El chollo del banco malo: todo el sector inmobiliario quiere que lo contraten

MUCHAS EMPRESAS LO VEN COMO SU ÚNICA SALIDA A LA CRISIS

El presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo.

Eduardo Segovia - Sígueme en  Twitter  21/08/2012   (06:00h)

El ‘banco malo’ no es solo una solución para los activos tóxicos que tienen en balance las entidades financieras. Puede ser el salvavidas para muchas empresas de distinto pelaje que están sufriendo los rigores del estancamiento del mercado inmobiliario. Por eso, nadie en el sector quiere dejar pasar la oportunidad y todo el mundo se está postulando para que el nuevo vehículo le contrate para una u otra tarea. Es cierto que el FROB paga poco, pero poco es mejor que nada tal como está el mercado. 

Los últimos en reclamar su participación en el nuevo vehículo han sido los promotores inmobiliarios, probablemente los que más acuciados están por la falta de actividad y la competencia de los bancos en un entorno de enorme exceso de oferta. Su argumento es que son los que realmente conocen el  mercado y, por tanto, son los que mejor pueden valorar los activos que se van a traspasar al banco malo. "El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), o quien vaya a tener el mandato sobre esos activos, debe aumentar todo lo posible la capacidad de gestión y por ello debe apoyarse en el sector”, aseguró ayer José Manuel Galindo, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de España (APCE).

Pero no son los únicos. Las tasadoras también quieren sacar tajada de  Las principales firmas del sector como Tinsa, Sociedad de Tasación o Valmesa aspiran a ser contratadas como valoradoras de los activos que las entidades nacionalizadas -en principio sólo ellas- trasladarán al nuevo vehículo. Sin embargo, algunas pueden encontrarse con conflictos de intereses, como Tinsa que este año compró Tasamadrid, la tasadora de Bankia por 8 millones. Es bien conocida la histórica relación entre entidades financieras y tasadoras, algo que juega en su contra para participar en la operación.

También están en la cola los grandes brokers internacionales, como CB Richard Ellis, Knight Frank o Jones Lang Lasalle, que presumen de su experiencia internacional para presentar sus candidaturas y salvar así un negocio moribundo en España. El primero, que el año pasado tuvo que despedir al 10% de su plantilla, presenta sus credenciales como uno de los participantes en el banco malo irlandés, una institución que está funcionando bastante bien para el saneamiento del mercado inmobiliario de ese país. Hasta las cajas de ahorros se han postulado para vender "sus" activos una vez traspasados, pero el FROB les ha dicho que no por imposición de Bruselas.

Desde las instancias oficiales se asegura que "no ha llegado todavía el momento procesal" de decidir qué tareas se subcontratan y a quién. Pero a la vista de la pléyade de asesores contratados por el FROB para el proceso de evaluación del sistema financiero español, es de esperar que haya negocio para bastantes entidades privadas. Algunas fuentes aseguran que se subcontratará, por un lado, a valoración de los activos que se traspasen para determinar el famoso "valor económico sostenible en el tiempo" de los mismos, y por otro, la gestión del vehículo, es decir la venta o alquiler de los inmuebles, la recuperación de los créditos morosos, etc.

Los múltiples asesores del FROB

De momento, hay cuatro firmas contratadas para el mero diseño del banco malo, sin incluir su funcionamiento posterior: el diseñador principal es la consultora especialista en liquidaciones Álvarez & Marsal, que a su vez a subcontratado a PwC como auditora, Nomura como banco de inversión y Cuatrecasas como abogado. Peor todavía es lo del proceso de evaluación de las entidades para determinar las necesidades de capital de cada una. Ahí la lista es casi interminable.

Como es sabido, los primeros test de estrés los realizaron Oliver Wyman y Roland Berger. A partir de ahí se ha procedido a un análisis de las entidades por las cuatro grandes auditoras -Deloitte, la citada PwC, Ernst & Young y KPMG-, cuyos resultados fueron entregados la semana pasada a Boston Consulting Group, encargado de homogeneizar los resultados -tarea muy relevante dada la disparidad de los mismos que publicó El Confidencial-. Esta consultora, una vez concluido ese trabajo, remitirá los resultados al Banco de España, quien a su vez se los trasladará de nuevo a Oliver Wyman, que será el encargado de dar con el número mágico para cada entidad.

Por si fuera poco, todo ese proceso está supervisado además por dos comités, Comité de Coordinación Estratégica (SCC) y Comité de Coordinación de Expertos (ECC), en los que participan nada más y nada menos que el Ministerio de Economía, el Banco de España, el FROB, la Comisión Europea, el BCE, la EBA, el FMI y, como invitados, los Bancos de Francia y Holanda.

Eso sí, el fondo de rescate bancario español no se caracteriza precisamente por ser buen pagador. Algunas fuentes aseguran que ha pagado tan sólo 100.000 euros a los bancos de inversión encargados de algunas de las subastas de cajas intervenidas o nacionalizadas y, de hecho, tuvo que convocar un concurso de urgencia porque nadie quería hacerse cargo de la de CatalunyaCaixa (lo ganó Citi, pero al final se aplazó sine die la venta). Asimismo, ha pagado un millón a Oliver Wyman y Roland Berger por sus test de estrés, y algo más de dos millones a los cuatro elegidos para el diseño del banco malo.

Los argumentos de los inmobiliarios

Galindo, el presidente de los promotores, asegura que ellos son los que mejor capacitados están para poner precio a los inmuebles, ya que éste depende de la naturaleza del activo y de su ubicación. “El comportamiento de los activos depende de su calidad”, subraya. A su juicio, lo más lógico es que la nueva sociedad de gestión de activos inmobiliarios (el banco malo), quiera dar salida a los vehículos lo más rápido posible y sin que se deteriore demasiado su valor, ya que son bienes del Estado y, si bajan muchos los precios, al final pierde todo el país”.

Por este motivo, Galindo cree que la peor solución es forzar una liquidación de estos activos, ya que perderían todo su valor. Asimismo, cree que debería reactivarse la concesión de hipotecas porque de lo contrario nadie podrá adquirir estos inmuebles. En cualquier caso, para los promotores la creación del banco malo llega tarde. Ellos llevaban pidiendo esta solución desde hace tres años y, en opinión de Galindo, de haberse hecho antes, se hubiera evitado que los pisos se devaluaran tanto.

Fuente: El Confidencial