14.11.2011 Expansion.com. Siga al autor en
La unidad se denominará BBVA Real Estate y formará parte de la estructura del área de España y Portugal, bajo el mando de Antonio Béjar, quien hasta ahora estaba al cargo de la dirección de Riesgos para España y Portugal. Dependerá de Juan Asúa, director de España y Portugal del grupo.
Dentro de BBVA Real Estate estarán los créditos a las empresas del sector del ladrillo, tanto promotoras como patrimonialistas, los inmuebles adquiridos durante la crisis como consecuencia de los impagos, y las participaciones accionariales en inmobiliarias.
Con la creación de esta unidad, BBVA quiere optimizar la gestión de estos negocios y sacarles más jugo a medio plazo. Sin embargo, el grupo ha dejado muy claro que no se trata de un banco malo, ya que estos negocios permanecerán en el balance del grupo, sin segregarse en ningún vehículo independiente. Se contabilizarán, como hasta ahora, en todos los parámetros del área de España y Portugal.
BBVA considera que tiene músculo financiero suficiente para no tener que deshacerse con pérdidas de sus activos y aguantar hasta que el panorama inmobiliario en España mejore. La entidad quiere anticiparse y posicionarse ya en la casilla de salida para adelantarse en la puesta en valor de esos activos. Se maneja un horizonte temporal que oscila entre cinco y ocho años. A largo plazo, tampoco se descarta la salida a bolsa de todo el negocio.
BBVA ha creado una nueva unidad global que integrará 30.000 millones en activos vinculados a negocios inmobiliarios, como ha adelantado hoy EXPANSIÓN.
Dentro de BBVA Real Estate estarán los créditos a las empresas del sector del ladrillo, tanto promotoras como patrimonialistas, los inmuebles adquiridos durante la crisis como consecuencia de los impagos, y las participaciones accionariales en inmobiliarias.
Con la creación de esta unidad, BBVA quiere optimizar la gestión de estos negocios y sacarles más jugo a medio plazo. Sin embargo, el grupo ha dejado muy claro que no se trata de un banco malo, ya que estos negocios permanecerán en el balance del grupo, sin segregarse en ningún vehículo independiente. Se contabilizarán, como hasta ahora, en todos los parámetros del área de España y Portugal.
BBVA considera que tiene músculo financiero suficiente para no tener que deshacerse con pérdidas de sus activos y aguantar hasta que el panorama inmobiliario en España mejore. La entidad quiere anticiparse y posicionarse ya en la casilla de salida para adelantarse en la puesta en valor de esos activos. Se maneja un horizonte temporal que oscila entre cinco y ocho años. A largo plazo, tampoco se descarta la salida a bolsa de todo el negocio.
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