El informe que han elaborado
diecisiete economistas europeos, se aboga por un nuevo pensamiento
económico que de prioridad en la situación tan delicada que viven muchos
ciudadanos.
La apelación bruta de la banca española al Banco Central Europeo BCE) subió en junio a un nuevo récord, reflejando las dificultades de las entidades españolas para obtener liquidez en los mercados mayoristas tradicionales. En la imagen, una escultura mostrando el símbolo del euro ante la sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort, el 11 de julio de 2012. REUTERS/Alex Domanski |
The Institute for New Economic Thinking
(INET) es una organización de economistas creada con el objetivo de
desarrollar un nuevo pensamiento económico que supla las carencias de
las teorías económicas actuales que han precipitado la actual crisis global. En su informe Rompiendo el punto muerto: el camino hacia la salida de la crisis, diecisiete economistas de varios países de Europa, reflexionan sobre las decisiones económicas que están llevando a Europa hacia "la depresión y la desintegración".
La ruptura del euro. Actualmente existe una
sensación de que estamos en una crisis que no tiene un final claro. Esta
situación debe ser abordada por todos los países europeos según el
INET, lo que no deja exentos de responsabilidad a los países que lo han
hecho mal. Sin una respuesta global, el fin del euro podría estar cerca.
La situación financiera actual está provocando la ruptura del estado
de bienestar y mucho sufrimiento por parte de sus ciudadanos. "Aliviar este sufrimiento debe ser la prioridad de las políticas económicas".
Los economistas del INET no creen necesarios los eurobonos o una unión fiscal plena. La euro zona necesita reformas en varias áreas: una unión bancaria (estableciendo una entidad de supervisión europea sobre los bancos), una reforma financiera (creando instituciones más estables y transparentes), controles fiscales a nivel europeo
(de manera que un país pueda ajustar su IVA de manera automática para
corregir una desviación económica, para que países en recesión tengan la
oportunidad de ofrecer mayores estímulos fiscales), una entidad que provea de manera efectiva de financiación a los países que lo necesiten (que podría ser el Banco Central Europeo) y un sistema de reestructuración de la deuda de los países que no puedan financiarse (con mecanismos de rescate preestablecidos).
Medidas a corto plazo
Como medidas urgentes y necesarias a corto plazo destaca la mutualización parcial y temporal de la deuda soberana, de manera que esta sea respaldada por la Unión Europea; la reestructuración voluntaria de la deuda para extender las obligaciones de pago en el tiempo y así dar más tiempo para la recuperación; medidas como reformas
en el mercado laboral, reducción de personal en las administraciónes
públicas y reducir los costes fiscales en la contratación; y
mecanismos macroeconómicos de emergencia (mecanismos que el BCE debería
usar para homogeneizar la política monetaria en todos los países de la
euro zona).
INET incide sobre todo en el papel más activo que debe tener el Banco Central Europeo en casos como los de España e Italia para, entre otras cosas, transmitir calma a los mercados.
Medidas no consensuadas
Se han propuesto además algunas medidas no consensuadas por todos los
miembros del INET, como por ejemplo que las devaluaciones fiscales en
países con problemas se apliquen a la vez que apreciaciones en países
como Alemania.
También se ha hablado sobre la posibilidad de evitar crisis futuras cambiando los estatutos del Banco Central Europeo, de manera que cambie sus prioridades actuales en controlar la inflación a otras como el crecimiento de la renta en los países europeos, centrándose más en políticas de fomento del empleo.
Esta institución está formada por diecisiete economistas de toda Europa, entre los que se encuentran Luis Garicano (de la Royal School of Economics de Londres), Hans-Joachim Voth (de la Universidad Pompeu Fabra), Jean-Paul Fitoussi (Instituto de Estudios Políticos de París), Daniel Gros (Centro de Estudios Políticos y Sociales) y Lars Feld (de la Universidad de Freiburg).
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