Entrevista Jean-Paul Decorps - Presidente de la Unión Internacional del Notariado
Defiende que cada país establezca el sistema de acceso a la profesión que estime más idóneo
Borja Guerrero - Madrid - 03/07/2012 - 07:00
Decorps (Grenoble, Francia, 1946) está al frente de la Unión
Internacional del Notariado, una organización a la que pertenecen 80
países y se dedica a la promoción de la actividad fedataria. Su
prioridad principal es garantizar la mejor formación, tanto inicial como
continuada, de los notarios.
En primer lugar, para mí, la seguridad jurídica. Hoy la seguridad es un problema mayor, a nivel personal, ambiental, climático, alimentario... Y a nivel jurídico es también un problema importante porque si existe, hay confianza, y si hay confianza, hay crédito e inversiones para el desarrollo económico. Sin confianza ni seguridad jurídica se producen situaciones como las hipotecas subprime en Estados Unidos. Hay una relación muy estrecha entre desarrollo económico y actividad notarial. El segundo campo de valor añadido es la necesidad de consejos, hay una multiplicación de leyes y reglamentos y los ciudadanos necesitan consejo. El notario tiene una función de consejo imparcial, independiente. El abogado debe defender a su cliente, debe aportar orientación para favorecer a su cliente. Si no, no es un buen abogado. El notario es diferente, su trabajo es encontrar una posición equilibrada entre vendedor y comprador o entre los socios de una empresa. Si no es imparcial, no es un buen notario. La tercera función es la prevención de los conflictos. Si hay una discusión entre dos partes, el papel del notario es encontrar una posición equilibrada entre ellas.
La prioridad más importante es la formación de los notarios, la inicial y la continuada. Todas las actividades están en evolución, todas las leyes se modifican y es necesario una información muy importante. Hemos firmado convenciones con Panamá o Florida para ayudarles en la formación de los notarios. La segunda prioridad es extender la política de los documentos de propiedad a otros países para que los ciudadanos más pobres acrediten la titularidad de la tierra. Es una posibilidad para la gente más pobre de defender su derecho, tenemos la ayuda de la ONU para este combate porque no todos los países están a favor, ya que tienen intereses particulares.
La conciliación, la mediación y el arbitraje son campos de actuación muy importantes para el notariado. El inmobiliario es una actividad importante, pero no es la única. Están los campos de la empresa, la familia y creo que cuando el inmobiliario está en mala situación, podemos trabajar en otros campos. Hay posibilidad de desarrollo en los nuevos contratos comerciales, como el leasing, renting, factoring, confirming, etcétera. Hay una posibilidad de desarrollo para compensar la disminución de la actividad inmobiliaria.
No es nuestro ámbito de intervención, eso depende del ministro de Justicia. Pero el incremento de las penas es un elemento de disuasión. No somos jueces, somos notarios. Hay un incremento importante de la actividad de blanqueo de dinero. En 2011 esta actividad representó 1,6 billones de euros, más que el presupuesto de Francia en un año. Nuestro papel no es de estar al frente de esta lucha, sino que la escritura notarial ofrece a la Administración la posibilidad de seguir el rastro de las operaciones. Hace poco, en un foro en San Petersburgo (Rusia), se dijo que la escritura pública notarial es una solución indispensable para la lucha contra la corrupción.
Las actividades inmobiliarias son el campo más utilizado para el lavado de dinero. Todos los contratos sobre la actividad inmobiliaria deben pasar por el notario porque así es oficial y es lo que permite a las autoridades descubrir las actividades ilegales.
¿Qué valor añadido aporta el notariado en un contexto como el actual?
En primer lugar, para mí, la seguridad jurídica. Hoy la seguridad es un problema mayor, a nivel personal, ambiental, climático, alimentario... Y a nivel jurídico es también un problema importante porque si existe, hay confianza, y si hay confianza, hay crédito e inversiones para el desarrollo económico. Sin confianza ni seguridad jurídica se producen situaciones como las hipotecas subprime en Estados Unidos. Hay una relación muy estrecha entre desarrollo económico y actividad notarial. El segundo campo de valor añadido es la necesidad de consejos, hay una multiplicación de leyes y reglamentos y los ciudadanos necesitan consejo. El notario tiene una función de consejo imparcial, independiente. El abogado debe defender a su cliente, debe aportar orientación para favorecer a su cliente. Si no, no es un buen abogado. El notario es diferente, su trabajo es encontrar una posición equilibrada entre vendedor y comprador o entre los socios de una empresa. Si no es imparcial, no es un buen notario. La tercera función es la prevención de los conflictos. Si hay una discusión entre dos partes, el papel del notario es encontrar una posición equilibrada entre ellas.
¿Qué prioridades tiene al frente del notariado internacional hasta 2014?
La prioridad más importante es la formación de los notarios, la inicial y la continuada. Todas las actividades están en evolución, todas las leyes se modifican y es necesario una información muy importante. Hemos firmado convenciones con Panamá o Florida para ayudarles en la formación de los notarios. La segunda prioridad es extender la política de los documentos de propiedad a otros países para que los ciudadanos más pobres acrediten la titularidad de la tierra. Es una posibilidad para la gente más pobre de defender su derecho, tenemos la ayuda de la ONU para este combate porque no todos los países están a favor, ya que tienen intereses particulares.
La actividad de los notarios se ha visto muy mermada en España por
el pinchazo inmobiliario. ¿En qué medida tienen que reorientar sus
funciones?
La conciliación, la mediación y el arbitraje son campos de actuación muy importantes para el notariado. El inmobiliario es una actividad importante, pero no es la única. Están los campos de la empresa, la familia y creo que cuando el inmobiliario está en mala situación, podemos trabajar en otros campos. Hay posibilidad de desarrollo en los nuevos contratos comerciales, como el leasing, renting, factoring, confirming, etcétera. Hay una posibilidad de desarrollo para compensar la disminución de la actividad inmobiliaria.
¿Es partidario de endurecer las penas para los delitos económicos?
No es nuestro ámbito de intervención, eso depende del ministro de Justicia. Pero el incremento de las penas es un elemento de disuasión. No somos jueces, somos notarios. Hay un incremento importante de la actividad de blanqueo de dinero. En 2011 esta actividad representó 1,6 billones de euros, más que el presupuesto de Francia en un año. Nuestro papel no es de estar al frente de esta lucha, sino que la escritura notarial ofrece a la Administración la posibilidad de seguir el rastro de las operaciones. Hace poco, en un foro en San Petersburgo (Rusia), se dijo que la escritura pública notarial es una solución indispensable para la lucha contra la corrupción.
¿A los notarios les gustaría tener más poder y medios en la lucha contra el blanqueo de capitales?
Las actividades inmobiliarias son el campo más utilizado para el lavado de dinero. Todos los contratos sobre la actividad inmobiliaria deben pasar por el notario porque así es oficial y es lo que permite a las autoridades descubrir las actividades ilegales.
Las vías de acceso a la profesión notarial
En España, el
sistema de acceso a la profesión notarial es una oposición de cuatro
ejercicios, de las más duras que existen y que tiene un fuerte
componente de capacidad memorística de los aspirantes. Sin apostar por
suprimir este sistema, la consejera catalana de Justicia ha planteado
"una preparación más acompañada y tutelada". En Europa conviven fórmulas
distintas de acceso al ejercicio notarial.
"Creo que no hay una
solución única", explica el presidente de la Unión Internacional del
Notariado. "Cada país debe elegir la solución mejor. En España es una
oposición y en Francia es un examen. La prioridad es tener la
posibilidad de elegir a los mejores, con una selección exigente y una
formación completa" (de los aspirantes), añade Jean-Paul Decorps.
Como
mínimo, apunta que la formación debe ser al menos de cuatro años de
universidad, seguida de otros dos o tres más de formación teórica y
práctica. "Creo que en total seis o siete años de formación son una
buena solución". A continuación, un examen o concurso, a elección del
país. "No tengo una preferencia muy especial, los dos sistemas (la
oposición y el examen) son buenos y pueden coexistir. En España la
oposición permite adaptar el número de notarios a la realidad
económica", comenta el presidente. Además, las oposiciones se convocan
cada dos años. Los aspirantes dedican entre tres y siete años al
estudio, sin contar la universidad, antes de aprobar.
Fuente: Cinco Días
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