Isabel Blanco / Virginia Martínez
13/01/2012 - 21:57
Esta semana había examen. España e Italia se enfrentaban a sus primeras emisiones de deuda en 2012. Hubo aprobado, y con nota. Pero pese a ello, y aunque las bolsas de ambos países cerraron con ganancias semanales, no lograron situarse en positivo en el año. Hubo obstáculos que se encargaron de frenar las subidas, especialmente en las últimas dos sesiones.
"Hemos asistido a una nueva semana de consolidación en la que los alcistas han intentado sin éxito batir resistencias, pero que tampoco han sufrido demasiado, pese a la presión bajista de jueves y viernes", confirma Joan Cabrero, analista de Ágora AF, en Ecotrader. Sin duda, las últimas dos jornadas han venido cargadas de argumentos para alimentar las caídas.
El escenario del jueves auguraba compras en el parqué, una relajación en el riesgo país de las economías donde principalmente se centran los temores y, en definitiva, un poco de tregua en el contexto de crisis que vive la eurozona. ¿Un motivo? El Tesoro Público español colocó deuda a tres y cuatro años no sólo a intereses muy por debajo de los de las últimas subastas, sino que, además, vendió el doble de lo que tenía previsto, con lo que captó el 8 por ciento de las necesidades de financiación para el conjunto del año.
Entre una disparidad de opiniones en las que algunos adjudican el éxito de la emisión de deuda a las primeras medidas tomadas por el nuevo Gobierno, lo que quedó claro es que la misión encubierta del Banco Central Europeo (BCE) está teniendo sus frutos en los mercados. La institución, que tuvo su habitual reunión de política económica en la que mantuvo los tipos de interés al 1 por ciento, concedió en diciembre préstamos a los bancos europeos y esta inyección de liquidez ha permitido que las entidades acudan a comprar deuda de los Estados de la periferia europea. Así, Italia también saldó positivamente su subasta, aunque finalmente las bolsas europeas no pudieron acabar de celebrar las colocaciones por culpa de unos negativos datos de consumo en EEUU. No obstante, las cifras decepcionantes de ventas al por menor que arrojó la principal economía del mundo el jueves quedaron compensadas por un buen dato de confianza de consumidor de ayer. Ahora bien, las exportaciones volvieron a moderar su crecimiento.
En este caso, la presentación de resultados empresariales que dio el pistoletazo de salida esta semana quedó más eclipsada. En España, sólo Banesto rindió cuentas, mientras que entre los grandes de EEUU ya han publicado Alcoa y J.P.Morgan.
Alemania sigue a la cabeza
El viernes fue otro día en el que las bolsas fueron de más a menos. Esta vez el responsable fue Standard & Poor's. A media sesión se levantaron los primeros rumores, en los que se adelantaba que la agencia de calificación rebajaría el rating de algunos países de la eurozona. Finalmente, S&P fue la primera en quitar a Francia el sobresaliente, la triple A, el recorte más significativo que anunció y que ahora debe valorar el mercado.
Antes de emitir su decisión, los únicos que parecían estar a salvo eran Holanda y Alemania. De ahí que las primas de riesgo de algunos países europeos, medidas como la rentabilidad adicional que exige el mercado respecto a la deuda alemana a diez años, se elevaran después de cuatro jornadas consecutivas de descensos. El diferencial de la deuda española aumentó 16 puntos, hasta los 346 puntos básicos. El repunte no impidió que la prima de riesgo acabase la semana con una caída de casi 40 puntos. Por su parte, la italiana también se relajó de 527 a 488 puntos básicos. Y la griega, fuera ya de toda lógica, ni siquiera se alteró con el rumor, desmentido posteriormente, de que en Grecia se había cerrado un acuerdo para forzar una reestructuración de la deuda.
Esta semana, Alemania no sólo se distancia de otros países de la eurozona en la seguridad de su deuda. Su principal índice, el Dax 30, es el único que acumula un avance de más del 4 por ciento en lo que va de año, después de sumar un 1,4 por ciento esta semana. La subida del 1,94 y del 2,49 por ciento que consiguieron los selectivos español e italiano, respectivamente, no sirvieron para que ninguno de ellos entrara en positivo.
Por su parte, aunque el euro recuperó ventaja frente al billete verde el jueves, la moneda única europea no sale de su senda bajista y el viernes retrocedió hasta los 1,266 dólares, el nivel más bajo en 15 meses.
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