El escritor afgano Atiq Rahimi, residente en Francia, donde obtuvo el premio Goncourt en 2009 por "La piedra de la paciencia", ha querido con su última novela, "Maldito sea Dostoievski", rendir un homenaje al autor ruso, al que lleva a territorio afgano para reflexionar sobre el sentimiento de culpa.
Carmen Sigüenza
Un libro que acaba de
aparecer en España, editado por Siruela, pero que ya en Francia está
sirviendo de material para tesis doctorales, como explica hoy Rahimi a
Efe.
"Oscar Wilde
decía -explica el autor- que después de Dostoievski solo quedaba añadir
adjetivos porque ya dijo todo sobre el ser humano, sobre todo, de su
lado mas oscuro.
Pero cuando "volví a Afganistán
en 2002, viendo pasear a los señores de la guerra por la calle, sentí
la curiosidad de saber si estos, en algún momento, habrían tenido algún
sentimiento de culpa por tanto horror causado innecesariamente y pensé
en el escritor ruso y en 'Crimen y castigo'".
Y es que Rahimi ha
"adaptado, versionado o parodiado", como él mismo dice, "Crimen y
Castigo", la historia de Rodian Raskolnikov, el estudiante al que no le
llega el dinero para sobrevivir y piensa robar y matar a una vieja
usurera sin escrúpulos que guarda mucho dinero en su casa, a pesar de su
apariencia pobre.
Rahimi (Kabul,
1962) cuyo padre fue gobernador con la monarquía afgana, transfiere la
historia de este joven existencial ruso a su protagonista Rasul y a su
país, donde este ha matado a una vieja ladrona, una proxeneta que ha
convertido a su novia en prostituta, y a la que, además, ha querido
robar.
"Dostoievski en 'Los hermanos Karamazov' afirmaba que si
Dios no existiese, el ser humano sería capaz de todo. Y yo me preguntaba
en Afganistán, donde todo el mundo
cree en Dios, cómo podría haber tanto horror. ¿No será que ese Dios y
esa religión está ahí para justificar el horror de los crímenes?", se
pregunta el autor.
Pero la historia de este antihéroe, que es
devorado por el remordimiento y la culpa, se mezcla con la historia
actual de Afganistán, en el contexto de la guerra civil y el colapso de
todos los valores, con la corrupción a la cabeza.
Por ello, cuando
él se va a entregar a la justicia, ésta no le da ninguna importancia,
porque su caso no interesa a nadie y, además, se trata de una mujer
muerta, que interesa menos aún, añade el autor.
"Rasul vive una
moral filosófica a lo Dostoievski -precisa Rahimi-, pero la sociedad de
Afganistán tiene otra moral, que es la Sharia, según la cual no creer en
Dios es mas grave que matar a un hombre, pero esto se agrava más si es
una mujer y encima anciana, usurera y proxeneta".
En "Maldito
Dostoievski", Rahimi vuelve a poner su lirismo en cada una de las líneas
y palabras exactas que circulan por el texto, cargado, en este caso, de
una atmósfera asfixiante, y donde los olores, los sueños, los deseos o
los monólogos internos se cruzan con la realidad más cruda.
Con esta novela, que también es un homenaje a la gran literatura, la de Kafka, Camús o Cervantes, el escritor exiliado en Francia dice que cierra el ciclo dedicado a Afganistán.
"Ya
sé que la literatura no puede cambiar el mundo, pero sí a las personas,
y con este libro además, Dostoiesvski ha cumplido el efecto mariposa ya
que ha cambiado a un joven afgano; pero ahora quiero dedicarme a otros
temas, que hay muchos", reconoce.
El autor estrenará el próximo
otoño en Francia la adaptación que ha hecho al cine "La piedra de la
paciencia", junto con Jean Claude Carrière,
Rahimi dice que no es ajeno a la crisis y tiene palabras de reproche para Estados Unidos
por el gasto económico y personal que ha supuesto su incursión en Irák y
Afganistán. "El mundo no se acaba, pero este tipo de mundo, sí",
concluye.
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