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14-11-2011 / 10:20 h
Tokio, 14 nov (EFE).- El Producto Interior Bruto (PIB) de Japón creció entre julio y septiembre por primera vez desde el devastador terremoto de marzo, apoyado en la rápida recuperación de la producción industrial y en la mejora del consumo interno.
En el tercer trimestre del año, el segundo del ejercicio fiscal nipón, la tercera economía mundial progresó un 6 por ciento a ritmo interanual y un 1,5 por ciento respecto al trimestre precedente, según los datos preliminares difundidos hoy.
Se trata del mayor ritmo de expansión desde enero-marzo de 2010 gracias a la mejora de las exportaciones, que crecieron por primera vez en los últimos tres trimestres (un 6,2 por ciento), al calor de la veloz restauración de la cadena de suministros tras el tsunami.
A la capacidad de la industria nipona de recuperarse de la catástrofe, la peor sufrida por Japón desde la II Guerra Mundial, la acompañó un repunte del consumo doméstico, que representa cerca del 60 por ciento del PIB.
El consumo subió un 1 por ciento gracias sobre todo al gasto en vehículos, viajes y otras actividades de ocio de los japoneses, que en el trimestre anterior habían echado freno a sus bolsillos ante la conmoción por la tragedia y la incertidumbre por la crisis nuclear.
Tras el golpe inicial, también las empresas aumentaron sus gastos entre julio y septiembre, en un 1,1 por ciento, con una creciente demanda de maquinaria de construcción para levantar de nuevo las zonas asoladas.
Pese a los datos positivos, el Gobierno se apresuró a advertir de que la recuperación económica de Japón se ve aún borrosa a causa de la ralentización económica global y un yen extraordinariamente fuerte, que supone un serio lastre para las empresas exportadoras.
"Hay que estar atentos a los riesgos que persisten, como el deterioro de algunas economías extranjeras, el impacto de las inundaciones en Tailandia y la rápida apreciación del yen", subrayó el secretario de Estado de Política Económica y Fiscal, Motohisa Furukawa, en una rueda de prensa.
La moneda japonesa, convertida en divisa "refugio" ante la crisis de deuda en Europa y las inciertas perspectivas de la economía de EEUU, ronda desde hace meses sus máximos frente al dólar y el euro, lo que perjudica seriamente a los exportadores nipones.
Desde septiembre del año pasado Japón ha intervenido en cuatro ocasiones en el mercado de divisas para abaratar su moneda, la última el pasado 31 de octubre, cuando se calcula que vendió entre 7,5 y 8 billones de yenes (entre 70.700 y 75.400 millones de euros) a cambio de dólares.
Los efectos de estas operaciones no han durado mucho en ninguno de los casos y en la actualidad el yen ronda de nuevo las 77 unidades frente al dólar, cuando el año pasado, antes de la primera intervención, estaba por encima de las 82.
La fortaleza del yen se ha reflejado en los resultados financieros de grandes grupos como Toyota o Sony, insignias empresariales de Japón, que entre julio y septiembre presentaron unos débiles resultados que achacaron en buena parte a la cotización de la moneda nipona.
El Ministerio de Finanzas japonés ha dejado ver en varias ocasiones que la apreciación del yen se debe a factores externos, como la crisis de deuda europea, considerada por muchos analistas uno de los grandes riesgos para la recuperación nipona.
Para economistas como Kenji Tanaka, del Banco de Desarrollo de Japón, la demanda externa afectará significativamente al futuro de la economía nipona, que entre octubre y diciembre se mantendrá al alza pero ralentizará su ritmo de crecimiento, según sus previsiones.
Consciente de la importancia de la estabilidad en la zona euro, Japón ha insistido en más de una ocasión en su compromiso con la región, y ha adquirido casi el 20 por ciento de los bonos emitidos hasta ahora por el fondo europeo de rescate. EFE
Fuente: ABC.es
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