7/06/2012 - 14:02
Una visión sobre el paro juvenil: "Esperan un trabajo comparable y no es posible"

El desempleo juvenil en España genera preocupaciones
crecientes. Con una tasa de paro que según las últimas cifras de
Eurostat supera el 50%, los jóvenes se enfrentan a un difícil situación a
la hora de encontrar trabajo. Mientras unos hablan de
sobrecualificación, surgen voces que inciden en la importancia de la
formación para reubicarse y apuntan a que la nueva realidad consiste en
adecuarse sueldos más bajos.
La destrucción de empleos en el sector de la construcción, donde habían recalado muchos trabajadores en la época del boom inmobiliario, ha agravado el problema de un mercado laboral marcado por la temporalidad y asediado por la crisis económica.
Las estadísticas hablan de que un número cada vez mayor de parados de larga duración
y de jóvenes que se encuentran con carreras universitarias que no tiene
salida, experiencia laboral insuficiente o en el sector equivocado, o
escasa capacitación para un puesto concreto.
"Esperar en vano"
En
este contexto, el problema es que el escenario ha cambiado y muchos
jóvenes no se dan cuenta, según asegura el economista del IE Business
School Fernando Fernández a Bloomberg. El frenazo en el ladrillo
ha dejado en la calle a jóvenes que interrumpieron su formación
académica atraídos por los sueldos elevados, que podían ser de hasta
2.500 euros al mes, explica.
Ahora, muchos de ellos "esperan en vano otro empleo que les pague
igual de bien. Esperan obtener un trabajo comparable y eso no es
posible, hay un problema con las expectativas", afirma. Y esto supone un
problema, ya que "no puedes aspirar a cobrar esos salarios si no tienes
una educación", añade.
De acuerdo con los datos de cierre de abril publicados por Eurostat,
la oficina estadística europea, más de la mitad de los españoles con
edades comprendidas entre los 15 y los 24 años no trabajan. Además,
desde Bruselas alertan de que el número de jóvenes que tampoco estudian
va en aumento y que la situación actual tendrá un impacto "serio" a
corto y largo plazo sobre la sociedad.
"En lugar de formar una familia y cimentar sus carreras, mucha gente
joven pasa los días jugando a la consola y viendo la televisión",
asegura Katherine Newman, una socióloga de la universidad
estadounidenses Johns Hopkins University que ha elaborado un estudio
sobre empleo y familias en España.
La consecuencia es que sus aptitudes se que quedan "estancadas" y empeoran a medida que pasan más tiempo inactivos,
con lo que muchos se exponen al riesgo de quedarse atrás de forma
permanente, agrega. "Para el resto de sus vidas, quedan perjudicados. No
recuperan su ocupación y sus sueldos quedan deprimidos durante
décadas", concluye Newman.
La lacra de la temporalidad
Antes
de que el Gobierno de Mariano Rajoy pusiera en marcha la reforma
laboral, desde varias instituciones, como el Banco Central Europeo (BCE)
o el FMI se pedía una devaluación de salarios que fomentase la
competitividad y se proponían fórmulas como la de los minijobs, contratos para puestos de "escasa consideración" con una remuneración máxima de 400 euros al mes.
Finalmente, entre otras medidas ha optado por impulsar un contrato en
prácticas para empresas de hasta 50 empleados con un año de despido
libre. Además, ha tratado de reducir la temporalidad, una de las
principales causas del desempleo que azota a España.
"El sistema de trabajo temporal está en la base del paro récord de España", asegura Juan Dolado, profesor de Economía en la Universidad Carlos III, en Madrid. En 2011, el 52,1%, dejó de trabajar por haber finalizado su contrato,
frente al 23,3% por despido o supresión de puesto de trabajo. Para este
año, el panorama no se presenta mejor en materia de contratación y
tampoco en cuanto a salarios: permanecerán congelados y, en muchos casos
se reducirán.
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