Acuerda levantar la suspensión de pagos del presidente de la inmobiliaria
X. Aja - Lunes, 27 de Junio de 2011 - Actualizado a las 05:47h
BILBAO. La banca reconoce implícitamente un menor valor de los activos inmobiliarios, pisos y terrenos, al estar dispuesta a aceptar una quita de al menos el 60% para levantar la suspensión de pagos personal del presidente de la inmobiliaria Fadesa-Martinsa, Fernando Martín, si este decide pagar en especie la deuda que arrastra. El acuerdo, según empresarios del sector, lanzaría a los mercados el mensaje de que el precio de los pisos en el Estado español estaría todavía claramente sobrevalorado desde los máximos de 2007.
El principal responsable de la citada empresa inmobiliaria superará esta semana el proceso de concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos, que atraviesa como persona física desde el año del estallido de la crisis en 2008. Ese 60% es la quita que ofrece a sus acreedores para salir adelante.
El presidente de una de las primeras compañías del sector inmobiliario en el Estado español, muestra así hasta donde tienen que ajustarse los precios de la vivienda para adecuarse a la realidad actual del mercado español.
El empresario cuenta con el respaldo de "prácticamente todos sus acreedores", en su mayor parte entidades financieras, -no deja de ser sorprendente que los bancos y cajas que se niegan a revisar a la baja las valoraciones de los pisos, sí aceptan quitas de dicho calibre para los grandes empresarios o aceptan transformar una deuda de 1.200 millones de euros, en acciones de las inmobiliarias, caso de Metrovacesa-, al plan de pago de deuda.
La propuesta se votará en la junta de acreedores convocada para este miércoles, según Europa Press. En la propuesta sobre las condiciones y el calendario del pago de deuda, Fernando Martín plantea dos alternativas de cobro, una de las cuales incluye el pago en especie, esto es, con inmuebles y títulos de la inmobiliaria, de la que es primer accionista con el 44,4% del capital.
En concreto, la primera de las dos alternativas plantea el pago en efectivo, pero con una quita del 60% y en un plazo de más de cinco años. La segunda alternativa contempla una quita del 67,5% y el pago en especie (inmuebles y acciones de Martinsa Fadesa), pero antes de cinco años. Estas cifras muestran la realidad de la gravedad por la que atraviesa el sector de la vivienda del Estado español tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
La recuperación de la construcción pasa, según los analistas, por tres factores: Una rebaja sustancial del precio de los pisos, concesión de financiación a precios adecuados por parte de bancos y cajas, y confianza del comprador en el futuro, básicamente en que mantendrá su puesto de trabajo.
Respecto al precio, los analistas consideran que en un Estado como el español con una tasa de natalidad baja, con una densidad de población por kilómetro cuadrado de las más bajas de Europa occidental y con un nivel salarial de 22.511 euros brutos anuales, según los últimos datos del INE, no tiene sentido alguno que el precio medio de la vivienda supere a los de países como Inglaterra, Londres a aparte, o Alemania.
En el supuesto de que un español quisiese comprarse un piso, no debería pagar por él más de 4,5 veces sus ingresos brutos anuales, media en Europa, según economistas críticos con el modelo español de desarrollo, es decir que el precio de su futura vivienda tendría que rondar los 100.000 euros.
Según la Sociedad de Tasación, en el País Vasco, la comunidad con el salario medio más alto del Estado en 2009, con 26.162 euros anuales, se necesitan cerca de 11,7 veces el total de sueldo anual para comprar un piso porque el precio medio de las viviendas en la CAV rondó los 307.700 euros.
Fuente: Deia.com
El principal responsable de la citada empresa inmobiliaria superará esta semana el proceso de concurso de acreedores, la antigua suspensión de pagos, que atraviesa como persona física desde el año del estallido de la crisis en 2008. Ese 60% es la quita que ofrece a sus acreedores para salir adelante.
El presidente de una de las primeras compañías del sector inmobiliario en el Estado español, muestra así hasta donde tienen que ajustarse los precios de la vivienda para adecuarse a la realidad actual del mercado español.
El empresario cuenta con el respaldo de "prácticamente todos sus acreedores", en su mayor parte entidades financieras, -no deja de ser sorprendente que los bancos y cajas que se niegan a revisar a la baja las valoraciones de los pisos, sí aceptan quitas de dicho calibre para los grandes empresarios o aceptan transformar una deuda de 1.200 millones de euros, en acciones de las inmobiliarias, caso de Metrovacesa-, al plan de pago de deuda.
La propuesta se votará en la junta de acreedores convocada para este miércoles, según Europa Press. En la propuesta sobre las condiciones y el calendario del pago de deuda, Fernando Martín plantea dos alternativas de cobro, una de las cuales incluye el pago en especie, esto es, con inmuebles y títulos de la inmobiliaria, de la que es primer accionista con el 44,4% del capital.
En concreto, la primera de las dos alternativas plantea el pago en efectivo, pero con una quita del 60% y en un plazo de más de cinco años. La segunda alternativa contempla una quita del 67,5% y el pago en especie (inmuebles y acciones de Martinsa Fadesa), pero antes de cinco años. Estas cifras muestran la realidad de la gravedad por la que atraviesa el sector de la vivienda del Estado español tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.
La recuperación de la construcción pasa, según los analistas, por tres factores: Una rebaja sustancial del precio de los pisos, concesión de financiación a precios adecuados por parte de bancos y cajas, y confianza del comprador en el futuro, básicamente en que mantendrá su puesto de trabajo.
Respecto al precio, los analistas consideran que en un Estado como el español con una tasa de natalidad baja, con una densidad de población por kilómetro cuadrado de las más bajas de Europa occidental y con un nivel salarial de 22.511 euros brutos anuales, según los últimos datos del INE, no tiene sentido alguno que el precio medio de la vivienda supere a los de países como Inglaterra, Londres a aparte, o Alemania.
En el supuesto de que un español quisiese comprarse un piso, no debería pagar por él más de 4,5 veces sus ingresos brutos anuales, media en Europa, según economistas críticos con el modelo español de desarrollo, es decir que el precio de su futura vivienda tendría que rondar los 100.000 euros.
Según la Sociedad de Tasación, en el País Vasco, la comunidad con el salario medio más alto del Estado en 2009, con 26.162 euros anuales, se necesitan cerca de 11,7 veces el total de sueldo anual para comprar un piso porque el precio medio de las viviendas en la CAV rondó los 307.700 euros.
Fuente: Deia.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario