Fitch cifra en 60.000 millones la recapitalización y rebaja tres escalones el rating de España

PREVÉ QUE LA DEUDA PÚBLICA ALCANCE EL 95% DEL PIB EN 2015.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy (Reuters).

@Cotizalia   -  Sígueme en    Twitter  -     iCotizados   -     Facebook 07/06/2012  18:55h

La agencia de calificación Fitch ha metido un tijeretazo de tres escalones a la deuda de España, desde A hasta BBB con perspectiva negativa y deja el rating a dos pasos de bono basura a rebajar sus previsiones de crecimiento para 2013 y por su vulnerabilidad a la crisis de Grecia. Además, estima que la deuda pública sobre el PIB alcanzará el 95% en 2015 como consecuencia de la recapitalización de la banca, que cifra en 60.000 millones de euros.

"Estimamos que el coste fiscal de la reestructuración y la recapitalización del sector bancario español sea de 60.000 millones de euros -un 6% del PIB- y podría alcanzar los 100.000 millones -un 9% del PIB- en un escenario más duro de estrés". De esta manera, la agencia dobla sus estimaciones previas, cuando apuntaba que la reestructuración bancaria iba a suponer un 3% del PIB.

Además, Fitch apunta que "la fuerte caída de la flexibilidad financiera del gobierno español está restringiendo su capacidad de intervenir decisivamente en la reestructuración del sector bancario y ha aumentado las posibilidades de que el soporte financiero provenga de fuera".

Las perspectivas de Fitch para España no son nada halagüeñas. La agencia, que esperaba que el país pudiera beneficiarse de una cierta recuperación el año que viene, ha rebajado sus previsiones de crecimiento y asegura que no sólo este año seguirá en recesión, sino que también lo hará el año que viene.

Así mismo, considera que el  el elevado nivel de endeudamiento exterior la hace especialmente vulnerable al contagio de la crisis griega. De hecho, sobre la mesa de Europa está la posible salida del país heleno de la zona euro si el resultado de las elecciones del próximo 17 de junio se decanta por los partidos antirrescate que impidieron tras los comicios anteriores la formación de un Gobierno de unidad nacional.