Medio centenar de víctimas por la represión de las fuerzas de seguridad sirias
El resto de fallecidos se ha registrado en Deraa en choques con desertores
El rey Abdalá de Jordania pide la dimisión del presidente sirio, Bachar el Asad
EL PAÍS / AGENCIAS El Cairo / Madrid 15 NOV 2011 - 10:59 CET43
Al menos 96 personas han muerto en las últimas 24 horas de la sangrienta crisis que sacude al régimen sirio encabezado por el presidente Bachar el Asad. Medio centenar de las víctimas ha caído por la represión de las fuerzas de seguridad contra grupos opositores en varias ciudades del país. Choques entre policías, militares y soldados desertores en la localidad de Deraa, una de las más castigadas por El Asad, han dejado un balance de al menos 46 fallecidos, según los cálculos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La escalada de la violencia coincide con la vuelta de tuerca de la presión de los países árabes contra Damasco. Si la semana pasada fue la Liga Árabe la que suspendía a Siria tras el incumplimiento de la hoja de ruta pactada el pasado 2 de noviembre, ayer fue el rey Abdalá de Jordania el que pidió la dimisión de El Asad en una entrevista en la BBC. El monarca hachemí fue el primer dirigente regional que exigió la marcha del presidente del país vecino.
Los Comités de Coordinación Local, grupo opositor al régimen, han precisado que 28 personas perdieron la vida en la provincia de Deraa (sur), 13 en Homs (centro), seis en Idleb (norte), dos en Hama (centro) y una en Qameshli (noreste). El observatorio, por su parte, ha concretado que los choques en Deraa han causado la muerte de 34 miembros de las fuerzas de seguridad, por 12 del bando de los desertores.
La Unión Europea también endureció ayer sus sanciones sobre Siria, añadiendo 18 nuevos nombres a la lista de altos cargos gubernamentales y militares a los que se prohíbe viajar y tener fondos bancarios fuera del país. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, instó a Rusia y a China a que retiraran la amenaza de veto y permitieran que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera sanciones económicas.
La ONU cifra en más de 3.500 los muertos por la represión del régimen sirio contra los opositores en los últimos ocho meses.
La escalada de la violencia coincide con la vuelta de tuerca de la presión de los países árabes contra Damasco. Si la semana pasada fue la Liga Árabe la que suspendía a Siria tras el incumplimiento de la hoja de ruta pactada el pasado 2 de noviembre, ayer fue el rey Abdalá de Jordania el que pidió la dimisión de El Asad en una entrevista en la BBC. El monarca hachemí fue el primer dirigente regional que exigió la marcha del presidente del país vecino.
Los Comités de Coordinación Local, grupo opositor al régimen, han precisado que 28 personas perdieron la vida en la provincia de Deraa (sur), 13 en Homs (centro), seis en Idleb (norte), dos en Hama (centro) y una en Qameshli (noreste). El observatorio, por su parte, ha concretado que los choques en Deraa han causado la muerte de 34 miembros de las fuerzas de seguridad, por 12 del bando de los desertores.
La Unión Europea también endureció ayer sus sanciones sobre Siria, añadiendo 18 nuevos nombres a la lista de altos cargos gubernamentales y militares a los que se prohíbe viajar y tener fondos bancarios fuera del país. El ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, instó a Rusia y a China a que retiraran la amenaza de veto y permitieran que el Consejo de Seguridad de la ONU impusiera sanciones económicas.
La ONU cifra en más de 3.500 los muertos por la represión del régimen sirio contra los opositores en los últimos ocho meses.
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