Se construirán 1.400 plazas hoteleras y 350 viviendas en Valdevaqueros
Pedro Espinosa /
Cándido Romaguera
Cádiz
29 MAY 2012 - 21:14 CET
El pleno del Ayuntamiento de Tarifa (Cádiz), gobernado por el PP, ha sacado adelante esta tarde un plan urbanístico que prevé levantar 1.400 plazas hoteleras y 350 viviendas en un entorno virgen del litoral gaditano. Es la playa de Valdevaqueros, bien conocida por los amantes del windsurf. El complejo residencial y turístico, respaldado por un grupo inversor privado, ocupará un área junto a las dunas y es el primero que se construirá en esta zona. Una plataforma ciudadana, aupada desde las redes sociales, ha concentrado a un centenar de personas en el Ayuntamiento para rechazar estas pretensiones.
El proyecto se llama técnicamente Plan Parcial Sector Litoral 1 Valdevaqueros. Afecta a 700.000 metros cuadrados -como 700 campos de fútbol- con una edificabilidad de 84.000 metros cuadrados. Es un proyecto promovido por la empresa GMT con el arquitecto Juan Muñoz como cara visible del grupo inversor que quiere levantar casas y hoteles. La idea surgió en los noventa y en su tramitación ha contado con el apoyo municipal, en estos años bajo el mandato de PP y PSOE.
Durante todo este martes #salvemosvaldevaqueros ha sido trending topic, tema más comentado en la red social Twitter. Lo ha impulsado una plataforma ciudadana. Su portavoz, Noelia Jurado, cree este plan “quiere conseguir un aprovechamiento urbanístico en un suelo que se encuentra entre el Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de Los Alcornocales”. Jurado sostiene que “la zona afectada es Reserva de la Biosfera por la Unesco”. Habrá movilizaciones y denuncias ante la Fiscalía.
Pero el proyecto cuenta con el visto bueno de las administraciones. “Se están tergiversando los datos sobre el Plan Parcial de Valdevaqueros, ya que se trata de una actuación urbanística de carácter moderno, actual y en la línea de un desarrollo blando e integrado en el medio físico”, defiende el alcalde, Juan Andrés Gil. “Contempla una muy baja densidad de construcción, ya que, de los más de 700.000 metros cuadrados de superficie, solo podrán urbanizarse unos 84.000”. Es decir, “de cada metro cuadrado existente tan solo se edificará un 0,12”, añade el regidor. En su opinión, “el proyecto contempla construcciones de bajo y una planta en las viviendas y de bajo y dos alturas en las plazas hoteleras”. Gil se siente víctima de “una campaña de desprestigio”.
Durante el pleno, al que ha asistido un centenar de opositores al proyecto, el alcalde se ha encarado con algunos de los presentes, a los que ha acusado de querer dañar las posibilidades económicas del pueblo. Finalmente el PP ha obtenido el respaldo de PSOE y PA, que defienden la legalidad del proyecto, su reducido impacto ambiental y las positivas repercusiones económicas que tendrá. El partido independiente Unión Liberal por Tarifa (ULT) se ha abstenido e IU se ha convertido en el único partido que ha rechazado el proyecto. El discurso de su portavoz, Ezequiel Andréu, fue el más aplaudido por los presentes. “No hay plan arqueológico. Es un modelo de ladrillo ya obsoleto. No están claros sus beneficios”, sostuvo. El edil de IU lamenta que en el mismo pleno donde se debatía este plan el resto de partidos sí aprobaron medidas para potenciar las energías renovables. “Es algo incoherente”, lamenta.
El proyecto también cuenta con el visto bueno de la Junta de Andalucía. La delegada de Medio Ambiente, la socialista Silvia López, asegura que el proyecto “no merma los intereses naturales de ese paraje. Hay que tener tranquilidad”. López garantiza que la Administración autonómica será vigilante con el desarrollo del proyecto. Este plan puede abrir un conflicto interno en el Gobierno autónomo, de coalición entre PSOE e IU. Los socialistas controlan la Consejería de Medio Ambiente, que conlleva el área de ordenación del territorio, mientras que IU tiene responsabilidad en Obras Públicas, Vivienda y Turismo.
El líder nacional de EQUO, Juan José López Uralde, ha reclamado la paralización del proyecto y lo sitúa como un ejemplo de que la crisis no ha cerrado del todo las amenazas del ladrillo sobre la costa. A esta movilización se ha sumado Greenpeace. “El cordón dunar de Valdevaqueros es una de las últimas joyas vírgenes de España y se encuentra en una zona conocida mundialmente por su modelo turístico sostenible”, defiende la responsable de la campaña de Costas de esta organización ecologista, Pilar Marcos. “Reavivar el ladrillazo no es modo de solucionar la crisis”.
Esta movilización recuerda a la protagonizada hace dos años contra un proyecto similar en otra playa casi virgen, la de El Palmar (Vejer), auspiciado por el Ayuntamiento, gobernado entonces por el PSOE y ahora por el PP. Ahí también hay visto bueno administrativo, aunque la falta de financiación lo ha paralizado. La crisis se ha aliado aquí con el paisaje. Detrás de este proyecto está también el arquitecto Juan Muñoz.
Fuente: EL PAÍS.com
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