Google, Microsoft, Facebook, Amazon,
LinkedIn... No es corta la lista de gigantes tecnológicos con
representación en el Club Bilderberg, la reunión de los poderosos más
secreta e influyente. ¿Qué decisiones tomarán de espaldas al mundo?
Si las mayores fortunas del mundo, los que manejan los hilos del poder económico efectivo, se reúnen a puerta cerrada en un lugar recóndito y el común de los mortales no sabe absolutamente nada de lo que allí ha sucedido, lo normal es que proliferen las teorías de la conspiración.
Es exactamente lo que sucede desde 1954 con el Club Bilderberg,
un foro al que anualmente asisten entre 120 y 150 personalidades de la
política, las finanzas y la comunicación para tomar decisiones cruciales
que, según muchos, son las que de verdad mueven el mundo.
Todo es discreción, secretismo y opacidad alrededor de Bilderberg. El
escenario escogido, que varía en cada edición, se convierte en una
fortaleza protegida por tierra, mar (si lo hubiera) y aire. Todas sus
ponencias y deliberaciones son a puerta cerrada, no se permite el acceso
a los medios (excepto los directores y editores que se cuentan entre
los invitados) y no se publican conclusiones.
Hasta hace unos años, la lista de invitados también permanecía
oculta. Se producían filtraciones, los reporteros más aguerridos se
saltaban las medidas de seguridad, y al final se acababan conociendo
algunos nombres. Pero la mayoría salían de allí como habían entrado: en
el más absoluto anonimato.
Finalmente, el propio club decidió publicar los nombres de los
asistentes. Era una forma de evitar suspicacias en años electorales,
cuando los candidatos a presidir potencias como los Estados Unidos
podían sentir la tentación de dejarse caer por Bilderberg y negociar
unos cuantos apoyos cruciales.
El cónclave sólo tiene un puñado de miembros fijos, los que
pertenecen a su comisión ejecutiva, pero los hay que repiten cada año. Bill Gates, señora e hijos, suelen estar entre ellos, aunque este año no aparecen en la lista oficial.
Son los 'sospechosos habituales', a los que en los últimos años se ha ido sumando una larga lista de empresarios del sector tecnológico, a medida que los debates han ido incluyendo cuestiones relacionadas con las nuevas tecnologías o la seguridad cibernética.
En Chantilly (Virgina, noreste de EEUU) deben estar ya las 145
personas que han confirmado su asistencia. No hay fotos ni vídeos que lo
demuestren, al menos de momento, pero entre ellos hay a ciencia cierta
un buen puñado de actores del mercado tecnológico.
Eric Schmidt, presidente ejecutivo de Google, abrió
la veda en 2008, repitió experiencia en 2010 y 2011, y vuelve a estar
este fin de semana entre los participantes del Club Bilderberg. En
YouTube hay varios vídeos criticando su presencia en los encuentros,
aunque también hay quien asegura que la compañía, propiedad del
buscador, llegó a censurar alguno.
Por ejemplo este, publicado por el locutor de radio Alex Jones, en el
que aparece siendo increpado por un grupo de manifestantes.
En la lista oficial de invitados aparecen otros magnates tecnológicos, como Reid Hoffman, cofundador y presidente ejecutivo de LinkedIn, que ya acudió en 2011; Craig Mundie, jefe de investigación y estrategia de Microsoft, que también estuvo en 2010 y 2011) o Peter Thiel, que fue el primer consejero delegado de PayPal y uno de los inversores iniciales de Facebook.
El año pasado, la representación de la red social más poderosa del mundo fue mucho más directa. En la lista oficial de asistentes, en la que también estaba Thiel, aparece además Chris Hughes, uno de los cuatro fundadores. Previamente, entre 2008 y 2010, la voz de la empresa había sido Donald E. Graham, consejero delegado del Washington Post y miembro del equipo directivo de Facebook.
En 2011 anduvo también por St. Moriz (Suiza), donde tuvo lugar el encuentro, el fundador y consejero delegado de Amazon, Jeff Bezos.
Las telecomunicaciones también están muy bien representadas en
Bilderberg. Este año repiten algunos de los habituales, como el
consejero delegado de Telecom Italia, Franco Bernabé o el de Siemens, Peter Löscher. A ellos se suman Risto Siilasmaa, presidente de la junta de accionistas de Nokia y Timuray Serpil, de Vodafone Turquía.
Los rumores dicen que César Alierta, consejero
delegado de la española telefónica, también estaba convocado, pero
finalmente se ha caído de la lista. No hubiera sido su primera vez. Ya
estuvo, como mínimo, en 2010, según la lista oficial de invitados de aquel encuentro.
Y hasta aquí se puede leer. De lo que los magnates tecnológicos deciden en el seno del Club Bilderberg poco se sabe y mucho se especula. Las teorías de la conspiración está al alcance de un click. Sólo hay que buscar... en Google.
Fuente: lainformacion.com
Fuente: lainformacion.com
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