Juan Goytisolo, hace un año en Barcelona. m. a. torres |
El pequeño cuaderno de Sarajevo, aquel en el que Juan Goytisolo (Barcelona, 1931) apuntó su "viaje a la barbarie", donde anotaba en 1993 sus impresiones durante la guerra, pasará, junto al legado literario de los últimos 30 años de trabajo del escritor, al Archivo General de la Administración (AGA), tal y como adelantó Público el pasado sábado. Se trata de la última operación de compra de archivos cerrada por el anterior equipo del extinto Ministerio de Cultura, que ayer confirmaba a este periódico la transacción por un valor de 100.000 euros.
Tal y como señaló el autor de Señas de identidad (1966) la semana pasada, esta etapa es "la más productiva". De hecho, junto a la pequeña joya manuscrita en la que empezó a pergeñarse esa crónica en primera persona, se encuentran los manuscritos de los ensayos El bosque de las letras (1995), Disidencias (1996), los guiones de la serie Alquibla para Televisión Española, así como reportajes, artículos y cartas con Orham Pamuk o Susan Sontag. Las mismas fuentes que confirmaron la compra de sus archivos, afirmaron que el escritor dona su archivo fotográfico, compuesto por instantáneas que tomó durante su estancia en los paisajes de guerra, Sarajevo, Argelia y Chechenia.
"La carga me apremiaba y debía deshacerme de ella", reconocía el autor de Campos de Níjar (1954) para explicar la necesidad de la conservación de la última parte de sus trabajos. El resto del legado se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Boston (EEUU) y en el Instituto de Estudios Almerienses, dependiente de la Diputación.
Goytisolo sigue trabajando: todavía tiene cuentas pendientes, entre ellas el Premio Cervantes. Hasta entonces defenderá una novela única, profunda e irreproducible más allá de la mente del lector. "Los novelistas más perspicaces del siglo pasado entendieron que la descripción era inútil tras el cine. Modificó completamente el arte de la novela. Otros reaccionaron profundizando en el lenguaje. Ninguna de las grandes novelas del siglo XX se ha podido llevar a la pantalla, mira Ulises de Joyce", apunta y señala que sus libros se han representado sobre un escenario, nunca en el cine.
Tal y como señaló el autor de Señas de identidad (1966) la semana pasada, esta etapa es "la más productiva". De hecho, junto a la pequeña joya manuscrita en la que empezó a pergeñarse esa crónica en primera persona, se encuentran los manuscritos de los ensayos El bosque de las letras (1995), Disidencias (1996), los guiones de la serie Alquibla para Televisión Española, así como reportajes, artículos y cartas con Orham Pamuk o Susan Sontag. Las mismas fuentes que confirmaron la compra de sus archivos, afirmaron que el escritor dona su archivo fotográfico, compuesto por instantáneas que tomó durante su estancia en los paisajes de guerra, Sarajevo, Argelia y Chechenia.
Para el escritor este archivo supone la reconstrucción de su proceso creativo, especialmente valioso en su caso puesto que siempre ha escrito a mano. "Soy uno de los últimos paleolíticos que sigue escribiendo a mano. Nunca he sabido teclear en una Olivetti", explicaba el autor por teléfono desde su residencia de Marrakech. De ahí que el propio autor entregara hace tiempo a su representante, Carmen Balcells, las joyas manuscritas para que las guardase en la cámara fuerte de la agencia.El escritor dona su archivo fotográfico con instantáneas de Sarajevo o Argelia
"La carga me apremiaba y debía deshacerme de ella", reconocía el autor de Campos de Níjar (1954) para explicar la necesidad de la conservación de la última parte de sus trabajos. El resto del legado se conserva en la Biblioteca de la Universidad de Boston (EEUU) y en el Instituto de Estudios Almerienses, dependiente de la Diputación.
Goytisolo sigue trabajando: todavía tiene cuentas pendientes, entre ellas el Premio Cervantes. Hasta entonces defenderá una novela única, profunda e irreproducible más allá de la mente del lector. "Los novelistas más perspicaces del siglo pasado entendieron que la descripción era inútil tras el cine. Modificó completamente el arte de la novela. Otros reaccionaron profundizando en el lenguaje. Ninguna de las grandes novelas del siglo XX se ha podido llevar a la pantalla, mira Ulises de Joyce", apunta y señala que sus libros se han representado sobre un escenario, nunca en el cine.
La nueva cara del MinisterioGoytisolo todavía tiene cuentas pendientes, entre ellas el Cervantes
El último Consejo de Ministros eliminó dos de las subdirecciones más activas de estos años dentro de la estructura ministerial: la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas. La supresión queda reflejada en el B.O.E. del 30 de diciembre, pero el nuevo equipo no lo ha comunicado, no así el anuncio en la web del nombramiento del antiguo director gerente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Fernando Benzo, como nuevo subsecretario del Ministerio.
Con la fusión de tres direcciones en dos, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de José Ignacio Wert perjudica al libro, los archivos y bibliotecas, que cuelgan como apéndices de los nuevos organismos: la Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro, y la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas.
Fuente: Público.es
Con la fusión de tres direcciones en dos, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de José Ignacio Wert perjudica al libro, los archivos y bibliotecas, que cuelgan como apéndices de los nuevos organismos: la Dirección General de Política e Industrias Culturales y del Libro, y la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas.
Fuente: Público.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario