Entrevista
Núria Cabutí, consejera delegada del grupo Random House Mondadori, un gigante editorial que cumple diez años
Núria Cabutí, principal ejecutiva del grupo Ran |
"Hoy hay que trabajar el texto de otro modo, usando las posibilidades técnicas" | "Estamos abiertos a crecer, y la crisis puede acelerar las decisiones de otros"
Libros | 26/10/2011 - 01:01h
El dato
- Libros a menos de dos eurosEl grupo dirigido por Cabutí (que cuenta con Plaza y Janés, Grijalbo, Mondadori, Lumen...) acaba de lanzar e-books de no ficción "más largos que un reportaje pero más cortos que un libro". Los primeros son Karama (revueltas árabes) de Olga Rodríguez; Lecciones de Fukushima de Manuel Lozano Leyva; y El enemigo, un análisis de Christopher Hitchens sobre Bin Laden. Lo más revolucionario es su precio: 1,59 euros.
Se cumplen diez años de la fusión entre Bertelsmann y Mondadori que dio origen a su grupo. El entorno editorial es hoy muy confuso, mucho más que entonces, ¿no?
Para nosotros, el balance es muy positivo. la unión de dos grupos con apoyo internacional amplio nos ha dado relevancia y desarrollo en el mercado en lengua hispana.
¿Cómo va a sobrevivir el mundo del libro?
Tengo una perspectiva optimista, siendo al mismo tiempo prudente y realista. En esta nueva etapa el rol del editor continúa siendo fundamental, sé que hay mucha discusión, pero que alguien acompañe a un autor durante toda su carrera profesional, que le ayude en la edición del texto, eso no cambia, sean cuales sean los retos. Pero la manera de leer cambia. Y cambian también, por tanto, las maneras en que se puede trabajar un texto o la obra de un autor. Las editoriales que sepamos adaptarnos a ofrecer al lector los contenidos de maneras distintas seremos premiados. Lo estamos viendo en el mercado del libro infantil: la tecnología nos ofrece unas posibilidades muy amplias, te permite llegar de modo más directo al lector.
Pero hay agentes que quieren asumir ese rol del editor, de trabajar los textos y acompañar. O libreros globales, como Amazon, que dicen que no se preocupen ustedes, que ya editan ellos...
Es un momento de repensar las funciones de todos, pero a nadie se le escapa que la función del agente, la del librero y la del editor son muy distintas. Tiene que haber margen para todos en esta nueva etapa.
¿Los que lo tienen peor son libreros y distribuidores?
En EE.UU. –el país del mundo donde estas tecnologías están más desarrolladas y difundidas– el libro digital es el 10% del mercado. Dicho de otra forma: el 90 % del mercado, allí, es del libro en papel. En España empezamos a vender ebooks hace un año, todo está en una fase embrionaria. Durante muchos años, pero muchos, el libro en papel continuará siendo el formato más deseado por los lectores. Eso sí, captando lo que quieren esos lectores, creo que las ediciones tendrán que ser cada vez más cuidadas.
Panorama general: las ventas de libros caen.
El año pasado, se registró una caída del 7% en todo el sector del libro. Es significativo. Pero la trayectoria no es uniforme en todas las editoriales, depende de cómo se promocionan y cómo se interviene en el punto de venta. Nosotros hemos aumentado cuota de mercado. en este primer semestre, en más del 10%.
¿Qué es lo que han vendido más?
Hemos aumentado en todos los segmentos, pero principalmente en ficción.
Es extraño.
Teníamos novedades de Isabel Allende, Albert Espinosa, Chufo Llorens... O El verano de los juguetes muertos de Toni Hill, una novela negra mediterránea, ambientada en Barcelona, que ya hemos vendido a doce países. En infantil, tenemos a Dora; en no ficción, a Paul Preston...
Entonces ¿no hay crisis para ustedes?
Digamos que, en condiciones adversas, estamos creciendo. Esperamos mucho también del mercado latinoamericano, que irá creciendo mucho.
Ustedes presumen de ser el segundo grupo mundial en español pero eso depende de cómo se cuente, ¿no?
Nosotros somos un grupo líder en lengua española y hablamos de liderazgo, aquí, en América latina y en EE.UU. Depende de lo que se valore. En primer lugar, está la facturación. Pero, luego, están los diferentes segmentos, o los catálogos, o los premios, y somos el grupo que más premios Nobel ha tenido en los últimos años, y eso es algo que no se mide solamente con dinero. Somos líderes en bolsillo (el 25% del mercado), en la edición digital (30% del total, con 50.000 ebooks vendidos en un año)...
La impresión de muchos es que, con Libranda, los editores españoles no se acababan de creer lo del libro digital, y que han sido los actores globales (Apple, Amazon y Google) los que lo han activado de verdad.
Libranda ha tenido muchas críticas, algunas las comparto y otras no. Es una distribuidora, no una librería. Ha impulsado los ebooks dando ayuda a todas las editoriales, a 35 de ellas, antes de que llegaran esos grandes actores internacionales. Hemos cumplido. Probablemente los medios de comunicación no entendieron los objetivos de Libranda. Apple, por ejemplo, no compite con Libranda, trabaja con ella.
Pero ahora, con los ebooks ya en iTunes y pronto en Amazon y Google, ¿no se irán algunas editoriales de Libranda?
Cada editorial verá cómo quiere trabajar y cada editorial decidirá si utiliza Libranda o no.
¿Los libreros deben asustarse?
Mire, las editoriales lo que queremos es que los libros lleguen a la máxima cantidad de autores posible, y que abran nuevas librerías, ya sean físicas o virtuales, nos parece muy bien, excelente. Ahora bien, el librero que te recomienda un libro es insustituible.
Con Amazon, Apple y Google presionando contra el precio fijo del libro, ¿cuánto durará?
El precio fijo es una ley vigente en España, que todos los actores respetan. Sería un error quitarlo, Es importante para conservar el entorno cultural.
Pero todos los editores no dicen lo mismo.
Yo, personalmente, tengo muy claro este tema, y seré firme.
De sus 13 editoriales, ¿hay unas que venden y otras que son una ruina pero dan prestigio?
Para asegurar a largo plazo la subsistencia de una editorial, se necesita un mínimo de rentabilidad, que luego permita invertir en autores que dan prestigio. A medio plazo, debe haber estabilidad.
La mayoría de libros electrónicos en España son caros, solamente un 20% menos del libro en papel. ¿Eso es porque se sigue pagando a libreros y distribuidores?
Nosotros ponemos nuestros ebooks al 50% del precio del libro físico, pero la ley nos obliga a gravarlos con un IVA del 18% en vez del 4% del libro, con lo que el lector final no percibe nuestro esfuerzo. Pedimos que el gobierno apoye el cambio de esa normativa europea.
Bajarse un libro pirata es muy fácil, ¿no?
Ese es un tema educativo que tendríamos que trabajar en las escuelas, como la educación viaria. En los países nórdicos la gente respeta la propiedad intelectual. En segundo lugar, es un tema de leyes y el gobierno español debería tener una actitud más activa. La ley Sinde es un comienzo pero no es suficiente, necesitamos más ayuda, más respeto, más dureza, porque el escritor tiene que poder vivir de lo que produce.
¿Sus ebooks están protegidos?
Permiten ser descargados hasta en seis soportes: en el ordenador, en el dispositivo móvil... lo que no puedes es empezarlo a reenviar.
Con la crisis ¿podrían los grandes grupos como ustedes volver a comprar editoriales independientes? Lo que pasó en su día con Seix Barral, Destino, Lumen...
Puede haber sellos pequeños que continúen funcionando muy bien y algunos con dificultades podrían incorporarse a los grandes grupos en los próximos años...
O, aunque no tengan dificultades, con dueños ya mayores, tal vez...
Tendrán que tomar sus propias decisiones pero, en este entorno económico es posible que se produzcan decisiones más rapidamente que en otras circunstancias.
¿Así que podríamos vivir un nuevo momento de expansión de los grupos?
Si surgieran buenas oportunidades, se podría estudiar. Lo que quiere Random House Mondadori es buscar oportunidades de crecimiento.
A ustedes les caracteriza la estabilidad. Quiero decir que los editores duran más en su puesto que en otros grupos...
No es casualidad, responde a una manera de hacer las cosas. Se invierte en formación y se impulsa el trabajo creativo de cada persona, la mezcla de eso hace que tengamos equipos muy comprometidos con la organización. Nos diferencia de otros también que damos tiempo para desarrollar proyectos propios: ofrecemos un mes sabático, remunerado, a los empleados para desarrollar un tema propio, no es algo habitual. Y siempre tenemos a gente enviada al extranjero: Italia, EE.UU, Inglatera... captando nuevas tendencias. Esta es una empresa que invierte en el desarrollo personal y profesional de su gente, y eso se nota en que los equipos duran bastante tiempo.
También parece que tienen un modelo de cantera. Usted llegó al grupo en 1992, como adjunta a la dirección general de Plaza & Janés, editorial de la que, seis años después, fue nombrada directora de marketing. Tras la fusión, en 2001, fue directora de marketing y comunicación. Luego, responsable de la división infantil y juvenil, a la que sumó DeBolsillo en el 2007.
Somos más como La Masia, a lo Barça, que no el modelo del Real Madrid de realizar fichajes externos. Yo he estado en todos los niveles de este grupo.
Estamos rodeados de italianos, en el mundo editorial español: ustedes son Mondadori (Berlusconi), Anagrama es Feltrinelli, Duomo es de Mauri Spagnol...
Los italianos ven España como una ventana para llegar al mercado hispanohablante de 500 millones de personas. Su idioma queda restringido a unas fronteras muy determinadas.
¿Se siente la mujer más poderosa de la edición en español?
Noooo, para nada, qué vergüenza... ¿Qué es el poder? Lo importante no es el poder sino la autoridad que uno tiene. Esa autoridad hay que irla ganando cada día y en ese sentido hay mujeres en el mundo editorial con muchísima más autoridad que yo. Soy partidaria de una dirección por objetivos, y del trabajo en equipo combinando la creatividad y la innovación con la efectividad.
Su grupo se ha desprendido, parcialmente, del club de lectores (Círculo), de las librerías (Bertrand)...Al ser grandes empresas, esa parte depende de otra división a nivel internacional. No lo decidimos aquí en Barcelona ni siquiera en Nueva York, esa es otra división, independiente, del grupo Bertelsmann.
Para nosotros, el balance es muy positivo. la unión de dos grupos con apoyo internacional amplio nos ha dado relevancia y desarrollo en el mercado en lengua hispana.
¿Cómo va a sobrevivir el mundo del libro?
Tengo una perspectiva optimista, siendo al mismo tiempo prudente y realista. En esta nueva etapa el rol del editor continúa siendo fundamental, sé que hay mucha discusión, pero que alguien acompañe a un autor durante toda su carrera profesional, que le ayude en la edición del texto, eso no cambia, sean cuales sean los retos. Pero la manera de leer cambia. Y cambian también, por tanto, las maneras en que se puede trabajar un texto o la obra de un autor. Las editoriales que sepamos adaptarnos a ofrecer al lector los contenidos de maneras distintas seremos premiados. Lo estamos viendo en el mercado del libro infantil: la tecnología nos ofrece unas posibilidades muy amplias, te permite llegar de modo más directo al lector.
Pero hay agentes que quieren asumir ese rol del editor, de trabajar los textos y acompañar. O libreros globales, como Amazon, que dicen que no se preocupen ustedes, que ya editan ellos...
Es un momento de repensar las funciones de todos, pero a nadie se le escapa que la función del agente, la del librero y la del editor son muy distintas. Tiene que haber margen para todos en esta nueva etapa.
¿Los que lo tienen peor son libreros y distribuidores?
En EE.UU. –el país del mundo donde estas tecnologías están más desarrolladas y difundidas– el libro digital es el 10% del mercado. Dicho de otra forma: el 90 % del mercado, allí, es del libro en papel. En España empezamos a vender ebooks hace un año, todo está en una fase embrionaria. Durante muchos años, pero muchos, el libro en papel continuará siendo el formato más deseado por los lectores. Eso sí, captando lo que quieren esos lectores, creo que las ediciones tendrán que ser cada vez más cuidadas.
Panorama general: las ventas de libros caen.
El año pasado, se registró una caída del 7% en todo el sector del libro. Es significativo. Pero la trayectoria no es uniforme en todas las editoriales, depende de cómo se promocionan y cómo se interviene en el punto de venta. Nosotros hemos aumentado cuota de mercado. en este primer semestre, en más del 10%.
¿Qué es lo que han vendido más?
Hemos aumentado en todos los segmentos, pero principalmente en ficción.
Es extraño.
Teníamos novedades de Isabel Allende, Albert Espinosa, Chufo Llorens... O El verano de los juguetes muertos de Toni Hill, una novela negra mediterránea, ambientada en Barcelona, que ya hemos vendido a doce países. En infantil, tenemos a Dora; en no ficción, a Paul Preston...
Entonces ¿no hay crisis para ustedes?
Digamos que, en condiciones adversas, estamos creciendo. Esperamos mucho también del mercado latinoamericano, que irá creciendo mucho.
Ustedes presumen de ser el segundo grupo mundial en español pero eso depende de cómo se cuente, ¿no?
Nosotros somos un grupo líder en lengua española y hablamos de liderazgo, aquí, en América latina y en EE.UU. Depende de lo que se valore. En primer lugar, está la facturación. Pero, luego, están los diferentes segmentos, o los catálogos, o los premios, y somos el grupo que más premios Nobel ha tenido en los últimos años, y eso es algo que no se mide solamente con dinero. Somos líderes en bolsillo (el 25% del mercado), en la edición digital (30% del total, con 50.000 ebooks vendidos en un año)...
La impresión de muchos es que, con Libranda, los editores españoles no se acababan de creer lo del libro digital, y que han sido los actores globales (Apple, Amazon y Google) los que lo han activado de verdad.
Libranda ha tenido muchas críticas, algunas las comparto y otras no. Es una distribuidora, no una librería. Ha impulsado los ebooks dando ayuda a todas las editoriales, a 35 de ellas, antes de que llegaran esos grandes actores internacionales. Hemos cumplido. Probablemente los medios de comunicación no entendieron los objetivos de Libranda. Apple, por ejemplo, no compite con Libranda, trabaja con ella.
Pero ahora, con los ebooks ya en iTunes y pronto en Amazon y Google, ¿no se irán algunas editoriales de Libranda?
Cada editorial verá cómo quiere trabajar y cada editorial decidirá si utiliza Libranda o no.
¿Los libreros deben asustarse?
Mire, las editoriales lo que queremos es que los libros lleguen a la máxima cantidad de autores posible, y que abran nuevas librerías, ya sean físicas o virtuales, nos parece muy bien, excelente. Ahora bien, el librero que te recomienda un libro es insustituible.
Con Amazon, Apple y Google presionando contra el precio fijo del libro, ¿cuánto durará?
El precio fijo es una ley vigente en España, que todos los actores respetan. Sería un error quitarlo, Es importante para conservar el entorno cultural.
Pero todos los editores no dicen lo mismo.
Yo, personalmente, tengo muy claro este tema, y seré firme.
De sus 13 editoriales, ¿hay unas que venden y otras que son una ruina pero dan prestigio?
Para asegurar a largo plazo la subsistencia de una editorial, se necesita un mínimo de rentabilidad, que luego permita invertir en autores que dan prestigio. A medio plazo, debe haber estabilidad.
La mayoría de libros electrónicos en España son caros, solamente un 20% menos del libro en papel. ¿Eso es porque se sigue pagando a libreros y distribuidores?
Nosotros ponemos nuestros ebooks al 50% del precio del libro físico, pero la ley nos obliga a gravarlos con un IVA del 18% en vez del 4% del libro, con lo que el lector final no percibe nuestro esfuerzo. Pedimos que el gobierno apoye el cambio de esa normativa europea.
Bajarse un libro pirata es muy fácil, ¿no?
Ese es un tema educativo que tendríamos que trabajar en las escuelas, como la educación viaria. En los países nórdicos la gente respeta la propiedad intelectual. En segundo lugar, es un tema de leyes y el gobierno español debería tener una actitud más activa. La ley Sinde es un comienzo pero no es suficiente, necesitamos más ayuda, más respeto, más dureza, porque el escritor tiene que poder vivir de lo que produce.
¿Sus ebooks están protegidos?
Permiten ser descargados hasta en seis soportes: en el ordenador, en el dispositivo móvil... lo que no puedes es empezarlo a reenviar.
Con la crisis ¿podrían los grandes grupos como ustedes volver a comprar editoriales independientes? Lo que pasó en su día con Seix Barral, Destino, Lumen...
Puede haber sellos pequeños que continúen funcionando muy bien y algunos con dificultades podrían incorporarse a los grandes grupos en los próximos años...
O, aunque no tengan dificultades, con dueños ya mayores, tal vez...
Tendrán que tomar sus propias decisiones pero, en este entorno económico es posible que se produzcan decisiones más rapidamente que en otras circunstancias.
¿Así que podríamos vivir un nuevo momento de expansión de los grupos?
Si surgieran buenas oportunidades, se podría estudiar. Lo que quiere Random House Mondadori es buscar oportunidades de crecimiento.
A ustedes les caracteriza la estabilidad. Quiero decir que los editores duran más en su puesto que en otros grupos...
No es casualidad, responde a una manera de hacer las cosas. Se invierte en formación y se impulsa el trabajo creativo de cada persona, la mezcla de eso hace que tengamos equipos muy comprometidos con la organización. Nos diferencia de otros también que damos tiempo para desarrollar proyectos propios: ofrecemos un mes sabático, remunerado, a los empleados para desarrollar un tema propio, no es algo habitual. Y siempre tenemos a gente enviada al extranjero: Italia, EE.UU, Inglatera... captando nuevas tendencias. Esta es una empresa que invierte en el desarrollo personal y profesional de su gente, y eso se nota en que los equipos duran bastante tiempo.
También parece que tienen un modelo de cantera. Usted llegó al grupo en 1992, como adjunta a la dirección general de Plaza & Janés, editorial de la que, seis años después, fue nombrada directora de marketing. Tras la fusión, en 2001, fue directora de marketing y comunicación. Luego, responsable de la división infantil y juvenil, a la que sumó DeBolsillo en el 2007.
Somos más como La Masia, a lo Barça, que no el modelo del Real Madrid de realizar fichajes externos. Yo he estado en todos los niveles de este grupo.
Estamos rodeados de italianos, en el mundo editorial español: ustedes son Mondadori (Berlusconi), Anagrama es Feltrinelli, Duomo es de Mauri Spagnol...
Los italianos ven España como una ventana para llegar al mercado hispanohablante de 500 millones de personas. Su idioma queda restringido a unas fronteras muy determinadas.
¿Se siente la mujer más poderosa de la edición en español?
Noooo, para nada, qué vergüenza... ¿Qué es el poder? Lo importante no es el poder sino la autoridad que uno tiene. Esa autoridad hay que irla ganando cada día y en ese sentido hay mujeres en el mundo editorial con muchísima más autoridad que yo. Soy partidaria de una dirección por objetivos, y del trabajo en equipo combinando la creatividad y la innovación con la efectividad.
Su grupo se ha desprendido, parcialmente, del club de lectores (Círculo), de las librerías (Bertrand)...Al ser grandes empresas, esa parte depende de otra división a nivel internacional. No lo decidimos aquí en Barcelona ni siquiera en Nueva York, esa es otra división, independiente, del grupo Bertelsmann.
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