ECONOMÍA | Reunión de Consejeros del BBVA en Mexico
El ex presidente Lula da Silva en México. | Efe
El expresidente de Brasil se dedica básicamente ahora a dar conferencias, a explicar el modelo que ha convertido a su país en uno de los emergentes más importantes del planeta con cifras macroeconómicas que son la envidia de muchos otros. Con tales credenciales, este martes tenía cita en México, en la Reunión Anual de los Consejeros de Bancomer, la filial mexicana del BBVA. Y con tales antecedentes, ante el atril, se ha erigido en un respetado opinador sobre la situación económica mundial.
Y en ese contexto ha hecho alusión a España. "No puedo entender cómo un país como España puede estar así, no lo entiendo", ha destacado Luiz Inázio Lula da Silva. "Como dije a Zapatero hace unos días cuando lo vi: '¡Por Dios, no es posible, hay algo mal aquí!'".
El diagnóstico del ex presidente brasileño incluye un destacado sobre el desempleo juvenil y la pérdida de capacidad de desarrollo de políticas económicas en España, pero también un reproche a la canciller alemana: "Angela Merkel no tenía derecho a retrasar tanto el arreglo del problema de Grecia", ha condenado Lula.
Frente a la imagen de América Latina, a la que Lula ve "mucho más libre que Europa" y en pleno crecimiento, el análisis sobre el Viejo Continente reclama, en opinión del brasileño, la adopción de medidas urgentes. "Este es un momento para la osadía, es un momento de hacer las cosas que hay que hacer, duela a quien duela", ha advertido.
Su experiencia de Gobierno le ha hecho aprender, ha dicho, que "hay momentos en que es más importante construir el consenso, unir a todos los diferentes para derrotar a los antagónicos, eso es hacer buena política y parece que Europa ha desaprendido a hacer política".
Lula ve hoy "muy debilitada a la izquierda" en Europa, pero tanto a sus dirigentes como a los de la derecha les ha advirtido de que la única receta para el éxito de sus países es ese consenso, buscar la alianza con el partido opositor y adoptar las medidas necesarias. "No se pueden subordinar los intereses de un país ni de una ciudad a los de un partido político o unas elecciones".
Fuente: EL MUNDO.es
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