EN EL CONSEJO EUROPEO CELEBRADO EN BRUSELAS
El primer ministro finanlandés, Jyrki Katainen (Reuters).
Finlandia tiene claro que España todavía puede recurrir a fórmulas imaginativas para poder financiarse en el mercado
y no tener que obligar a sus socios del euro a compartir sus riesgos.
En esta línea, durante la primera jornada del Consejo Europeo que tuvo
lugar ayer jueves en Bruselas, el primer ministro finlandés, Jyrki Katainen, aportó una nueva idea más para resolver la crisis de deuda que castiga a varios países de la UE: emitir deuda con un equivalente a cédulas hipotecarias.
Dentro
de la aparente hegemonía que ejerce Alemania, el país escandinavo está
tratando de conseguir el apoyo de otros líderes a su propuesta, que
pretende que los países en dificultades como España e Italia emitan deuda a través de bonos que tengan como garantía directa activos inmobiliarios del Estado o ingresos fiscales,
de manera que al existir un aval concreto, más allá de la solvencia del
país, como se hace normalmente, permita reducir los costes de
financiación.
La propuesta de Katainen tuvo lugar a media mañana
del jueves. Todavía era demasiado pronto para las deliberaciones
importantes que se reservaron para después de la cena. Para apoyar su
alternativa, el primer ministro finlandés sugirió que los miembros la
eurozona podrían activar parte del fondo de rescate de 500.000 millones de euros para comprar deuda española e italiana con estas garantías, propiciando así un nuevo impulso de estabilidad en los mercados financieros.
Finlandia
cree que este plan podría abrirse paso entre las dos posturas
encontradas que existen entre los socios de la zona euro, la
representada por los acreedores, con Alemania a la cabeza, y la
abanderada por los deudores, con España e Italia como máximos
exponentes. Esta alternativa, a medio camino entre las exigencias reclamadas por unos y las soluciones exigidas por otros, podría salir adelante en caso de existir un compromiso por parte de ambos para desbloquear la situación.
La propuesta de emitir una especie de bonos garantizados con patrimonio estatal fue una medida utilizada por la propia Finlandia durante los años 90
para poder hacer frente a su propia crisis bancaria. Esta misma
sugerencia, con variaciones, se puso ya sobre la mesa antes de articular
el cuestionado primer plan de rescate griego. ¿El Partenón como prenda
para recibir auxilio financiero? Antes de eso, Atenas prefirió afrontar
un programa de privatizaciones, como también ha hecho Portugal.
Aunque no prosperó en ocasiones anteriores, el primer ministro finés reclama la aportación de "ideas más innovadoras"
que contribuyan a desbloquear el actual escenario. ¿Sería posible
imaginar que España estuviera dispuesta a ofrecer el Palacio de la
Granja de San Ildefonso, el Museo del Prado o el Congreso de los
Diputados como garantías para obtener un préstamo? Finlandia, como
potencial prestamista, cree que resultaría viable, aunque parezca un
brindis al sol.
Fuente: El Confidencial
Fuente: El Confidencial
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