“Los empresarios estamos defraudados con las decisiones del Gobierno”

22.07.2012 M.Valverde. Madrid

 

Oriol (Madrid, 1961), expone de forma rotunda sus argumentos encantada de defender la independencia de una institución que ya tiene 35 años de historia y que se precia de defender los interese generales de la sociedad, aunque desde un enfoque liberal.

La presidenta del Círculo de Empresarios, Mónica de Empresaria y madre de seis hijos, entre todas sus obligaciones, analiza con EXPANSIÓN la gravedad de la situación económica.

¿Qué opina el Círculo de Empresarios del último Real Decreto del Gobierno de medidas urgentes para combatir la crisis?

Básicamente, que el ajuste vuelve a pagarlo el contribuyente, con más subidas de impuestos, sin que se reduzca el gigantesco sector público, que ha crecido muchísimo en los últimos nueve años. Si estamos en recesión, la economía productiva tiene un problema de liquidez y el consumo está deprimido, no tiene sentido meter más impuestos sin hacer ajuste de gasto. Si miras las medidas, aparte de reducir los salarios de los funcionarios y de los parlamentarios, el Gobierno no hace un recorte real de los gastos. No termina con las duplicidades o triplicidades en las administraciones, no elimina agencias, fundaciones o aeropuertos sin aviones, que es donde se está destinando el dinero sano, del contribuyente. El 60% del ajuste se hace por la subida de impuestos; y tan solo el 40% por la reducción del gasto. No vemos que el Gobierno sea valiente y ataque donde tiene que atacar.

¿Neutraliza la subida de impuestos la creación de empleo que pudiera generar la rebaja de las cotizaciones sociales en los dos próximos años?

Sí. Es que el Gobierno lo ha hecho a la inversa: primero, retira dinero del sector privado para mantener el sector público. El Ejecutivo ahorra 9.000 millones de euros con la reducción de los salarios públicos, pero saca de recortar a la economía productiva del orden de 30.000 millones de euros para seguir alimentando ese leviatán, que es el sector público en España.

Entonces, como entidad empresarial ¿están ustedes defraudados por las últimas decisiones del Gobierno del PP? 

Sí, estamos defraudados, efectivamente. Estas medidas reducirán el déficit público a corto plazo, pero no solucionan la situación a medio y largo plazo. El Gobierno está detrayendo recursos a las empresas y a las familias para destinarlos a actividades improductivas. Hasta 2015 vamos a seguir financiado empresas que no dan beneficios. ¡Qué las cierren ya! ¡Ya está bien de subir impuestos para financiar cosas que no tienen futuro! El gran problema de España es la credibilidad, por supuesto. Es verdad que nuestro nivel de deuda pública –el 80% del PIB– es inferior al de otros países europeos, como Alemania, Italia o Reino Unido, pero es que la deuda ha crecido casi en forma vertical. Los mercados están diciendo al Gobierno que no acaba de reducir el déficit recortando el gasto en el sector público, sino quitándole dinero a la economía productiva, lo que, a su vez, impide disminuir el apalancamiento del sector privado. Otra vía de hacer bien las cosas es convertir a España en un país atractivo para la inversión: tenemos muchísimos activos buenos, como unos recursos humanos fantásticos. Por fin, muchos hablan inglés. Tenemos buenas infraestructuras de transportes, un parque inmobiliario fantástico, un sistema sanitario envidiado, aunque no digo que sea eficiente con el gasto, pero luego tenemos unos puntos negativos que nos perjudican. La fiscalidad empresarial está lejísimos de ser atractiva en comparación, por ejemplo, con Irlanda, y en los últimos años hemos perdido imagen de seguridad jurídica, como lo demuestra el tema eléctrico de las tarifas, de la retroactividad de las subvenciones...

¿Estamos perdiendo entonces credibilidad con este Gobierno también?

La prima de riesgo lo está diciendo clarísimamente. Por supuesto que esa evolución está muy influida por el problema del euro, porque España es uno de los problemas, entre otros muchos. Entonces, lo que no cabe duda es que la combinación de los problemas del euro y de la credibilidad del Gobierno influyen a los mercados. La credibilidad no existe. La prima baja dos o tres días y otros sube.

¿No es ésta una buena oportunidad para mejorar la imagen de los grandes empresarios creando empleo? 

Los grandes empresarios sólo crean empleo cuando la cuenta de resultados es favorable, y la nuestra es malísima. Los márgenes se han estrechado enormemente; los impuestos han subido y todavía no hemos digerido los ajustes de plantilla que hemos tenido que hacer. Hemos hecho unos desembolsos enormes, porque es costosísimo indemnizar a la gente. Entonces, mientras no haya nueva demanda cómo vamos a crear empleo.

Pero ya tienen la reforma laboral y, a partir del año que viene, el descenso de las cotizaciones sociales que querían... 

Hay muchas barreras de salida del mercado de trabajo, aunque la reforma laboral ha mejorado esto. Ningún empresario despide por gusto, porque es la gente con la que has trabajado y has invertido en ellos, en formación, en experimentación, porque los que están contigo son, en teoría, los mejores; pero si se despide es porque no queda más remedio. Y cuando lo haces, te quedas en los huesos… en los huesos, porque has tenido que sacar dinero de la caja. Para crear empleo tienes que reducir grasa y tener demanda. Las grandes empresas de las que usted habla están creando empleo fuera de España, porque es donde tienen demanda. Si usted va al Ibex comprobará que en 2011 las empresas han aumentado plantilla. Pero han creado empleo en Chile, Perú, Colombia, Chequia, Filipinas...

Pero ¿usted cree que es moralmente aceptable que con la que está cayendo las grandes empresas del Ibex subiesen los salarios de sus directivos en 2011 una media del 5? ¿No tiene razón el ministro de Economía, Luis de Guindos, cuando les pide solidaridad en la crisis?

El ministro recomienda. Si una compañía ha ganado un 10% más ¿por qué no va a subir un 5% el salario de sus directivos? Las compañías tienen dueños, que son sus accionistas. Yo creo en la libertad. Si los dueños saben que sus directivos cobran ese dinero y no les dicen nada es dinero que se están dejando de llevar los propietarios. Las compañías del Ibex tienen millones de dueños.

Pero ¿no debería haber un reparto social de los sacrificios?

¿Usted cree que alguien se quejaría si el seleccionador nacional, Vicente del Bosque, diera un bonus a cada jugador por cada gol que metan? La selección ha metido goles, ha ganado la Eurocopa y todos hemos aplaudido. Los jugadores han ganado mucho dinero [300.000 euros por cabeza]. Las compañías del Ibex meten goles todos los días porque consiguen entrar en los mercados: en Asia, Oriente Medio, Iberoamérica. Y en el mundo empresarial, los goles se recompensan con salarios, con bonus. El drama es cuando se suben los salarios a costa de alguien. Por ejemplo, las cajas de ahorros. Han perdido dinero y encima los directivos se suben los sueldos y se reparten bonus. Eso es inmoral. Claro que sus dueños eran fruto del clientelismo, de los partidos políticos, los sindicatos... pero en la empresa privada, si es usted es accionista y ve que le reducen el dividendo y le bajan la cotización, puede pelearse con sus directivos que yo no voy a decir nada. El problema es cuando me quitan mi dinero con coacción [el Estado] lo gestionan mal y encima se suben los sueldos en las cajas de ahorros. Eso es para salir a la calle.

¿No es un poco fuerte que el Círculo de Empresarios diga que la sanidad pública debe abandonar al alcohólico que no se cuida?

Eso no es verdad. Es una manipulación perversa. Hay un modelo que está implantado en muchos países y en el Reino Unido desde hace veinte años. El Círculo no ha inventado nada. Los recursos son escasos. Yo puedo conseguir cien riñones al año y tengo quinientas personas que lo necesitan ¿Cómo elijo el paciente? Tengo que pensar a quién va a beneficiar más el trasplante en años de vida. Entonces se hace una tabla por puntos. Claramente, si comes de más, si bebes de más, si no haces ejercicio, si fumas… Si no te cuidas, vaya...

Y cosas que no dependen de ti. Si tienes 35 años y llevas una vida ordenada, el mismo riñón te va dar quince años más de vida. Los recursos son escasos y se los voy a dar a aquel que tiene una vida ordenada y saludable. Me encantaría tener riñones para todos los que lo necesitan, pero no hay.