La Isla del Lector: Un libro recoge las anécdotas que han marcado la historia de los barrios de Barcelona

Los secretos de los barrios de Barcelona' 
 

El periodista José Luis Caballero recuerda en el volumen momentos tan dispares como la visita de Buffalo Bill o las famosas 'piquiponadas' del alcalde Pich i Pon

Amasó una fortuna. Actuó ante emperadores, reyes y gobernantes, pero Buffalo Bill acabó arruinado y pasó sus últimos días en la casa de una hermana LV

Cultura | 19/08/2011 - 11:24h

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• Buffalo Bill visita Barcelona

Barcelona (EFE).- Un loro que imitaba el silbido del tranvía, el alcalde de las "piquiponadas", la muela de Buffalo Bill o el naufragio en el que murieron 24 marines en el puerto de Barcelona son algunas de las anécdotas y hechos casi olvidados que se recogen en el libro Los secretos de los barrios de Barcelona.

El periodista y novelista José Luis Caballero ha explicado a Efe que con este nuevo libro ha concluido su trilogía formada por Los secretos de las calles de Barcelona y Los secretos de las plazas de Barcelona (Ed.Robinbook).

Tras meses buceando en hemerotecas y bibliotecas, husmeando por las librerías de viejo del mercado de Sant Antoni, removiendo bases de datos y recopilando historias orales de numerosos vecinos de la capital catalana, Caballero ha descubierto cientos de anécdotas y de personajes que han configurado la historia de la capital catalana.

Las hay divertidas, pero muchas, demasiadas, son historias lúgubres, de accidentes y homicidios, ocurridos en cada uno de los barrios de Barcelona que conmocionaron en su día a sus vecinos, pero que, como toda mala noticia, la memoria tiende a olvidar. "He intentado hacer un trabajo periodístico", ha señalado Caballero, que escoge al loro de la calle Taulat y al ex alcalde Joan Pich i Pon como dos de las anécdotas que más le han gustado en su trabajo de búsqueda de historias curiosas de los barrios. El loro aún existe, aunque disecado, en el bar La Licorera, en la calle Taulat, en el barrio de Poble Nou. El pájaro, oriundo de Guinea, le fue regalado en 1957 al propietario del bar, que está situado justo delante de donde tenía su origen el tranvía 36.

A los pocos días, el loro memorizó el sonido del silbato de los tranvías que avisaban de su partida, de modo que lo reproducía con milimétrica exactitud. Muchos de los vecinos que esperaban la salida del tranvía en el bar abandonaban precipitadamente su cortado al oír el sonido sin darse cuenta que salía de la garganta del animal, lo que motivó quejas a la compañía y ésta obligó al propietario a encerrar al loro en la bodega. Otro episodio que recuerda el libro es la estancia de Buffalo Bill en Barcelona con su circo, entre 1889 y 1890, pero lo que poca gente sabe es que algunos indios de su espectáculo enfermaron con la viruela y fueron ingresados en el hospital Sant Pau, mientras que el propio Buffalo Bill tuvo que ser atendido en el mismo hospital de un fuerte dolor de muelas. Entre los episodios trágicos que ha vivido la capital catalana, Caballero recuerda que entre 1951 y 1987 contingentes de hasta 10.000 marineros norteamericanos de la sexta flota ocupaban el denominado Barrio Chino, el actual Raval. El 17 de enero de 1977, una lancha sobrecargada zozobró en el puerto, ante el Moll de la Fusta, y murieron 24 marines norteamericanos, que pertenecían a las dotaciones del buque de transporte "Trenton" y del porta-helicópteros "Guam". Las cuitas entre el empresario Eusebi Güell y su genial arquitecto Antoni Gaudí, las peripecias de algunos presidentes del FC Barcelona y de otros personajes que dan nombre a algunas calles, como el doctor José de Letamendi, que fue vilipendiado por Pio Baroja en El árbol de la ciencia, son otras historias que salpican las páginas del libro.

Uno de los personajes que más sorprendió al autor fue el lerrouxista Joan Pich i Pon, que fue alcalde accidental de Barcelona en varias ocasiones entre 1915 y 1917. Tales eran las ocurrencias y extravagancias de este alcalde que los diarios de la época crearon una sección llamada "piquiponadas". La fuga de película de 45 reclusos de la cárcel Modelo el 2 de junio de 1978 a través de un túnel excavado hasta las cloacas, o la celebración del Primer Congreso Internacional Espiritista en 1876, organizado por la sevillana Amalia Domingo Soler, vecina de Gracia, con fuerte polémica con la jerarquía eclesiástica, son otras de las historias que relata el libro.

Fuente: LA VANGUARDIA.com