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sábado, 30 de junio de 2012

Mursi: 'Egipto ha iniciado el camino para una vida real con libertad real'

Jura del nuevo presidente de Egipto 

  • 'Juro por Dios, que es grande, preservar el sistema republicano'
  • Habló desde el mismo auditorio de la universidad que Obama en 2009
Tras el baño de multitudes que recibió ayer en Tahrir, el islamista Mohamed Mursi ha jurado este sábado como primer presidente democrático de Egipto. El hito llega dos semanas después de que la Junta Militar limitara las prerrogativas del cargo y en medio de una errática transición política que necesita una urgente terapia de choque.

"Debemos comenzar juntos una nueva página. Egipto nunca volverá al pasado", proclamó este sábado el quinto presidente de la República egipcia Mohamed Mursi desde el mismo auditorio de la Universidad de El Cairo en el que Barack Obama llamó en 2009 a "un nuevo comienzo" entre Occidente y el islam.

Tras jurar su cargo en la sede del Tribunal Constitucional, el primer presidente árabe elegido democráticamente se dirigió al complejo universitario situado en el distrito cairota de Giza. Escoltado por la guardia presidencial, el islamista ha iniciado su discurso con una disculpa pública dirigida a aquellos estudiantes de "las facultades de Derecho y Artes" cuyos exámenes fueron aplazados por la visita del 'rais'. "Dios es grande", han sido las primeras palabras de una alocución en la que ha recordado a los 850 mártires de las revueltas que forzaron la salida de Hosni Mubarak.

"El nuevo Egipto será testigo de un presidente que trabaja para la nación y es un servidor del pueblo. Ésta es mi primera misión", ha reconocido ante un salón abarrotado y en éxtasis. El público ha recibido al jefe de la Junta Militar, el mariscal de campo Husein Tantaui, y al actual primer ministro Kamal el Ganzuri al grito de "El ejército y el pueblo son una mano".

A los uniformados, que entregan la presidencia a Mursi pero se reservan de manera transitoria los poderes legislativo y presupuestario, el candidato de los Hermanos Musulmanes ha dedicado varios agradecimientos: "El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas ha cumplido con su palabra (…). Las instituciones elegidas desempeñarán su papel y el gran Ejército de Egipto volverá a su función de salvaguardar las fronteras".

Sin embargo, Mursi también ha aprovechado para subrayar que "el pueblo eligió el Parlamento y la Shura (Cámara Alta) en unas elecciones justas". El Constitucional decretó a mediados de junio la disolución de la Cámara Baja, un fallo al que se opone la Hermandad. Asimismo, ha defendido la legitimidad de la Asamblea Constituyente aprobada por el Hemiciclo y ha confiado en que serán sus miembros quienes redacten una Carta Magna que establezca "un país moderno y democrático y en el que estén representados todos los componentes de la sociedad".

Premios Nobel en el auditorio
 
"No exportaremos nuestra revolución", ha precisado el nuevo jefe de Estado, que se ha comprometido además a respetar "todos los tratados internacionales". No obstante, ha añadido que "Egipto apoya los derechos legítimos de los palestinos y quiere trabajar por la reconciliación entre los movimientos de Hamas y Al Fatah". Sobre el conflicto sirio, Mursi ha aseverado que "el baño de sangre debe terminar".

Con los premios Nobel egipcios Ahmed Zueil y Mohamed el Baradei en el patio de butacas, el primer presidente civil de Egipto ha instado a eliminar entre todos "el caos causado por el antiguo régimen en el ámbito económico" e impulsar las inversiones y el turismo, uno de los motores del país malherido por 16 meses de convulsa transición.

Mursi ha repetido las palabras que pronunció horas antes durante su toma de posesión ante los magistrados del Constitucional: "Juro por dios que preservaré el orden republicano, respetaré la Constitución y la ley, velaré por los intereses del pueblo y cuidaré de la independencia de la nación y la integridad de su territorio".

'Estado civil, constitucional y moderno'
 
En la sede del Constitucional, un edificio de arquitectura neofaraónica situado junto al hospital militar donde permanece el derrocado Hosni Mubarak, el flamante presidente asumió esta mañana su cargo con la promesa de dirigir "un nuevo estado civil, constitucional y moderno". "El nacimiento de una nación fuerte con su pueblo, creencias, historia e instituciones", dijo.

"Hoy Egipto ha iniciado el camino para una vida real con libertad y democracia real", afirmó antes de garantizar "la independencia judicial en un país libre". "Respetaré los sistemas judicial y legislativo y trabajaré para proteger su independencia", insistió.

En la ceremonia, retransmitida en directo por la televisión estatal, uno de los jueces celebró "el nacimiento de la segunda república" y calificó la cita como "un momento histórico y sin precedentes". El hito llega dos semanas después de que la Junta Militar limitara las prerrogativas del cargo y en medio de una errática transición política que necesita una urgente terapia de choque. Mursi afronta una inmensa lista de retos faraónicos.
Fuente: EL MUNDO.es

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