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lunes, 11 de junio de 2012

Inmobiliarias jiennenses subsisten como pueden en los meses estivales


La subida de las temperaturas no es un síntoma de bonanza económica para las inmobiliarias jiennenses. Los pisos habitados por universitarios de la capital se quedan vacíos en julio y agosto. Solo las citas festivas estivales y la llegada de trabajadores generan beneficios en el sector. Sin playa y sin estudiantes, el estío de Jaén brilla por la ausencia de mucha gente que decide irse de vacaciones a otras provincias con mar.

 En este contexto, alquilar pisos en la tierra del olivo se convierte en una tarea difícil, casi una odisea. Bien lo saben las inmobiliarias que subsisten como pueden. “En verano esto se queda muerto”, asegura una arrendadora de la capital que lleva casi dos décadas alquilando un piso ubicado en el Gran Eje. Prefiere reservar su identidad. “Me conoce mucha gente”, dice. Su clientela habitual es el mundo universitario. Cada curso escolar reserva cuatro habitaciones para estudiantes. “El contrato suele durar desde septiembre hasta junio. Otras veces lo hago desde octubre hasta julio. Reconozco que, gracias a la zona donde está el piso —en la Avenida de Andalucía—, nunca he tenido problemas para tener gente. Mis padres, que tienen un piso por la zona de Millán de Priego, han tenido que alquilarlo a un matrimonio porque a los estudiantes no les gusta tanto esa zona”, explica.

Asegura que en verano las habitaciones del inmueble que arrienda quedan vacías. “Nunca he tenido a nadie. A veces los universitarios se quedan hasta principios de julio para hacer algún examen. Y no merece la pena alquilarla a otra gente para un mes o dos”, añade. Por otro lado, en los últimos años ha apreciado que los estudiantes son, en su opinión, más exigentes a la hora de alquilar. “Prefieren pagar más y tener un mayor número de comodidades”, dice.
Fran Cano /Jaén
Fuente: DIARIOJAEN.es

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