Más de 7.000 inmuebles han pasado a manos de los bancos · Se prepara una feria para poner en el mercado las viviendas
Ana Vives Casas / Huelva | Actualizado 01.04.2012 - 01:00
Vender,
vender y vender para no seguir engrosando sus balances con activos
inmobiliarios, pero sobre todo para cumplir las obligaciones marcadas
por el Banco de España. Cada segundo que pasa cuenta y convierte el
ladrillo en algo más pesado que hace dos años. La entrada en vigor de
la circular del Banco de España que obliga a la banca a inmovilizar
hasta un 30% del valor en euros de los pisos que han obtenido por la vía
del embargo ha provocado que al sector le entren las prisas tras dos
años de acumulación de stock procedente de particulares que se
han visto superados por los impagos de sus hipotecas y de promotores
incapaces de asumir los pagos ante la paralización del mercado. Se
calcula que en Huelva al menos (y la cifra cambia radicalmente mes a
mes) hay unos 7.000 pisos en manos de la banca. La mitad de ellos saldrá
a la venta en poco más de un mes, gracias al pacto sellado entre bancos
y la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Huelva.
"Hay que activar el mercado, vender para que se regule el producto, para que el promotor construya y el agente inmobilario vuelva a vender" (hoy por hoy, el 90% de los inmuebles que se venden en la provincia llega a través de las entidades de crédito). Así lo entiende el presidente de los agentes inmobiliarios de Huelva, Adolfo Camacho.
La situación ha dado el giro de 180 grados que hace unos meses nadie imaginaba. Las conversaciones en las plantas nobles de las entidades se dirigían entonces a un único objetivo: aguantar, para no malvender (para ellos, lo mismo que no sacar el rendimiento que hasta hace dos años se tenía con los pisos). Y se aguantaba gracias a las inyecciones de dinero que recibían del Banco Central Europeo. Pero las inyecciones se acabaron y desde el pasado mes de septiembre el Banco de España exige a los bancos esa garantía sobre el valor de los pisos que se han quedado. El problema es que se han quedado muchos, pero ahora hay que vender, y hacerlo rápido.
"Hay que activar el mercado, vender para que se regule el producto, para que el promotor construya y el agente inmobilario vuelva a vender" (hoy por hoy, el 90% de los inmuebles que se venden en la provincia llega a través de las entidades de crédito). Así lo entiende el presidente de los agentes inmobiliarios de Huelva, Adolfo Camacho.
La situación ha dado el giro de 180 grados que hace unos meses nadie imaginaba. Las conversaciones en las plantas nobles de las entidades se dirigían entonces a un único objetivo: aguantar, para no malvender (para ellos, lo mismo que no sacar el rendimiento que hasta hace dos años se tenía con los pisos). Y se aguantaba gracias a las inyecciones de dinero que recibían del Banco Central Europeo. Pero las inyecciones se acabaron y desde el pasado mes de septiembre el Banco de España exige a los bancos esa garantía sobre el valor de los pisos que se han quedado. El problema es que se han quedado muchos, pero ahora hay que vender, y hacerlo rápido.
Y para vender rápido en las nuevas condiciones de mercado hay que rebajar los precios o favorecer unas condiciones de pago que animen al comprador. Lo saben en el sector financiero, en el que confiesan que podría ser preciso reducir los precios lo mismo que cuesta la provisión del Banco de España para pisos que llevan más de dos años sin vender. Y eso sería otro 30% de rebaja para poder deshacerse de un stock que en algunos casos se etiqueta ya un 40% por debajo del valor medio de tasación.
El Banco de España no ha hecho otra cosa que recordar que el negocio de un banco o una caja de ahorros es dar créditos, y el problema llega cuando no se pueden dar porque una parte importante de los recursos del banco se tiene en provisión (inmovilizado como garantía de un posible riesgo). Para poner fin al problema los bancos se han acercado a las agencias inmobiliarias y han sellado una alianza que se materializará el próximo mes de mayo, a través de la celebración de una feria (del 10 al 13 de mayo) donde se ponga a la venta parte de esa bolsa que ahora está en manos de la banca.Sus pisos tienen una ventaja sobre los demás: que la entidad financiera está más dispuesta a conceder una hipoteca cuando el cliente quiere comprar un inmueble de su stock. En este caso, la financiación llega hasta el 100% del valor de tasación, el plazo se prolonga hasta los 40 años y los diferenciales aplicados sobre el euríbor son menores que en el resto de hipotecas. Una facilidad a tener en cuenta. Y otra, la rebaja de los precios: entre los 2.000 y 3.000 pisos que finalmente se ofrecerán al público en este salón habrá un recorte medio en los precios iniciales del 40%, de forma que se podrá adquirir un inmueble de tres habitaciones ubicado en la barriada de Isla Chica por 100.000 euros. De ahí que tanto bancarios como agentes coincidan en que el salón será "el escenario ideal para encontrar el producto que se busca y con la financiación necesaria". Un escenario que se abrirá no sólo a la provincia de Huelva sino también a Extremadura y Sevilla dado el elevado volumen de viviendas que hay en la Costa.
Puede ser el primer paso en firme para volver a reubicar a cada pieza en su lugar. Más aún después de que la banca se haya convertido gracias a la crisis en una inmobiliaria donde los pisos embargados se van acumulando en sus balances. La mejor forma de obtener liquidez es venderlos y para ello, es necesario atraer a sus clientes ofreciendo las mejores condiciones.
Fuente: huelvainformacion.es
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