Controvertido proyecto en el Barcelonès Nord
El alcalde reconoce que ha reducido la medida de los pisos del puerto a petición de los promotores
El gobierno municipal reivindica la apuesta por el ladrillo como método para sanear la economía
Lunes, 2 de abril del 2012
CARLES COLS
BADALONA
BADALONA
Primero, un par de antecedentes. Al
alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, le pareció mal que la semana
pasada su antecesor en el cargo, el socialista Jordi Serra, criticara su
decisión de revisar a lo grande la planificación urbanística del área
adyacente al puerto deportivo de la ciudad. Lo de a lo grande no
es una exageración. Allí donde inicialmente estaban previsto 2.170
pisos, García Albiol cree que caben perfectamente 3.193. Por motivos de
agenda, el alcalde no pudo entonces contraponer sus argumentos a los de
Serra. Tiene ahora una oportunidad, y al hacerlo, pone de paso sobre la
mesa un debate de aquellos que enfrentan opiniones. ¿Fiar la
recuperación económica al sector inmobiliario es tropezar de nuevo en la
misma piedra? Él sostiene que no. Es más, anuncia orgulloso que en
abril se iniciarán las obras de una primera promoción de pisos en esa
zona de Badalona y que poco después se añadirá otra empresa más a la
aventura. En total, unos primero 300 pisos.
El primer argumento del alcalde de
Badalona es que durante los últimos siete años aquello ha sido un
páramo, con todo lo malo que ello conlleva. Son un conjunto de solares
vacíos cuya única actividad ha sido el cambio de titularidad. Eran
propiedad de empresas inmobiliarias y hoy forman parte de forma
indeseada del patrimonio de bancos. «¿La alternativa cuál es? ¿Que no
suceda allí tampoco nada más durante los próximo siete años?», pregunta
García Albiol.
DINERO A LAS ARCAS / El segundo argumento del alcalde es un viejo conocido. Las promociones inmobiliarias representan ingresos para las arcas municipales. De entrada, las licencias de obras necesarias son una primera entrada de ingresos. Después, una vez vendidos los pisos, el impuesto de bienes inmuebles (IBI), que es un peaje anual que está ayudando a sobrellevar la crisis sobre todo a los municipios más compactos.
Por último, sostiene el alcalde de Badalona, las promociones inmobiliarias no pueden cargar eternamente como un Adán el pecado de la crisis actual. Si una zona reúne las condiciones para una resurrección de este sector es un conjunto de parcelas situadas frente a la playa y a dos pasos de un puerto deportivo. El aspecto más controvertido, sin embargo, es otro.
Sobre la misma superficie edificable, 280.000 metros cuadrados de techo, García Albiol, con el respaldo algo dubitativo de CiU en el pleno municipal, tiró adelante el pasado martes una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) de modo que el número de pisos previstos aumenta un 50%. ¿Con qué justificación? «Lo ha pedido la parte interesada». Es decir, los actuales dueños de los terrenos. «Consideran que si son más pequeños de lo inicialmente previsto serán más fáciles de vender», comparte como tesis García Albiol.
Según el alcalde, los pisos previstos en el proyecto inicial eran demasiado espaciosos. El futuro del mercado, aquí y en cualquier ciudad europea, pasa por apartamentos más pequeños, añade García Albiol.
Asegura, además, que no solo dos promotores están decididos a iniciar las obras en breve. Afirma que por su despacho han pasado prácticamente todos los dueños de los solares. Si sus planes cuajan, los primeros pisos se pondrán a la venta a finales del 2013 con un precio medio que oscilará entre los 200.000 y los 300.000 euros, aunque con excepciones. «Un piso de una sola habitación podrá ser adquirido por unos 140.000 euros. Tal vez sea pequeño, pero su ubicación será envidiable», explica.
Queda, por último, una cuestión más en la que García Albiol se ve en la necesidad de realizar una defensa del proyecto urbanístico, aunque en este caso con matices. El aumento en el número de viviendas construidas no va de la mano de un aumento en el número de metros cuadrados destinados a equipamientos en la zona del puerto. Según el alcalde, porque no necesariamente habrá más población en la zona aunque se incremente un 50% el número de pisos. Es un criterio en apariencia bastante discutible. De hecho, fue uno de los motivos por los que CiU titubeó a la hora de respaldar en el pleno la modificación del PGM.
En cualquier caso, García Albiol asegura que está dispuesto a reconsiderar este apartado. No en vano, la insuficiencia de equipamientos fue uno de los males que aquejó a muchas de las promociones que se impulsaron durante los años de la burbuja inmobiliaria. «Si es necesario que el número de plazas escolares crezca, de acuerdo, que así sea, pero lo que es inadmisible es que aquella zona siga igual por las imprevisiones del anterior equipo de gobierno», concluye el alcalde de Badalona.
El debate está servido.
Fuente: elPeriódico.com
Una de las pocas promociones
iniciadas y nunca acabadas en la
zona del puerto de Badalona.
JOAN PUIG
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DINERO A LAS ARCAS / El segundo argumento del alcalde es un viejo conocido. Las promociones inmobiliarias representan ingresos para las arcas municipales. De entrada, las licencias de obras necesarias son una primera entrada de ingresos. Después, una vez vendidos los pisos, el impuesto de bienes inmuebles (IBI), que es un peaje anual que está ayudando a sobrellevar la crisis sobre todo a los municipios más compactos.
Por último, sostiene el alcalde de Badalona, las promociones inmobiliarias no pueden cargar eternamente como un Adán el pecado de la crisis actual. Si una zona reúne las condiciones para una resurrección de este sector es un conjunto de parcelas situadas frente a la playa y a dos pasos de un puerto deportivo. El aspecto más controvertido, sin embargo, es otro.
Sobre la misma superficie edificable, 280.000 metros cuadrados de techo, García Albiol, con el respaldo algo dubitativo de CiU en el pleno municipal, tiró adelante el pasado martes una modificación del Plan General Metropolitano (PGM) de modo que el número de pisos previstos aumenta un 50%. ¿Con qué justificación? «Lo ha pedido la parte interesada». Es decir, los actuales dueños de los terrenos. «Consideran que si son más pequeños de lo inicialmente previsto serán más fáciles de vender», comparte como tesis García Albiol.
Según el alcalde, los pisos previstos en el proyecto inicial eran demasiado espaciosos. El futuro del mercado, aquí y en cualquier ciudad europea, pasa por apartamentos más pequeños, añade García Albiol.
Asegura, además, que no solo dos promotores están decididos a iniciar las obras en breve. Afirma que por su despacho han pasado prácticamente todos los dueños de los solares. Si sus planes cuajan, los primeros pisos se pondrán a la venta a finales del 2013 con un precio medio que oscilará entre los 200.000 y los 300.000 euros, aunque con excepciones. «Un piso de una sola habitación podrá ser adquirido por unos 140.000 euros. Tal vez sea pequeño, pero su ubicación será envidiable», explica.
Queda, por último, una cuestión más en la que García Albiol se ve en la necesidad de realizar una defensa del proyecto urbanístico, aunque en este caso con matices. El aumento en el número de viviendas construidas no va de la mano de un aumento en el número de metros cuadrados destinados a equipamientos en la zona del puerto. Según el alcalde, porque no necesariamente habrá más población en la zona aunque se incremente un 50% el número de pisos. Es un criterio en apariencia bastante discutible. De hecho, fue uno de los motivos por los que CiU titubeó a la hora de respaldar en el pleno la modificación del PGM.
En cualquier caso, García Albiol asegura que está dispuesto a reconsiderar este apartado. No en vano, la insuficiencia de equipamientos fue uno de los males que aquejó a muchas de las promociones que se impulsaron durante los años de la burbuja inmobiliaria. «Si es necesario que el número de plazas escolares crezca, de acuerdo, que así sea, pero lo que es inadmisible es que aquella zona siga igual por las imprevisiones del anterior equipo de gobierno», concluye el alcalde de Badalona.
El debate está servido.
Fuente: elPeriódico.com
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