Opinión | 24/02/2012 - 00:00h
El cuadro de recesión para la economía española dibujado ayer por la Comisión Europea del 1% de contracción a final de año coincide con los dos meses del Gobierno de Mariano Rajoy. Sesenta días de medidas importantes en muchas de las carpetas de la economía nacional que estaban pendientes desde hacía tiempo –reforma financiera o laboral– y carpetas temidas como la importante subida de impuestos aprobada a final de año y que los ciudadanos estamos empezando a notar en las nóminas de febrero. Tenemos un Gobierno al que se le podrán discutir muchas cosas, pero no que se haya puesto de perfil y que no gobierne. Avanzadas las reformas llevadas a cabo –bien mediante decreto ley, bien como proyecto de ley–, es más que probable que haya un descanso reformista hasta las elecciones andaluzas de finales de marzo para completar en el segundo trimestre asignaturas que son delicadas, como la sanidad o la enseñanza. En el primer caso, se están estudiando diferentes esquemas, a partir de una posición colegiada en el consejo interterritorial de salud, allí donde se sientan todos los consejeros de las comunidades autónomas. Mirando de nuevo a Europa, no deja de ser curioso cómo juega sus cartas, apretando a los países con más dificultades. Si no, no se entiende que otros organismos internacionales hayan avanzado caídas del 1,5% o del 1,7% para la economía española en el 2012 y la CE hable sólo del 1%. En la diferencia puede estar, curiosamente, que España tenga margen para flexibilizar el déficit hoy previsto del 4,4% y que nuestro país lucha por elevar, ya que pasar a este porcentaje desde el 8,2% actual se considera imposible. Y eso sin saber qué sorpresas pueden deparar las cuentas de Andalucía.
Fuente: LA VANGUARDIA.com
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