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sábado, 18 de junio de 2011

Cóctel cultural: Leonora Carrington, una rebelde surrealista que amó México

94 mágicos años
Leonora Carrington. | EfeLeonora Carrington. | Efe
  • Se relacionó con artistas como Max Ernst, Luis Buñuel o Frida Kahlo
  • El Nobel Octavio Paz la calificó como 'delirante y maravillosa'
  • Fue íntima amiga de la artista española Remedios Varo
La pintora mexicana de origen inglés Leonora Carrington ha fallecido en México tras una vida de rebeldía y pasiones, que la llevó a huir del fascismo europeo y encontrar en México un nuevo hogar donde estuvo rodeada de amigos y de algunos artistas del movimiento surrealista, como la española Remedios Varo.
Nacida en Chorley (Inglaterra) el 6 de abril de 1917 en una familia adinerada británica, Carrington vivió desde los años cuarenta en México, país que convirtió en su hogar y donde residía alejada de la fama.
Hija de un empresario británico y una madre de origen irlandés, escapó de la tutela de ambos siendo joven, interesada en una vida artística que cultivaría en la 'Chelsea School of Arts y la Academia Ozenfant de Londres'.

Un espíritu surrealista e inconformista

La joven Leonora pasó por varias escuelas regentadas por religiosas, pero no encajó en ninguna por su espíritu inconformista que la acompañaría y cultivaría toda la vida.
En la capital inglesa conoció al pintor surrealista Max Ernst (1891-1976), de quien sería compañera algunos años pero sobre quien, en los últimos años de su vida, no quería ni oír hablar.
Con él viajaría a París donde congenió con artistas clave del movimiento surrealista como Salvador Dalí, Marcel Duchamp, André Breton y Pablo Picasso.
Carrington participaría en una magna exposición con otras figuras del movimiento en 1938, que se presentó en Amsterdam y París, pero poco después su vida entraría en una etapa muy difícil cuando los nazis invaden Francia y Ernst fue llevado a un campo de concentración.
En 1940 Carrington llega a la España franquista, donde, en medio de una enorme tensión, sufre una crisis nerviosa y, por orden de su familia, es ingresada en un manicomio en Santander.
Allí pasaría por una auténtica pesadilla, fuertemente sedada y vigilada por enfermeras, pero finalmente logró escapar y llegar a Lisboa.

Renato Leduc, tres años de amor

En la capital lusa conoció al poeta y diplomático mexicano Renato Leduc, con quien se casó y quien la ayudaría a huir a Nueva York, ciudad en la que se reencontraría con su ex amante Ernst y con la mecenas Peggy Guggenheim.
En 1942, con Leduc, llegó a México, aunque se separaría de él un año más tarde. En esa etapa coincidió con Diego Rivera, de quien apreciaba su humor, y la pintora Frida Kahlo.
Sin embargo, uno de los mayores regalos que le dio este país fue el reencuentro con la que sería una de sus mejores amigas, la española exiliada Remedios Varo (1908-1963), a quien había conocido en París.

Remedios Varo, su gran amiga

Con Varo compartió Carrington proyectos artísticos y angustias, y de la mano de ella entró en contacto con un círculo de artistas como Alice Rahon y Wolfgang Paalen.
El estilo de ambas refleja ámbitos oníricos y mágicos que, en el caso de Carrington, quedan plasmados en una de sus obras clave, 'El mundo mágico de los mayas', que se encuentra en el Museo de Antropología de la capital mexicana.
Otros cuadros destacados de la artista fueron 'La giganta', 'Quería ser pájaro', 'Laberinto', 'El despertar', 'Y entonces vi a la hija del Minotauro', y 'El juglar'.
Leonora estaba familiarizada desde pequeña con los mitos celtas, muy presentes en sus cuadros y obras de teatro, a los que se sumaría los mundos mágicos y fantásticos que hallaría en México, un país mágico que tuvo una enorme influencia en su obra desde la variedad de culturas indígenas y prehispánicas.
En México coincidió con Luis Buñuel y se casó con el fotógrafo judío de nacionalidad húngara, Emericz Chiki Weisz. Con él tuvo a sus hijos Gabriel y Pablo, a los que estaba muy unida. Durante toda su vida defendió la causa de la mujer y las de los judíos.
De Carrington dijo el Nobel mexicano Octavio Paz que era "un personaje delirante, maravilloso", "un poema que camina, que sonríe, que de repente abre una sombrilla que se convierte en un pájaro que se convierte después en pescado y desaparece".
También la escritora mexicana Elena Poniatowska, que este año escribió 'Leonora' (Planeta), una novela inspirada en su vida, consideró a Carrington una figura "tan grande" como la de la propia Frida Kahlo.
"Creo que (Carrington) es cada vez más fuerte y que va a ser más fuerte a medida que pase el tiempo. Es, de veras, tan única como lo fue Frida Kahlo en su época, nada más que ella no quiso hacerse pública".
Fiemte: El mundo

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