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Orgullosos de Andalucía…

Ibiza | Lunes, 24 de octubre de 2011

El fin de semana ha dejado noticias muy curiosas. Pero me quedo con una que me ha llamado bastante la atención. Más que nada porque últimamente el PER y Andalucía están en boca de todos, hasta de quienes no entienden de que están hablando. Cuando un político habla, la gente tiende a resumir. Si yo digo que en Cataluña se gasta el doble de papel y tinta gracias al bilingüismo, probablemente alguien entienda mañana que en Cataluña se gasta el doble. Y el PER andaluz pasa por la misma situación.

Partamos de que el PER es el Programa de Fomento de Empleo Agrario. O dicho de otra manera. Es un fondo para que los ayuntamientos contraten a jornaleros en paro para la realización de determinadas obras hasta completar el tiempo necesario para cobrar el subsidio por desempleo para jornaleros. Si alguien hace como que contrata y no se realiza la obra, o simplemente esta persona no va a trabajar, se está produciendo un fraude. Esta ayuda no se otorga sólo a Andalucía y Extremadura. Va mucho más allá, pero tampoco me quiero extender. Las llamadas peonadas que se firman tan sólo sirven para justificar un número de días trabajados al año, lo que da derecho a acceder al programa de fomento y posteriormente al subsidio. Los controles han destapado un total de poco más de mil seiscientos fraudes en toda Andalucía que han sido sancionados. Evidentemente, habrá más. Pero los datos son los que son.

Hablamos de mil seiscientos fraudes sobre una población de 8.415.490 habitantes en 2011. Pues bien, leo que en Ibiza se han detectado extranjeros que han vuelto a su país cobrando el paro o la “ayuda”. Esto también es fraude. No se puede cobrar ninguna de las dos cosas si vives en el extranjero. Puedes ir, con permiso, un máximo de quince días bajo previo comunicado y aprobación. Pues bien, en Baleares se han detectado unos mil trescientos casos de extranjeros que se encuentran en esta situación. Como digo, se han detectado, habrá más. Y ni tan siquiera hablamos de personas que han sido descubiertas después de un control de la inspección de trabajo. Son datos tan sencillos de comprobar en el momento de la salida del inmigrante que da hasta miedo pensar como se realizan las cosas. Pero claro, aquí también se habla catalán y, no estaría bien escupir cuando el viento te viene en contra.