SIRIA
La misión de la Liga Árabe que arribó al país para comprobar el cumplimiento de la iniciativa de solución planteada por el organismo, que estipula la liberación de los detenidos en las protestas y el repliegue militar, recibió críticas de la oposición al régimen de Bashar Al Assad por no prestar atención a las multitudinarias manifestaciones contra el régimen. Mientras que el gobierno francés se manifestó decepcionado porque la misión "no logró evitar que continúa la represión". El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafa al Dabi, destacó que "notó la existencia de grupos armados en la ciudad" y que "algunos lugares se veían un poco alterados, pero no había nada alarmante". Al Dabi es el blanco de las críticas por ser responsable de la misión y estar involucrado en los crímenes de la región sudanesa de Darfur.
El jefe de Operaciones de la misión, Adnan Isa al Jodeir, enfatizó que las autoridades sirias están cooperando con los observadores, que actúan con "total libertad" y se han desplazado también a las zonas de Deraa (sur), Hama (centro), Idleb y Alepo, estas últimas en el norte de Siria. Mientras que el general sudanés sostuvo que no vio nada "terrorífico" en Homs, una de las ciudades sirias más golpeadas por la represión, lo que fue objetado por familiares de las víctimas, Francia y organizaciones de derechos humanos.
También familiares de personas muertas en la represión en el barrio Baba Amro de Homs advirtieron que no pudieron reunirse con los observadores porque debían hacerlo en custodia de soldados. "Los observadores dejaron Baba Amro porque rechazaron entrar al barrio sin escolta", denunció un familiar que integra los movimientos de oposición.
En ese sentido, la cancillería francesa señaló que "la breve parada de los observadores no hizo posible que se hicieran una idea de la situación real en la ciudad, escenario de combates desde hace semanas. Los observadores de la Liga Árabe deben regresar a la ciudad de los mártires sin demora y (...) allí tomar el contacto necesario con la población".
Por otra parte, el observatorio nacional para los derechos humanos ratificó que los habitantes de Baba Amro no pudieron tener contacto con los observadores por la presencia de oficiales del ejército. La delegación, sostuvo el observatorio, se desplazó luego al barrio Bab Sbaa, sur de la ciudad, donde estaba preparada una manifestación de apoyo al presidente Bashar al Assad.
Una fuente de la Liga Árabe que pidió el anonimato destacó a Efe sostuvo que los observadores han comprobado que ha habido violaciones de derechos humanos, aunque no se ha podido determinar si tales excesos fueron obra de las autoridades o de grupos terroristas, según comunicaron los expertos a la sede de la organización panárabe en El Cairo.
Al Dabi reconoció que "notó la existencia de grupos armados en la ciudad" y declaró que había visto blindados, pese a que en la víspera los activistas denunciaron que los vehículos del Ejército se habían ocultado en dependencias gubernamentales, pero resaltó: "No había nada alarmante".
Desde que comenzaron las protestas, a mediados de marzo pasado, más de 5 mil personas han muerto por la represión gubernamental en Siria, según la ONU.
Fuente: Página/12
La misión de la Liga Árabe que arribó al país para comprobar el cumplimiento de la iniciativa de solución planteada por el organismo, que estipula la liberación de los detenidos en las protestas y el repliegue militar, recibió críticas de la oposición al régimen de Bashar Al Assad por no prestar atención a las multitudinarias manifestaciones contra el régimen. Mientras que el gobierno francés se manifestó decepcionado porque la misión "no logró evitar que continúa la represión". El jefe de la misión, el general sudanés Mohamed Ahmad Mustafa al Dabi, destacó que "notó la existencia de grupos armados en la ciudad" y que "algunos lugares se veían un poco alterados, pero no había nada alarmante". Al Dabi es el blanco de las críticas por ser responsable de la misión y estar involucrado en los crímenes de la región sudanesa de Darfur.
El jefe de Operaciones de la misión, Adnan Isa al Jodeir, enfatizó que las autoridades sirias están cooperando con los observadores, que actúan con "total libertad" y se han desplazado también a las zonas de Deraa (sur), Hama (centro), Idleb y Alepo, estas últimas en el norte de Siria. Mientras que el general sudanés sostuvo que no vio nada "terrorífico" en Homs, una de las ciudades sirias más golpeadas por la represión, lo que fue objetado por familiares de las víctimas, Francia y organizaciones de derechos humanos.
También familiares de personas muertas en la represión en el barrio Baba Amro de Homs advirtieron que no pudieron reunirse con los observadores porque debían hacerlo en custodia de soldados. "Los observadores dejaron Baba Amro porque rechazaron entrar al barrio sin escolta", denunció un familiar que integra los movimientos de oposición.
En ese sentido, la cancillería francesa señaló que "la breve parada de los observadores no hizo posible que se hicieran una idea de la situación real en la ciudad, escenario de combates desde hace semanas. Los observadores de la Liga Árabe deben regresar a la ciudad de los mártires sin demora y (...) allí tomar el contacto necesario con la población".
Por otra parte, el observatorio nacional para los derechos humanos ratificó que los habitantes de Baba Amro no pudieron tener contacto con los observadores por la presencia de oficiales del ejército. La delegación, sostuvo el observatorio, se desplazó luego al barrio Bab Sbaa, sur de la ciudad, donde estaba preparada una manifestación de apoyo al presidente Bashar al Assad.
Una fuente de la Liga Árabe que pidió el anonimato destacó a Efe sostuvo que los observadores han comprobado que ha habido violaciones de derechos humanos, aunque no se ha podido determinar si tales excesos fueron obra de las autoridades o de grupos terroristas, según comunicaron los expertos a la sede de la organización panárabe en El Cairo.
Al Dabi reconoció que "notó la existencia de grupos armados en la ciudad" y declaró que había visto blindados, pese a que en la víspera los activistas denunciaron que los vehículos del Ejército se habían ocultado en dependencias gubernamentales, pero resaltó: "No había nada alarmante".
Desde que comenzaron las protestas, a mediados de marzo pasado, más de 5 mil personas han muerto por la represión gubernamental en Siria, según la ONU.
Fuente: Página/12
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