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sábado, 24 de noviembre de 2012

¿Cómo se desahucia a una familia en el país más rico de toda Europa?

María Torrens Tillack
viernes, 23/11/12 - 06:00
  • La mayoría de los desahucios alemanes se producen en viviendas de alquiler, cuyos precios no dejan de subir desde 2010.
  • Los desahucios han descendido desde 2007 en la locomotora de Europa, inmersa en un 'boom' inmobiliario.
La plataforma contra los desahucios alemana intenta evitar desalojos de viviendas en alquiler  -Foto: Cedida por Zwangsräumungen Bündnis

“En Berlín los desalojos afectan, al contrario que en España, cada vez más a viviendas de alquiler, cuando los inquilinos ya no pueden pagar”, comenta David Schuster, un portavoz de la plataforma ‘Stop desahucios’ a la alemana.

La ‘Alianza Desalojos Forzados’ (Zwangsräumungen Bündnis) se creó hace menos de medio año en la capital alemana para tratar de evitar el desahucio de una mujer de más de 70 años y en silla de ruedas. “Vivía en un edificio donde muchas viviendas de alquiler se estaban transformando en viviendas en propiedad. Pero ella se quería quedar ahí”, rememora Schuster. “La apoyamos y presionamos al dueño. Al final ella se fue”.

El abogado especializado en desahucios, Wolfram Schlosser, confirma que hablar de desahucios en este país es hablar del desalojo de una vivienda en alquiler “en la gran mayoría de los casos”. Un vistazo a la compra de vivienda en Alemania ya señala uno de los motivos: en la locomotora de la economía europea solo un 44 % de personas vive en pisos o casas de su propiedad, según cifras oficiales.

“A menudo afecta a personas que cobran el desempleo y cuyo alquiler está cubierto por la Administración hasta cierta cantidad”, añade Schuster sobre la situación en la capital alemana. Asegura que el boom inmobiliario que vive Berlín está provocando un gran aumento de los precios de alquiler en la ciudad. Los aumentos que los dueños de las viviendas a veces tratan de imponer a sus inquilinos, puede dejar a estos sin posibilidad de pagar. 
La crisis económica en medio mundo coincide en Alemania con la época del 'boom' inmobiliario
Pero en el resto de Alemania los precios también están aumentando. Mientras el resto del mundo occidental comenzaba a acusar los primeros signos de la actual crisis económica en 2007, en Alemania comenzó el boom inmobiliario y el descenso de los desahucios.

El índice inmobiliario de una de las webs por excelencia en el sector en ese país, InmobilienScout24.de, muestra un progresivo encarecimiento de nuevas construcciones desde aquel año. También han subido notablemente los precios de los productos inmobiliarios de segunda mano desde 2010.

Berlín se incluye junto a Hamburgo, Múnich, Colonia y Fráncfort en las cinco ciudades más pobladas de Alemania. En la capital, el alquiler en octubre de este año costaba un 8,1% más que en el mismo mes el año pasado. En Múnich, un 6,1% y en el resto, los precios habían aumentado entre un 3,5 (Colonia) y un 4%.

Las cifras oficiales muestran que en 2003 hubo 91.700 desahucios en Alemania, un nivel que se mantuvo precisamente hasta 2007 y desde entonces ha descendido hasta unos 73.000 en 2011. Aún así, Schlosser sí ha notado un "aumento considerable" de los desahucios en los últimos años en su bufete de Colonia.

El abogado experto en desahucios cuenta que los casos a los que se suele enfrentar él en son “cuando no se ha pagado el alquiler durante dos meses”. Si no hay acuerdo entre las partes, el proceso de desalojo se puede prolongar entre tres y cinco meses.

“Los inquilinos intentan aferrarse al piso aduciendo defectos en el piso para justificar el impago, como goteras”, indica Schlosser. Pero si no habían transmitido la queja antes de recibir el aviso de desalojo, tienen poco que hacer. Los servicios sociales ofrecen una ayuda al alquiler para personas con bajos ingresos. Este apoyo económico difiere según el land, pero este abogado ofrece un ejemplo: una persona que viva sola en un piso de 40 metros cuadrados en Colonia recibirá en torno a los 300 euros. 
La plataforma 'Stop desahucios' española también ha apoyado acciones en Berlín
Otro caso que ha apoyado la plataforma berlinesa ‘Desalojos Forzados’ es el de una familia con cinco miembros en la que el padre trabaja. Cuando llegó un nuevo propietario de la vivienda, les subió el alquiler y los inquilinos acudieron a los juzgados. Perdieron. Ahora pagan la nueva tarifa que les han impuesto, unos mil euros por un piso de cuatro habitaciones en Kreuzberg, uno de los barrios más modestos de la capital hasta hace poco. Pero el caso sigue abierto, porque el propietario insiste en que se vayan.

“Cuando se alquila a un nuevo inquilino, se puede subir más el precio”, explica Schuster, que también cree que influye un “componente racista”. Kreuzberg es un barrio con una importante población turca, habitualmente de ingresos modestos.

‘Desalojos forzados’ ha intervenido en casi medio año de vida solo en dos desahucios y en ambos casos de alquiler. Ahora está comenzando a recibir más peticiones de ayuda, quizá por su última acción, que evitó el desahucio de esta familia turca. Salieron en los medios, acompañados por carteles de ‘Stop desahucios’ en español.

Vinieron algunos miembros de ‘Stop desahucios’ desde España y usamos sus carteles. Ahora también tenemos nuestras versiones”, indica el portavoz de la asociación berlinesa. Apunta que ya existen algunas iniciativas parecidas en otras ciudades alemanas.

Hay viviendas con alquiler social para los domicilios sin ingresos (o una ayuda parcial si existen unos ingresos bajos), pero son de propiedad privada, por lo que escapan al control estatal y no siempre hay hueco para una nueva familia desahuciada. “En algún caso extremo ya se ha producido la reubicación provisional de las personas con derecho a alquiler social en casetas de obra habilitadas como vivienda por falta de [verdaderas] viviendas inmediatamente disponibles tras el desalojo”, recuerda Schlosser.

“Con nuestras manifestaciones, intentamos aumentar la presión y despertar a la gente de su letargo. La mayoría acepta sin más el aumento de los precios de alquiler”, lamenta el activista Schuster. Su plataforma berlinesa cuenta únicamente con una treintena de activistas. 
En Alemania el mercado inmobiliario está creciendo y resulta más sencillo subastar una casa embargada
El abogado Schlosser solo se ha enfrentado a un caso de desahucio de una vivienda en propiedad en más de una década de ejercicio. Si los dueños no pueden pagar los plazos de la hipoteca, el banco convoca una subasta judicial para encontrar a un nuevo comprador, de forma similar al proceso español. La diferencia con respecto a España radica en primer lugar en que en Alemania el mercado inmobiliario está creciendo y puede absorber la compra de una casa hipotecada con una facilidad mucho mayor que en España.

“El importe alcanzado [por subasta judicial] suele ser suficiente para cancelar la hipoteca”, aseguran fuentes del Gobierno alemán. El ejemplo que cita Schlosser para los casos de subasta es el de alguien con un préstamo bancario de 120.000 euros, cuya vivienda se compra en subasta por 100.000 euros. La deuda que quedaría pendiente sería “solo” de 20.000 euros, una cifra muy baja en comparación con hipotecas por más del 100% del valor de un piso adquirido en España en plena burbuja inmobiliaria. 
La 'liberación del resto de la deuda' es la versión de la dación en pago para casos extremos en Alemania
Además, en Alemania existe ya un margen para quienes no puedan permitirse pagar el resto de su deuda una vez desahuciados. Si el afectado no tiene ingresos o alguna propiedad, “nada”, con lo que poder devolver la parte de la deuda pendiente, el banco le debe conceder mínimo tres años sin devolver un euro, una situación que se revisa y se puede prolongar pasado ese tiempo.

Si se prevé la prolongación de la situación, se intenta negociar un nuevo acuerdo con el banco, explica Schlosser. En caso de no conseguir pactar una renegociación de esa deuda, los ingresos del deudor quedarán vigilados durante seis años de forma que todo lo que exceda el mínimo que necesite para vivir (en función del número de personas a su cargo), pasará automáticamente a ser confiscado. Después de seis años cumpliendo esto y demostrando la búsqueda activa de empleo, el deudor podrá recibir la llamada “liberación del resto de la deuda”, explica Schlosser. Todo ello sin olvidar que la posibilidad del alquiler social. 
En Alemania los productos inmobiliarios se consideran una inversión segura
Lejos de asustarse por una posible burbuja inmobiliaria como la española con el aumento de los precios, el experto de InmobilienScout24, Michael Kiefer, afirma en esa web que los motivos para estas subidas están “claros: la crisis de la deuda no resuelta, el miedo ante la inflación y la falta de confianza en los mercados financieros”.

Argumenta que “los productos inmobiliarios valen ahora como un puerto seguro frente a crisis externas que amenazan al patrimonio”. Niega al “fantasma del miedo” y defiende la buena salud del mercado inmobiliario alemán. La plataforma ‘Desalojos Forzados’ en Berlín no lo ve tan claro y ya planea su intervención en cinco casos de desahucios en viviendas de alquiler para los próximos meses.
Fuente: lainformacion.com

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