Una sucesión de escándalos desata las críticas de políticos y reguladores y pone en jaque al jefe de Barclays.
Desde octubre de 2008, cuando RBS y Lloyds tuvieron que ser
rescatados por el Gobierno británico, la banca de Reino Unido no sufría
una semana tan polémica. Esta vez, no son los mercados sino los
reguladores quienes presionan a las entidades, por realizar operaciones
irregulares y maltratar a sus clientes.
El pasado lunes, RBS tuvo que pedir perdón a millones de ahorradores después de que un fallo informático les impidiera manejar sus cuentas durante varios días. El miércoles, Barclays aceptó pagar multas de 290 millones de libras (360 millones de euros) tras admitir que manipuló la fijación de los tipos de interés interbancarios entre 2005 y 2009. Otras entidades como HSBC y RBS podrían sufrir sanciones en el mismo caso. Y hoy viernes, el regulador financiero FSA informó de que los cuatro grandes bancos británicos (RBS, Barclays, HSBC y Lloyds) han aceptado compensar a miles de pymes por venderles de forma irregular coberturas para protegerse de la variación de los tipos de interés.
Como resumió hoy Mervyn King, governador del Banco de Inglaterra, "hay algo que no funciona en los bancos, tanto en su cultura como en su estructura, como demuestra el excesivo nivel de remuneración, el mal tratamiento de los clientes, la engañosa manipulación de tipos de interés y los escándalos por venta irregular. Hay que cambiar esta situación".
Adair Turner, presidente de la FSA, achacó al "cinismo y codicia" de los banqueros la proliferación de casos polémicos durante los últimos días.
El caso de la multa a Barclays es el que más polvareda ha levantado en Reino Unido. El banco ha sido acusado de pactar con otras entidades la fijación artificial del Libor, el tipo de interés de referencia en Londres para los préstamos entre entidades. El Libor sirve de referencia para todo tipo de créditos a empresas y familias, lo que explica el alcance de esta polémica.
El pasado lunes, RBS tuvo que pedir perdón a millones de ahorradores después de que un fallo informático les impidiera manejar sus cuentas durante varios días. El miércoles, Barclays aceptó pagar multas de 290 millones de libras (360 millones de euros) tras admitir que manipuló la fijación de los tipos de interés interbancarios entre 2005 y 2009. Otras entidades como HSBC y RBS podrían sufrir sanciones en el mismo caso. Y hoy viernes, el regulador financiero FSA informó de que los cuatro grandes bancos británicos (RBS, Barclays, HSBC y Lloyds) han aceptado compensar a miles de pymes por venderles de forma irregular coberturas para protegerse de la variación de los tipos de interés.
Como resumió hoy Mervyn King, governador del Banco de Inglaterra, "hay algo que no funciona en los bancos, tanto en su cultura como en su estructura, como demuestra el excesivo nivel de remuneración, el mal tratamiento de los clientes, la engañosa manipulación de tipos de interés y los escándalos por venta irregular. Hay que cambiar esta situación".
Adair Turner, presidente de la FSA, achacó al "cinismo y codicia" de los banqueros la proliferación de casos polémicos durante los últimos días.
El caso de la multa a Barclays es el que más polvareda ha levantado en Reino Unido. El banco ha sido acusado de pactar con otras entidades la fijación artificial del Libor, el tipo de interés de referencia en Londres para los préstamos entre entidades. El Libor sirve de referencia para todo tipo de créditos a empresas y familias, lo que explica el alcance de esta polémica.
El primer ministro, David Cameron, afirmó hoy que el consejero delegado de Barclays tiene "serias cuestiones que responder [sobre el caso del Libor], para lo que comparecerá ante la Comisión de Economía del Parlamento. Tenemos que escuchar las respuestas para determinar que es lo que falló en el banco y quienes son los responsables".
Mervyn King y Adair Turner también se quedaron cerca de sugerir la necesidad de cambios en la cúpula de Barclays. El gobernador del Banco de Inglaterra insinuó que "para modificar la cultura de los bancos, el liderazgo debe cambiar, pero es una cuestión que debe abordarse en otro momento. Lo urgente ahora es cambiar la estructura de la banca, separando el negocio minorista del de banca de inversión para que la mentalidad de trading que genera en prácticas inaceptables no contamine la parte de los bancos que realmente importa".
Los escándalos están deprimiendo la cotización de los bancos británicos, que sufren desde hace meses por la debilidad de la economía de Reino Unido y su exposición a la Eurozona. Pero Reino Unido afronta un viejo dilema. La banca sigue siendo su principal sector de actividad y la nueva regulación no debe llegar al punto de reducir su aportación a la economía británica. De hecho, Mervyn King volvió a reiterar hoy que Londres no se sumará a la unión bancaria europea para mantener la independencia de la City.
Fuente: Expansión.com
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