Hoy celebra la que puede ser la Junta General de Accionistas más tensa de los últimos años
Según SETEM, la entidad presidida por Emilio Botín es la segunda de España, tras BBVA, con operaciones que superan los mil millones de euros
Apoya a través de diversos productos financieros a empresas de armas que producen bombas, explosivos, misiles, armas nucleares y de uranio empobrecido, entre otros
Sólo en créditos se formalizaron operaciones por Santander y Banesto con un valor de 705 millones de euros
Actualizado 30 marzo 2012
Hoy viernes 30, Banco Santander celebra su Junta General de Accionistas en una jornada que puede ser más tensa de lo normal. Y es que tras un año en el que el Banco presidido por Emilio Botín no ha realizado ninguna operación de envergadura (en 2010 profundizó en el mercado polaco, mexicano y británico) y que por el contrario se ha visto obligado a provisionar miles de millones por su exposición al mercado inmobiliario sus accionistas actuales ven peligrar su remuneración por dividendo mientras que las acciones apenas superan los 5,5 euros.
Pero también son problemas para los futuros accionistas, aquellos que verán perder el 70% de su inversión en convertibles por el bajo valor de las acciones y para los trabajadores con salarios congelados y regularizaciones de empleo “forzadas” como informó extraconfidencial.com mientras ven jubilaciones millonarias como la de Francisco Luzón.
Pero también se enfrentara a las preguntas de los responsables de la campaña “Banco Santander sin armas”, que promueve el Centro Delás de Estudios por la Paz de Justicia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y SETEM.
Esta iniciativa denunciará que el Banco Santander es la segunda entidad financiera española que más invierte en el sector armamentístico (tras BBVA) y que su política corporativa de derechos humanos y responsabilidad social es incoherente con sus actividades reales.
Y es que a pesar del diálogo establecido por las campañas “Banco Santander sin armas” y “Banca Limpia” con el Banco Santander, su política interna de financiación del sector de defensa es claramente insuficiente, algo que demuestra una inversión de más de 1.000 millones de euros destinados a ayudar a la producción y comercialización de armamento en la última década.
Y todo ello, utilizando diferentes instrumentos de financieros cuyo destino final llega a la fabricación de armas tan controvertidas como bombas de racimo, nucleares y de uranio empobrecido.
Un largo historial de apoyo a la industria armamentística
Y es que cómo explica la iniciativa “Banco Santander sin armas” las herramientas son variadas. Así por ejemplo tiene acciones en fondos de inversión de empresas de armas controvertidas por un valor de 96,72 millones de euros, mientras que en inversiones directas significativas de empresas de armamento destaca sus intereses en Amper (electrónica militar) CAF (fabricación de blindados Leopard), EADS (participa en la producción de armas nucleares, en concreto el misil nuclear M51) o de bonos de Finmeccanica a través de fondos de inversión por un valor de 3 millones euros. Finmeccanica es conocida por sus negocios con el depuesto gobierno de Gadafi en Libia.
Si saltamos al apartado de la ayuda en la emisión de bonos y acciones, ha emitido renta fija en empresas de armas controvertidas por un total 154 millones de euros.
Así por ejemplo, en octubre de 2010, Santander fue uno de los 6 bancos aseguradores que participaron en una emisión de bonos por Thales, por un valor total de 600 millones de euros. El valor total de los bonos emitidos por Santander ascendió a 100 millones de euros, para una sociedad que trabaja en el nuevo misil nuclear M51 para los nuevos submarinos franceses,
Y por supuesto, a estas empresas no se les niega el crédito, en concreto 705 millones de euros como una carta de crédito a Boeing por un valor total de 865 millones de dólares (630 millones de euros) al LIBOR +32,500 pbs para financiar actividades generales de la compañía, con un consorcio de 12 bancos, o en julio de 2010, a través de Banesto participando en una línea sindicada de crédito renovable concedida a General Dynamics, la fabricante de los submarinos nucleares de clase Ohio de la marina de los Estados Unidos que están equipados con misiles Trident72.
Todo un repertorio de armas que chocan directamente con el compromiso ético del banco.
Fuente: Extra Confidencial.com
Según SETEM, la entidad presidida por Emilio Botín es la segunda de España, tras BBVA, con operaciones que superan los mil millones de euros
Apoya a través de diversos productos financieros a empresas de armas que producen bombas, explosivos, misiles, armas nucleares y de uranio empobrecido, entre otros
Sólo en créditos se formalizaron operaciones por Santander y Banesto con un valor de 705 millones de euros
Actualizado 30 marzo 2012
Misil nuclear francés M51 |
Emilio Botín |
Hoy viernes 30, Banco Santander celebra su Junta General de Accionistas en una jornada que puede ser más tensa de lo normal. Y es que tras un año en el que el Banco presidido por Emilio Botín no ha realizado ninguna operación de envergadura (en 2010 profundizó en el mercado polaco, mexicano y británico) y que por el contrario se ha visto obligado a provisionar miles de millones por su exposición al mercado inmobiliario sus accionistas actuales ven peligrar su remuneración por dividendo mientras que las acciones apenas superan los 5,5 euros.
Pero también son problemas para los futuros accionistas, aquellos que verán perder el 70% de su inversión en convertibles por el bajo valor de las acciones y para los trabajadores con salarios congelados y regularizaciones de empleo “forzadas” como informó extraconfidencial.com mientras ven jubilaciones millonarias como la de Francisco Luzón.
Pero también se enfrentara a las preguntas de los responsables de la campaña “Banco Santander sin armas”, que promueve el Centro Delás de Estudios por la Paz de Justicia y Paz, el Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG) y SETEM.
Esta iniciativa denunciará que el Banco Santander es la segunda entidad financiera española que más invierte en el sector armamentístico (tras BBVA) y que su política corporativa de derechos humanos y responsabilidad social es incoherente con sus actividades reales.
Y es que a pesar del diálogo establecido por las campañas “Banco Santander sin armas” y “Banca Limpia” con el Banco Santander, su política interna de financiación del sector de defensa es claramente insuficiente, algo que demuestra una inversión de más de 1.000 millones de euros destinados a ayudar a la producción y comercialización de armamento en la última década.
Y todo ello, utilizando diferentes instrumentos de financieros cuyo destino final llega a la fabricación de armas tan controvertidas como bombas de racimo, nucleares y de uranio empobrecido.
Un largo historial de apoyo a la industria armamentística
Y es que cómo explica la iniciativa “Banco Santander sin armas” las herramientas son variadas. Así por ejemplo tiene acciones en fondos de inversión de empresas de armas controvertidas por un valor de 96,72 millones de euros, mientras que en inversiones directas significativas de empresas de armamento destaca sus intereses en Amper (electrónica militar) CAF (fabricación de blindados Leopard), EADS (participa en la producción de armas nucleares, en concreto el misil nuclear M51) o de bonos de Finmeccanica a través de fondos de inversión por un valor de 3 millones euros. Finmeccanica es conocida por sus negocios con el depuesto gobierno de Gadafi en Libia.
Si saltamos al apartado de la ayuda en la emisión de bonos y acciones, ha emitido renta fija en empresas de armas controvertidas por un total 154 millones de euros.
Así por ejemplo, en octubre de 2010, Santander fue uno de los 6 bancos aseguradores que participaron en una emisión de bonos por Thales, por un valor total de 600 millones de euros. El valor total de los bonos emitidos por Santander ascendió a 100 millones de euros, para una sociedad que trabaja en el nuevo misil nuclear M51 para los nuevos submarinos franceses,
Y por supuesto, a estas empresas no se les niega el crédito, en concreto 705 millones de euros como una carta de crédito a Boeing por un valor total de 865 millones de dólares (630 millones de euros) al LIBOR +32,500 pbs para financiar actividades generales de la compañía, con un consorcio de 12 bancos, o en julio de 2010, a través de Banesto participando en una línea sindicada de crédito renovable concedida a General Dynamics, la fabricante de los submarinos nucleares de clase Ohio de la marina de los Estados Unidos que están equipados con misiles Trident72.
Todo un repertorio de armas que chocan directamente con el compromiso ético del banco.
Fuente: Extra Confidencial.com
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