- Carlos Segovia Carlos Segovia es Corresponsal Económico y Redactor Jefe en El Mundo y el periodismo le ha llevado a salones de Bruselas, Maastricht o Washington, pero también a escombros de los Balcanes.
ContraOpa
29 NOV 2011 10:18
"¿Cuándo váis a dejar de perseguir a Zapatero?", me preguntaban en el entorno del presidente cuando ibamos a publicar el pasado viernes que se ha alquilado un chalé en una urbanización exclusiva de Madrid para seguir viviendo en la capital. ¿Hay que dejarle en paz ahora que se retira? Veamos.
En primer lugar, como ex presidente del Gobierno va a cobrar unos 155.000 euros anuales de dinero público de por vida gracias a una pensión vitalicia y a ser miembro del Consejo de Estado. Así está previsto para todos los que han tenido el honor y la responsabilidad de presidir el Gobierno en España y ya sólo eso debe implicar que observen un comportamiento ejemplar sometido a escrutinio público. La legislación española no prevé hasta ahora, como por ejemplo en Islandia, que los jefes de Gobierno respondan incluso judicialmente si han incurrido en mala gestión presupuestaria, así que Zapatero podrá disfrutar de una jubilación compatible con otros ingresos como los que se embolse por impartir conferencias por el mundo.
En cuanto a si importa o no que se alquile un chalé en la urbanización de Somosaguas en vez de irse al prometido León, sí que importa. En primer lugar, porque supone incumplir una promesa electoral. Zapatero se reservó hacer el anuncio de donde iba a vivir en su primer mitin en León. Fue el pasado 5 de mayo, en presencia de Sonsoles y del candidato del PSOE a presidir la Junta de Castilla y León, Oscar López, y allí proclamó que residiría "de forma permanente y continua" en la capital leonesa cuando dejara Moncloa. Lo corroboró dos días después en una entrevista en la Sexta cuando quedaban tres semanas para las elecciones autonómicas en, entre otras Castilla y León. Claramente pensó que podía ser un gesto que movilizaría votantes de su tierra en favor del desprestigiado PSOE.
La razón oficial de renunciar a vivir en León por un tiempo predecible es que sus hijas, de 17 y 15 años, respectivamente, se niegan a abandonar la capital de España incluso más allá de acabar los estudios de este curso, por lo que todo apunta a que la nueva casa de León se va a convertir en apenas residencia de fin de semana del ex presidente. Los psicólogos creen que este tipo de obstáculos con adolescentes pueden ser superados si los padres saben gestionar adecuadamente la mudanza implicando a sus hijos, pero parece que no ha sido el caso en la familia de Zapatero, lo cual arroja nuevas dudas sobre su capacidad de dirigir situaciones difíciles.
Tiene lógica que elija vivir en sitios que reúnan especiales condiciones de seguridad, pero tiene su aquel que el presidente escoja como municipio de residencia un feudo del Partido Popular como Pozuelo de Alarcón -al que pertenece Somosaguas- pese a las críticas constantes al modelo de gestión en los ayuntamientos del partido de Mariano Rajoy. También que prefiera vivir en una zona en la que va a tener de vecinos a banqueros de los que Rubalcaba ni él mismo querían oir hablar durante la campaña electoral.
Los presidentes del Gobierno tienen además, de por vida, tratamiento protocolario de tales con lo que eso lleva aparejado de, por ejemplo, servicios de seguridad, secretaría coche oficial y otros privilegios. Por tanto, Zapatero, al igual que a José María Aznar o Felipe González, debe medir sus pasos, ser consciente de que no escapará nunca al escrutinio público y no tomar decisiones incoherentes con lo que ha proclamado en campañas electorales para no deteriorar aún la imagen de la política entre los ciudadanos.
Fuente: EL MUNDO.es Blogs
En primer lugar, como ex presidente del Gobierno va a cobrar unos 155.000 euros anuales de dinero público de por vida gracias a una pensión vitalicia y a ser miembro del Consejo de Estado. Así está previsto para todos los que han tenido el honor y la responsabilidad de presidir el Gobierno en España y ya sólo eso debe implicar que observen un comportamiento ejemplar sometido a escrutinio público. La legislación española no prevé hasta ahora, como por ejemplo en Islandia, que los jefes de Gobierno respondan incluso judicialmente si han incurrido en mala gestión presupuestaria, así que Zapatero podrá disfrutar de una jubilación compatible con otros ingresos como los que se embolse por impartir conferencias por el mundo.
En cuanto a si importa o no que se alquile un chalé en la urbanización de Somosaguas en vez de irse al prometido León, sí que importa. En primer lugar, porque supone incumplir una promesa electoral. Zapatero se reservó hacer el anuncio de donde iba a vivir en su primer mitin en León. Fue el pasado 5 de mayo, en presencia de Sonsoles y del candidato del PSOE a presidir la Junta de Castilla y León, Oscar López, y allí proclamó que residiría "de forma permanente y continua" en la capital leonesa cuando dejara Moncloa. Lo corroboró dos días después en una entrevista en la Sexta cuando quedaban tres semanas para las elecciones autonómicas en, entre otras Castilla y León. Claramente pensó que podía ser un gesto que movilizaría votantes de su tierra en favor del desprestigiado PSOE.
La razón oficial de renunciar a vivir en León por un tiempo predecible es que sus hijas, de 17 y 15 años, respectivamente, se niegan a abandonar la capital de España incluso más allá de acabar los estudios de este curso, por lo que todo apunta a que la nueva casa de León se va a convertir en apenas residencia de fin de semana del ex presidente. Los psicólogos creen que este tipo de obstáculos con adolescentes pueden ser superados si los padres saben gestionar adecuadamente la mudanza implicando a sus hijos, pero parece que no ha sido el caso en la familia de Zapatero, lo cual arroja nuevas dudas sobre su capacidad de dirigir situaciones difíciles.
Tiene lógica que elija vivir en sitios que reúnan especiales condiciones de seguridad, pero tiene su aquel que el presidente escoja como municipio de residencia un feudo del Partido Popular como Pozuelo de Alarcón -al que pertenece Somosaguas- pese a las críticas constantes al modelo de gestión en los ayuntamientos del partido de Mariano Rajoy. También que prefiera vivir en una zona en la que va a tener de vecinos a banqueros de los que Rubalcaba ni él mismo querían oir hablar durante la campaña electoral.
Los presidentes del Gobierno tienen además, de por vida, tratamiento protocolario de tales con lo que eso lleva aparejado de, por ejemplo, servicios de seguridad, secretaría coche oficial y otros privilegios. Por tanto, Zapatero, al igual que a José María Aznar o Felipe González, debe medir sus pasos, ser consciente de que no escapará nunca al escrutinio público y no tomar decisiones incoherentes con lo que ha proclamado en campañas electorales para no deteriorar aún la imagen de la política entre los ciudadanos.
Fuente: EL MUNDO.es Blogs
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