Arquitectura
El rascacielos Shard de Renzo Piano, el más alto de Europa con 306 metros, se inaugura esta noche en Londres. Albergará oficinas, viviendas de lujo, un hotel de cinco estrellas y restaurantes, entre otras cosas.
El nuevo rascacielos, el Shard, que es el
más alto de Europa, se inaugurará esta noche en una ceremonia con
muchas luces y rayos láser que atravesarán el cielo de la ciudad por la
que cruza el Támesis. Todo ello con música clásica de fondo.
Su afilada figura en forma de pirámide ha transformado el paisaje de Londres y sus casi 310 metros han convertido al Shard, que se inaugura entre la admiración y las críticas, en el edificio más alto de la Unión Europea.
La imponente figura del rascacielos acristalado, construido en la orilla sur del Támesis y junto al puente de Londres, ha sido diseñada por el arquitecto italiano Renzo Piano, que lo visualiza como "un velero que sale del río".
El edificio de 87 pisos albergará oficinas, viviendas de lujo, un hotel de cinco estrellas, restaurantes y un espectacular mirador desde el que se podrá admirar la extensa capital británica de punta a punta.
El Shard, que es propiedad del Estado de Qatar
y del grupo inmobiliario Sellar Property Group, está formado por una
estructura de acero cubierta por un total de 11.000 paneles de cristal.
Cuando Renzo Piano, responsable también de la sede del periódico The New York Times en Nueva York (EEUU)
y el aeropuerto Kansai de Osaka (Japón), presentó el proyecto lo llamó
"shard of glass" (un pedazo de cristal) y desde entonces la torre adoptó
el nombre de Shard.
Calificada por sus promotores como "la primera ciudad vertical de Europa", la torre será inaugurada doce años después de que se realizara su primer bosquejo tras un almuerzo en París entre su promotor, Irvine Sellar, y Piano.
Los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York en 2001, la
crisis financiera, problemas con las autoridades de Londres y numerosas
críticas han hecho sin embargo que el proyecto no pudiera completarse
hasta ahora.
Otro de los retos ha sido el viento, que paralizó en algunas
ocasiones la construcción de su afilado pináculo y que complica el
trabajo de los que se encargan de limpiar sus miles de ventanales, en
los que varios empleados han sido protagonistas en los últimos días de
complicados rescates.
Fuente: lainformacion.com
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