El Consejo de Gobierno aprueba hoy la concesión de la distinción a un creador experimental que ha inspirado a varias generaciones de artistas españoles y que ya ostenta el Premio Velázquez, el 'Cervantes' de la pintura
Charo Ramos / SEVILLA | Actualizado 21.02.2012 - 05:00
Es uno de los artistas españoles más apreciados en los circuitos internacionales, pero su compromiso con su tierra es tan grande que no duda en respaldar los proyectos vinculados a ella que le resultan novedosos o interesantes, como la exposición colectiva Arte en obras -en cartel- del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad Hispalense. Luis Gordillo nació en Sevilla en 1934, ostenta el máximo galardón del Ministerio de Cultura, el Premio Velázquez (2007), y acaba de recibir el Nacional de Arte Gráfico. A partir del 28 de febrero, su extraordinario currículum se expandirá aún más con el título de Hijo Predilecto de Andalucía, una distinción que, según ha podido saber este medio, recibirá hoy su aprobación en el Consejo de Gobierno. Con este nombramiento, el Gobierno andaluz vuelve a fijar su atención en la escena artística pues Gordillo sucede a la galerista Juana de Aizpuru, nombrada en 2011 Hija Predilecta de la comunidad por "su trabajo pionero, caracterizado por el inconformismo y el sentido del riesgo, que refleja la evolución de la creación contemporánea nacional e internacional".
El también autor del cartel de la temporada 2010 de la Plaza de Toros de Sevilla recibirá este reconocimiento el próximo 28 de febrero, en un acto que se celebrará a partir del mediodía en el Teatro de la Maestranza. Allí le arroparán numerosos amigos, colegas y, por supuesto, algunas de las galerías con las que trabaja, entre las que se cuentan la sevillana Rafael Ortiz, la valenciana Luis Adelantado y la madrileña Marlborough, que también le representa en su sede de Nueva York. El autor trabaja además con la sala madrileña La Caja Negra (obra gráfica), Joan Prats de Barcelona, Maior de Mallorca, Fernando Santos de Oporto y Rolf Hengesbach de Berlín. Casi todas ellas han colgado sus trabajos en la reciente edición de la feria ARCO de Madrid, donde suele ser una de las firmas predilectas de los coleccionistas.
Luis Gordillo comenzó estudiando Derecho, una carrera que abandonó para matricularse en la Escuela de Bellas Artes, donde conoció al maestro Miguel Pérez Aguilera y a Carmen Laffón, entre otros artistas decisivos en la renovación pictórica de la capital andaluza en la segunda mitad del siglo XX. Joven inquieto, se trasladó a París y fue en la capital francesa donde, hacia 1958, entró en contacto con el informalismo, que le ofreció un medio idóneo de expresión que él llevaría a una singular síntesis personal tras su conocimiento del pop art.
La estética de Gordillo, su estilo propio y ajeno a las modas, le han convertido en un referente de la creación pictórica española de las últimas décadas. Lejos de ser un artista encerrado en su torre de marfil, ha compartido sus conocimientos plásticos e indagaciones culturales (es un apasionado del cine, el psicoanálisis y la música) con generosidad, hasta el punto de influir en numerosas generaciones de pintores, que le han reconocido como uno de sus principales maestros, con independencia de sus coincidencias estéticas. Daniel Verbis o José Miguel Pereñíguez son algunos de los jóvenes artistas a los que Gordillo, por su parte, ha destacado en los últimos años.
Su gusto por la experimentación le ha descubierto constantemente nuevos horizontes plásticos. El artista ha evitado ser encasillado en una abstracción que él enriquece con referencias a la realidad y motivos oníricos, simbólicos y narrativos. Además de pintor y grabador, al sevillano le interesa mucho la fotografía clásica, como creador y como espectador. Prueba de ello son sus excelentes polípticos Friedlander in the Sixties y Diane Arbus in the Sixties, que partían de estudios fotográficos y digitales previos.
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cuenca, el próximo Hijo Predilecto de Andalucía posee también el Premio Nacional de Bellas Artes (1981), el Aragón-Goya de pintura (2003), el Premio Andalucía (1991) y la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1996). Su obra se encuentra en las principales colecciones españolas, como las del Reina Sofía, el CAAC, la Fundación La Caixa, el Bellas Artes de Bilbao, el IVAM, la Fundación Juan March, el Patio Herreriano, Cajasol y Caja Madrid, entre otras.
El también autor del cartel de la temporada 2010 de la Plaza de Toros de Sevilla recibirá este reconocimiento el próximo 28 de febrero, en un acto que se celebrará a partir del mediodía en el Teatro de la Maestranza. Allí le arroparán numerosos amigos, colegas y, por supuesto, algunas de las galerías con las que trabaja, entre las que se cuentan la sevillana Rafael Ortiz, la valenciana Luis Adelantado y la madrileña Marlborough, que también le representa en su sede de Nueva York. El autor trabaja además con la sala madrileña La Caja Negra (obra gráfica), Joan Prats de Barcelona, Maior de Mallorca, Fernando Santos de Oporto y Rolf Hengesbach de Berlín. Casi todas ellas han colgado sus trabajos en la reciente edición de la feria ARCO de Madrid, donde suele ser una de las firmas predilectas de los coleccionistas.
Luis Gordillo comenzó estudiando Derecho, una carrera que abandonó para matricularse en la Escuela de Bellas Artes, donde conoció al maestro Miguel Pérez Aguilera y a Carmen Laffón, entre otros artistas decisivos en la renovación pictórica de la capital andaluza en la segunda mitad del siglo XX. Joven inquieto, se trasladó a París y fue en la capital francesa donde, hacia 1958, entró en contacto con el informalismo, que le ofreció un medio idóneo de expresión que él llevaría a una singular síntesis personal tras su conocimiento del pop art.
La estética de Gordillo, su estilo propio y ajeno a las modas, le han convertido en un referente de la creación pictórica española de las últimas décadas. Lejos de ser un artista encerrado en su torre de marfil, ha compartido sus conocimientos plásticos e indagaciones culturales (es un apasionado del cine, el psicoanálisis y la música) con generosidad, hasta el punto de influir en numerosas generaciones de pintores, que le han reconocido como uno de sus principales maestros, con independencia de sus coincidencias estéticas. Daniel Verbis o José Miguel Pereñíguez son algunos de los jóvenes artistas a los que Gordillo, por su parte, ha destacado en los últimos años.
Su gusto por la experimentación le ha descubierto constantemente nuevos horizontes plásticos. El artista ha evitado ser encasillado en una abstracción que él enriquece con referencias a la realidad y motivos oníricos, simbólicos y narrativos. Además de pintor y grabador, al sevillano le interesa mucho la fotografía clásica, como creador y como espectador. Prueba de ello son sus excelentes polípticos Friedlander in the Sixties y Diane Arbus in the Sixties, que partían de estudios fotográficos y digitales previos.
Doctor Honoris Causa por la Universidad de Cuenca, el próximo Hijo Predilecto de Andalucía posee también el Premio Nacional de Bellas Artes (1981), el Aragón-Goya de pintura (2003), el Premio Andalucía (1991) y la Medalla de Oro de las Bellas Artes (1996). Su obra se encuentra en las principales colecciones españolas, como las del Reina Sofía, el CAAC, la Fundación La Caixa, el Bellas Artes de Bilbao, el IVAM, la Fundación Juan March, el Patio Herreriano, Cajasol y Caja Madrid, entre otras.
Fuente: diariodesevilla.es
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