Belén Romana, presidenta del 'banco malo'. (EFE)
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E. Segovia14/12/2012 (12:16).
La entrada de los grandes bancos -a excepción del BBVA- en el capital del 'banco malo', confirmada este jueves, tendrá contrapartidas. La principal es que se le ha concedido una de sus principales peticiones para aportar dinero al proyecto: que Sareb pueda pagar dividendos antes del final de los 15 años de su vida, tal como adelantó El Confidencial. Será a partir del quinto, si tiene beneficios y si se cumplen algunas condiciones de capital y deuda. De esta forma, se incrementa notablemente la rentabilidad del vehículo y permite a los inversores ir recuperando parte de su inversión sin tener que esperar al final de un plazo tan largo.
El Gobierno ha tenido que arrancar esta concesión a Bruselas, que había prohibido expresamente el pago de dividendo. Según fuentes conocedoras de la situación, el departamento de Luis de Guindos ha convencido a las autoridades comunitarias con el argumento de que era necesario realizar esta concesión para que los bancos sanos entrasen en el capital con cantidades suficientes y para que el 'banco malo' pudiera arrancar antes de fin de año como establece el Momorándum de Entendimiento (MoU).
El plan de negocio de Sareb presentado hasta ahora a los inversores contemplaba que no podría repartir dividendos hasta que no repague toda su deuda, lo cual no ocurrirá previsiblemente hasta el final de la vida del vehículo,. Eso significa que los accionistas no recuperarían un euro de su inversión hasta entonces, lo que no resultaba nada atractivo para los potenciales inversores. "Lo del dividendo era un tema crítico", explica una fuente de una gran entidad.
Además, la retención de beneficios incrementará el capital de Sareb año tras año, lo que significa que su rentabilidad (ROE, retorno sobre fondos propios) se desplomará con el tiempo. Según las fuentes consultadas, el ROE en los primeros años en que obtenga beneficios se aproximará al 40%, pero con el incremento del denominador de esta ratio (los fondos propios) caerá hasta niveles cercanos al 2% en los últimos años. La media será el 15% prometido por el Gobierno, pero los inversores no la cobrarán hasta el final de su vida. "Es mucho más interesante que reparta dividendo para que los bancos recuperen parte de su inversión cada año y para no sobrecapitalizar la sociedad", añaden en otra entidad.
El jueves se confirmó la entrada de los cinco primeros cinco bancos en el capital de Sareb. Son Santander, Caixa, Sabadell, Popular y KutxaBank, ya que BBVA se ha quedado definitivamente fuera como adelantó este diario. Entre todos aportarán inicialmente 1.720 millones, aunque el FROB espera alcanzar los 2.000 en una ampliación de capital que se realizará antes de fin de año y en la que entrarán entidades más pequeñas.
Fuente: El Confidencial
La primera condición para que pueda pagar dividendo -aparte de que Sareb haya generado beneficios, como es lógico- es que el capital de la sociedad se mantenga entre el 8% y el 9% de los activos; es decir, que las probables pérdidas de los primeros años no hayan reducido los fondos propios por debajo del nivel inicial. La segunda es que la ratio de endeudamiento sobre activos no sea superior al 80%, puesto que en el plan de negocio tiene preferencia el pago de la deuda sobre la remuneración de los accionistas.
Estas condiciones se aplicarán tanto al pago de dividendo de las acciones puras como al de los intereses de la deuda subordinada, que serán del 8%. Hay que recordar que la inversión de los accionistas privados se divide en un 25% de capital puro (430 millones) y un 75% de subordinada (1.290 millones). Para hacer frente a estas remuneraciones, Sareb guardará en una cuenta el 8% del cash flow que genere en sus primeros años de vida; el 92% restante se destinará a amortizar la deuda, que supondrá el 92% de los en torno a 60.000 millones que tendrá de activo.
"El dividendo es crítico"
El plan de negocio de Sareb presentado hasta ahora a los inversores contemplaba que no podría repartir dividendos hasta que no repague toda su deuda, lo cual no ocurrirá previsiblemente hasta el final de la vida del vehículo,. Eso significa que los accionistas no recuperarían un euro de su inversión hasta entonces, lo que no resultaba nada atractivo para los potenciales inversores. "Lo del dividendo era un tema crítico", explica una fuente de una gran entidad.
Además, la retención de beneficios incrementará el capital de Sareb año tras año, lo que significa que su rentabilidad (ROE, retorno sobre fondos propios) se desplomará con el tiempo. Según las fuentes consultadas, el ROE en los primeros años en que obtenga beneficios se aproximará al 40%, pero con el incremento del denominador de esta ratio (los fondos propios) caerá hasta niveles cercanos al 2% en los últimos años. La media será el 15% prometido por el Gobierno, pero los inversores no la cobrarán hasta el final de su vida. "Es mucho más interesante que reparta dividendo para que los bancos recuperen parte de su inversión cada año y para no sobrecapitalizar la sociedad", añaden en otra entidad.
Fuente: El Confidencial
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