anunció además un nuevo impuesto anual sobre rendimientos del capital inmobiliario a partir de abril de 2015 del 1% en propiedades de más de dos millones, fruto de la presión de sus socios liberales. Ahora, cualquier fluctuación sustancial en el valor de la libra, alzas de los tipos de interés o cambios adicionales en el marco fiscal podrían terminar de enturbiar el tradicional refugio inmobiliario inglés, con consecuencias impredecibles.
En el centro, una vivienda de dos habitaciones cuesta en torno a 1,5 millones de euros . Y, en el segmento "premium" de los barrios más selectos, los precios son ya un 20% más caros que los de 2007 . Solo en Mayfair hay en estos momentos en construcción más de 200 viviendas con un valor medio superior a los 25 millones. Para muchos, se trataría de una curva ascendente que no tiene techo porque considerarlo una inversión imbatible para el capital asiático, ruso y de Oriente Medio, ávido de expandirse en refugios seguros. "Si Londres continúa creciendo como ciudad global y no se incrementa la oferta, los precios seguirán subiendo", explicaba Liam Bailey, responsable de análisis de la inmobiliaria Knigt Frank.
De hecho, un estudio del Centre for Economics and Business Research calcula que el precio de la vivienda en Reino Unido crecerá un 25% en los próximos cinco añ os. En Londres, el precio medio pasará de 475.000 euros hoy a 685.000 en 2018. Para los optimistas, no hay límite. Además, el ritmo de construcción de viviendas nuevas, con unas 142.000 previstas este año, es todavía inferior a las 200.000 que requiere la demanda existente, según el parlamento británico. Pero otros encienden las señales de alarma.
"Hay claramente una burbuja en ese sector del mercado", explicaba recientemente al "Sunday Times" Daniel Austin, de la financiera Capital A. El interés de los compradores extranjeros que copan el mercado en barrios como Kensington y Chelsea, Knightsbride y Belgravia se debe en gran parte a la debilidad actual de la libra y a los bajos tipos de interés, un escenario que podría cambiar si el Banco de Inglaterra baja el pistón del alivio cuantitativo. Además, acusan al Gobierno de estar generando una burbuja inflacionista con los mecanismos de apoyo a la adquisición de primera vivienda puestos en marcha en los dos últimos años , que han multiplicado las solicitudes de préstamos hipotecarios.
La mayor amenaza la sitúan en el segmento de viviendas de más de dos millones de libras. "Existe un riesgo serio en el futuro de exceso de oferta en ciertos segmentos del mercado premium del centro de Londres", advierte Nick Candy, dueño de una de las inmobiliarias más selectas, a "The Times". Y son muchos los que acusan al Gobierno de disuadir a los compradores extranjeros que sostienen el mercado con nuevos impuestos. En marzo, el impuesto a la adquisición de bienes inmuebles subió al 7% en casas de más de dos millones (15% cuando la vivienda se inscribe a nombre de una sociedad offshore).
El mes pasado, el ministro de Finanzas, George Osborne, anunció además un nuevo impuesto anual sobre rendimientos del capital inmobiliario a partir de abril de 2015 del 1% en propiedades de más de dos millones, fruto de la presión de sus socios liberales. Ahora, cualquier fluctuación sustancial en el valor de la libra, alzas de los tipos de interés o cambios adicionales en el marco fiscal podrían terminar de enturbiar el tradicional refugio inmobiliario inglés, con consecuencias impredecibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario