Córdoba - Andalucía
Asociaciones de ayuda a inmigrantes corroboran el fenómeno, visible en el Centro de la ciudad
Día 14/08/2011 - 11.06h
VALERIO MERINO |
Como si fuese un fenómeno de carácter guadianesco, condenado a aparecer y desaparecer de forma periódica, la mendicidad con niños vuelve a darse en las calles de Córdoba. Los ciudadanos hace tiempo que lo denuncian a título individual y en las cartas al director de los medios de comunicación, y un paseo por el Centro de la ciudad y en especial a las puertas de las iglesias después de las celebraciones de misas constata que varias decenas de personas siguen utilizando a sus hijos para pedir.
Se trata casi siempre de mujeres rumanas de etnia gitana, afincadas, junto a sus familias, en campamentos en las afueras de la ciudad desde principios de la primera década del siglo XXI. Para sobrevivir recurren a la mendicidad y a la búsqueda en la basura, y en los últimos meses las mujeres, que son quienes se ocupan de pedir, han vuelto a utilizar a sus hijos, muchas veces bebés de muy corta edad y en ocasiones con hasta tres pequeños, como se constata mediante documentos gráficos. No sólo los llevan en brazos mientras piden, sino que en ocasiones lo hacen también los propios pequeños.
Fuentes de la Asociación Pro Inmigrantes de Córdoba confirmaron a ABC que han podido comprobar cómo ha aumentado este tipo de mendicidad, prohibida por la ley, por las calles de Córdoba, y añadieron que hasta ahora no habían actuado. La entidad tiene por norma intervenir cuando son los inmigrantes quienes se dirigen para solicitar ayuda o formular cuestiones. «Generalmente no suelen venir aquí. Los rumanos que acuden tienen todos los documentos en regla y no son de etnia gitana, sino más integrados», confirmaron.
Primeras apariciones
Planes Desde 2005, el Ayuntamiento y las organizaciones trabajaron por evitar el fenómeno con distintas actuaciones
La aparición de la mendicidad con niños se produce cuando se cumplen cinco años de las últimas medidas tomadas por el Ayuntamiento de Córdoba para erradicarla de las calles. Se hizo notar a mediados de la pasada, coincidiendo con la llegada de los inmigrantes rumanos a la ciudad. Para entonces, la estampa de ver a personas valiéndose de sus hijos para pedir limosna casi estaba erradicada de las calles, porque en décadas anteriores, sobre todo en los años ochenta, se repetía con cierta frecuencia.
Las organizaciones, la Policía y el Ayuntamiento de Córdoba trabajaron conjuntamente, no sin fricciones entre las asociaciones y el Consistorio, a partir de 2005, para intentar buscar una solución y para escolarizar a los niños.
La intervención policial se tiene que limitar a identificar a la madre y explicarle que en España está prohibido pedir limosna valiéndose de los niños, porque ni siquiera hay argumentos para retirarles la custodia de unos menores por lo general bien nutridos y cuidados. Las cifras hablan de que podrían rondar los 400 en toda la ciudad.
Una de las iniciativas que tuvo más éxito en el año 2006 fue la integración de los menores en la Escuela Municipal Infantil, que acoge a menores desde 0 a 6 años, no todos inmigrantes ni de etnia gitana. Con ello se conseguía inculcar hábitos en los niños que difícilmente podrían adquirir en los grupos, de carácter nómada, a los que pertenecen. El más llamativo, los horarios, y la necesaria disciplina que rige el centro escolar, uno de los más difíciles de inculcar, pero también la socialización con otros menores de la misma edad y de distintos orígenes. También se crean hábitos de higiene y de educación y se evita que sus padres y madres se sirvan de ellos para mendigar. De la misma época son las unidades de Intervención Social en la calle, que intentaron evitar que se utilizara a niños para mendigar. Esto hizo que a partir de 2007 la estampa de las mujeres rumanas de etnia gitana pidiendo con sus hijos (niñas, en casi todos los casos, probablemente como producto de los valores de su cultura) fuese mucho menos frecuente, si bien no dejaban de darse problemas puntuales con los distintos campamentos que hacían en las afueras y con determinados desalojos.
Ahora el problema vuelve a estar en el tejado del Ayuntamiento, ya gobernado por el PP, y de la Policía, que no puede actuar de forma taxativa a no ser que sorprenda en las madres cometiendo delitos «in fraganti», cosa que no sucede.
Fuente ABC CÓRDOBA
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