Eva Santis
Madrid, 20 ago (EFE).- Entre los temores a una nueva recaída en la recesión a ambos lados del Atlántico y la inquietud por la banca europea, en el contexto de la continua crisis de la deuda en la zona euro, los mercados de valores han vivido otra semana de pérdidas.
Presa del miedo al riesgo, los inversores se refugiaron en el oro, que encadenó máximos sucesivos y cerró anoche en 1.852 dólares la onza en Nueva York, y en bonos del Tesoro estadounidense y los "bund" alemanes, cuyos intereses cayeron a mínimos históricos.
También se refugiaron en el franco suizo y el yen, lo que llevó a Suiza a anunciar nuevas medidas para combatir la apreciación de su moneda ante el dólar y el euro, y a Japón a pensar en una nueva intervención para forzar el yen a la baja, después de que la moneda de EEUU cayera a 75,95 yenes, un mínimo de la posguerra mundial.
La ola vendedora, que se cebó en la banca europea, hizo que los mercados de acciones de Europa y EEUU cayeran por cuarta semana consecutiva, en medio de una fuerte y continua volatilidad.
El índice Stoxx Europe 600 cayó más del 6 % y está a su nivel más bajo en dos años. La Bolsa de Fráncfort ha caído esta semana un 8,6 %, París un 6,1 %, Madrid un 5,84 %, Londres un 5,2 % y Milán un 4,4 %. Los retrocesos en un mes oscilan entre un 15 y un 25 %.
En Wall Street, el Dow Jones acumula un retroceso del 4 % desde el lunes, el S&P500 del 4,6 % y el Nasdaq del 6,6 %. En un mes estos índices arrojan descensos respectivos del 14,7 %, 16,4 % y 18%.
Los mercados de Latinoamérica cerraron el viernes a la baja, igual que los principales de Asia.
A los malos datos sobre la primera economía mundial divulgados esta semana (la brusca contracción manufacturera en la región de Filadelfia, la caída de ventas de casas y la subida de los precios de consumo y producción), se sumaron las revisiones a la baja de las previsiones para este año y el siguiente.
Así, JP Morgan Chase vaticina ahora un crecimiento del PIB de EEUU de sólo el 1 % en el IV trimestre de este año y del 0,5 % en el primero de 2012, y ve elevados los riesgos de recaída.
Para Morgan Stanley, que revisó a la baja sus previsiones para la economía mundial, EEUU y Europa están "peligrosamente cerca" de una recesión.
En el segundo trimestre, el PIB de Alemania se frenó bruscamente y creció sólo un 0,1 % (en lugar del 0,5 % esperado). Lastrada por el parón en Alemania y Francia y por el impacto de la continua crisis de la deuda, la zona euro creció solamente un 0,2 %, muy lejos del 0,8 % registrado en los tres primeros meses del año.
La brusca ralentización en la zona euro sumada al descenso de la inflación en julio podría llevar al Banco Central Europeo (BCE) a renunciar a nuevas subidas de los tipos de interés este año e incluso a pensar en bajarlos en 2012, dicen algunos analistas.
Las compras de deuda española e italiana por el BCE han frenado el aumento de las primas de riesgo de los dos países, pero sigue sin vislumbrarse una solución a la crisis de la deuda en la zona euro, a la vez que las exigencias de varios países amenazan con descarrilar el segundo plan de rescate de Grecia.
Lejos de aplacar a los mercados, la cumbre franco-alemana del martes en París contribuyó a alimentar la ola vendedora, con su plan de tasa europea sobre las transacciones financieras y su rechazo a la idea de eurobonos como solución a la crisis actual.
La propuesta de crear un "verdadero gobierno económico" de la zona euro, de introducir la "regla de oro" del equilibrio presupuestario en la Carta Magna o legislación de los 17 países, y de suspender los fondos estructurales y de cohesión a los incumplidores suscitó reacciones dispares de los socios.
El Gobierno español aprobó ayer nuevas medidas de ajuste así como un estímulo fiscal para la compra de vivienda nueva. Y Francia anunciará el miércoles acciones adicionales para reducir el déficit.
El viernes, día en que se conocerá el segundo cálculo del PIB de EEUU en el II trimestre, centrará toda la atención el discurso del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en la reunión informal anual con colegas y expertos en Jackson Hole (Wyoming) y lo que pueda decir sobre un posible tercer programa de estímulo. EFE
Fuente: terra
Madrid, 20 ago (EFE).- Entre los temores a una nueva recaída en la recesión a ambos lados del Atlántico y la inquietud por la banca europea, en el contexto de la continua crisis de la deuda en la zona euro, los mercados de valores han vivido otra semana de pérdidas.
Presa del miedo al riesgo, los inversores se refugiaron en el oro, que encadenó máximos sucesivos y cerró anoche en 1.852 dólares la onza en Nueva York, y en bonos del Tesoro estadounidense y los "bund" alemanes, cuyos intereses cayeron a mínimos históricos.
También se refugiaron en el franco suizo y el yen, lo que llevó a Suiza a anunciar nuevas medidas para combatir la apreciación de su moneda ante el dólar y el euro, y a Japón a pensar en una nueva intervención para forzar el yen a la baja, después de que la moneda de EEUU cayera a 75,95 yenes, un mínimo de la posguerra mundial.
La ola vendedora, que se cebó en la banca europea, hizo que los mercados de acciones de Europa y EEUU cayeran por cuarta semana consecutiva, en medio de una fuerte y continua volatilidad.
El índice Stoxx Europe 600 cayó más del 6 % y está a su nivel más bajo en dos años. La Bolsa de Fráncfort ha caído esta semana un 8,6 %, París un 6,1 %, Madrid un 5,84 %, Londres un 5,2 % y Milán un 4,4 %. Los retrocesos en un mes oscilan entre un 15 y un 25 %.
En Wall Street, el Dow Jones acumula un retroceso del 4 % desde el lunes, el S&P500 del 4,6 % y el Nasdaq del 6,6 %. En un mes estos índices arrojan descensos respectivos del 14,7 %, 16,4 % y 18%.
Los mercados de Latinoamérica cerraron el viernes a la baja, igual que los principales de Asia.
A los malos datos sobre la primera economía mundial divulgados esta semana (la brusca contracción manufacturera en la región de Filadelfia, la caída de ventas de casas y la subida de los precios de consumo y producción), se sumaron las revisiones a la baja de las previsiones para este año y el siguiente.
Así, JP Morgan Chase vaticina ahora un crecimiento del PIB de EEUU de sólo el 1 % en el IV trimestre de este año y del 0,5 % en el primero de 2012, y ve elevados los riesgos de recaída.
Para Morgan Stanley, que revisó a la baja sus previsiones para la economía mundial, EEUU y Europa están "peligrosamente cerca" de una recesión.
En el segundo trimestre, el PIB de Alemania se frenó bruscamente y creció sólo un 0,1 % (en lugar del 0,5 % esperado). Lastrada por el parón en Alemania y Francia y por el impacto de la continua crisis de la deuda, la zona euro creció solamente un 0,2 %, muy lejos del 0,8 % registrado en los tres primeros meses del año.
La brusca ralentización en la zona euro sumada al descenso de la inflación en julio podría llevar al Banco Central Europeo (BCE) a renunciar a nuevas subidas de los tipos de interés este año e incluso a pensar en bajarlos en 2012, dicen algunos analistas.
Las compras de deuda española e italiana por el BCE han frenado el aumento de las primas de riesgo de los dos países, pero sigue sin vislumbrarse una solución a la crisis de la deuda en la zona euro, a la vez que las exigencias de varios países amenazan con descarrilar el segundo plan de rescate de Grecia.
Lejos de aplacar a los mercados, la cumbre franco-alemana del martes en París contribuyó a alimentar la ola vendedora, con su plan de tasa europea sobre las transacciones financieras y su rechazo a la idea de eurobonos como solución a la crisis actual.
La propuesta de crear un "verdadero gobierno económico" de la zona euro, de introducir la "regla de oro" del equilibrio presupuestario en la Carta Magna o legislación de los 17 países, y de suspender los fondos estructurales y de cohesión a los incumplidores suscitó reacciones dispares de los socios.
El Gobierno español aprobó ayer nuevas medidas de ajuste así como un estímulo fiscal para la compra de vivienda nueva. Y Francia anunciará el miércoles acciones adicionales para reducir el déficit.
El viernes, día en que se conocerá el segundo cálculo del PIB de EEUU en el II trimestre, centrará toda la atención el discurso del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en la reunión informal anual con colegas y expertos en Jackson Hole (Wyoming) y lo que pueda decir sobre un posible tercer programa de estímulo. EFE
Fuente: terra
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