Contenido ofrecido por Plan Reforma, 20/02/2012
Lo normal es que, en una vivienda, ya sea un piso o una casa, no todas las estancias sean exteriores. La falta de luz natural en estas habitaciones interiores suele ser un problema en el día a día, no sólo por la sensación de agobio que pueden generar, sino también por el gasto energético que esto supone. Entonces, ¿qué se puede hacer al respecto?
Foto: Decoestilo |
El hecho de disponer de estancias interiores no tiene por qué significar renunciar a la iluminación natural. Hoy en día existen diversos sistemas que nos permiten inundar estos espacios oscuros de luz del exterior. Sigue leyendo y descúbrelos.
Relacionar espacios
Se trata de abrir los espacios exteriores y luminosos hacia los oscuros mediante el derribo parcial o total de paredes. Si queremos mantener la privacidad haciendo derribando la parte superior del tabique conseguiremos que la luz llegue a las zonas interiores sin condicionar la privacidad visual entre los dos espacios. Si además, cerramos ese hueco con un cristal podemos, además, evitar el paso de ruido entre una estancia y la otra. Otra opción es usar tabiques de cristal traslúcido o pavés.
Foto: Espaciosolar.com |
Sistemas artificiales
Hace años que existen sistemas de iluminación natural a través de conductos que traen la luz desde el exterior al interior.
El primer sistema se basa en la colocación de una boca (una especie de claraboya, pero más pequeña) en la cubierta del edificio y mediante un conducto metálico con una alta reflexión de sus paredes se lleva al espacio que queremos iluminar. El diámetro del conducto suele rondar los 25-30cm. Este sistema es totalmente efectivo: por cada conducto podrás iluminar correctamente un espacio de unos 15m2 como máximo. Eso sí, ten en cuenta también que para cuando anochece deberás tener un sistema de iluminación convencional adicional, puesto que estos sistemas no "acumulan" la luz.
Hace años que existen sistemas de iluminación natural a través de conductos que traen la luz desde el exterior al interior.
El primer sistema se basa en la colocación de una boca (una especie de claraboya, pero más pequeña) en la cubierta del edificio y mediante un conducto metálico con una alta reflexión de sus paredes se lleva al espacio que queremos iluminar. El diámetro del conducto suele rondar los 25-30cm. Este sistema es totalmente efectivo: por cada conducto podrás iluminar correctamente un espacio de unos 15m2 como máximo. Eso sí, ten en cuenta también que para cuando anochece deberás tener un sistema de iluminación convencional adicional, puesto que estos sistemas no "acumulan" la luz.
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Existe un segundo sistema, el de la fibra óptica. Este capta la luz solar mediante paneles situados en la cubierta de 1x1m de los edificios o viviendas y la transporta hasta 20 metros de distancia utilizando cables de fibra óptica. Una vez dentro del edificio, los cables de fibra óptica pueden ramificarse consiguiendo varios focos de luz natural. Es mucho más práctico para rehabilitación, puesto que los tubos son mucho más delgados y la distancia entre exterior e interior puede ser mucho mayor.
Ahorro de Energía y CO2
Con este sistema, se puede llegar a ahorrar hasta un 50% del consumo eléctrico de la vivienda, pero no debemos olvidar que no se trata de sistemas de acumulación de energía, sino que transmiten la existente. Esto significa que un día muy nublado o por la noche, serán necesarios puntos de luz “convencionales” de apoyo o sustitución respectivamente.
Fuente: fotocasa.es
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