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domingo, 6 de mayo de 2012

Los inversores hablan: hay que volver a invertir en vivienda 'made in USA'

Por José Luis de Haro / Ana Palomares
18:50 - 5/05/2012

Los grandes inversores vuelven a confiar, cinco años después del inicio de la crisis de las 'subprime', en la inversión inmobiliaria, pero ¿por qué?

Tras el descenso a los infiernos del mercado inmobiliario estadounidense allá por 2008, parece que la vivienda en suelo americano vuelve a persuadir a los inversores de todo el mundo, quienes no dudan en aprovechar la fórmula mágica que abrillanta al sector. La intercesión de Ben Bernanke y sus políticas de estímulo garantizan unos tipos de interés hipotecarios a niveles más que apetecibles, mientras que la explosión subprime todavía se resiente en los precios de los activos, que no han tocado fondo. 

El resultado es evidente. Desde el Oráculo de Omaha, Warren Buffett, hasta archiconocidos magos de las finanzas como John Paulson, Marc Faber o Bill Gross se atreven a señalar al sector inmobiliario como la próxima gallina de los huevos de oro, en un momento en que la crisis en Europa o los dictámenes de la Reserva Federal destronan a los bonos soberanos de su calificativo de activo seguro por excelencia. 

"Compraría cientos de miles de viviendas unifamiliares", afirmaba Buffett durante una entrevista hace unas semanas en la CNBC. De hecho, el tercer hombre más rico del mundo iba más allá y se atrevía recomendar a los inversores más jóvenes invertir en el sector inmobiliario antes que hacerlo en renta variable. Su explicación es sencilla. El precio de las casas en buena parte de la geografía de EEUU es barato, si lo comparamos con los niveles previos a la burbuja de las hipotecas basura y los tipos de interés son extremadamente bajos (esta semana han marcado mínimos de 3,8 por ciento).

"Invertir en una casa es una forma de apalancarse en una divisa que se debilita como consecuencia de la laxitud monetaria", asegura Shaun Connell, fundador de Stand Strong Enterprises. Sin embargo, advierte que "la Fed no podrá mantener los tipos en el 0 por ciento para siempre y en el momento que la economía comience a recuperarse los intereses hipotecarios comenzarán a subir rápidamente". 

En este sentido, la mano del banco central estadounidense juega un papel esencial que podría estar alterando en cierta forma la realidad. El inversor suizo Marc Faber animaba a invertir en vivienda ya que, en comparación con los precios de otros activos, "los precios inmobiliarios en algunas partes de los Estados Unidos son relativamente baratos". Pero en su recomendación también puso de manifiesto el arma de doble filo que el sector enfrenta en estos momentos. "Los precios son incorrectos, porque cuando se mantienen en el cero por ciento ofrecen una valoración equivocada de todos los activos". 

Aún así, muchos asesores financieros a este lado del Atlántico se han sumado a esta nueva tendencia y animan a sus clientes a comprar propiedades inmobiliarias. Pese a los problemas estructurales que ello implica, como los costes de gestión y la falta de liquidez, los rendimientos superan a otras inversiones. Incluso el auge del mercado de alquiler proporciona un dividendo continuo de ingresos.

De todas formas, si echamos un vistazo al índice S&P/Case Shiller de precios de vivienda, todavía no existen señales suficientes que garanticen que los precios de las casas han tocado fondo desde su caída libre en 2006. El propio co-autor de este indicador, el profesor de Economía en la Universidad de Yale, Robert Shiller, indicaba hace unos días que la recuperación total del mercado de la vivienda en EEUU podría tardar todavía toda una generación en producirse. La única señal positiva es que el descenso del precio medio de la vivienda se ha ralentizado en comparación con los últimos años. Sin embargo, el índice ha caído ya más del 30 por ciento desde máximos.

Aunque el coste de la vivienda todavía no ha comenzado a recuperar fuerza de forma constante, los bancos norteamericanos, que acumulan inventarios de casas embargadas durante los últimos años, están dispuestos a vender sus activos. Según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios, las firmas de inversión interesadas en la cartera de vivienda en manos de los bancos (REO, por sus siglas en inglés) registró un aumento del 65 por el año pasado, gracias al interés de los grandes inversores. 

Además, un estudio realizado por Real Trends, Inc. y la revista Personal Real Estate Investor, muestra que los inversores se hacen ya con el 28 por ciento del mercado inmobiliario residencial de EEUU. El interés de los inversores en el sector inmobiliario residencial se cifró el año pasado en cerca de 120.000 millones de dólares, dentro de un mercado total que alcanzó los 750.000 millones de dólares en 2011. "Los resultados de este estudio ponen de manifiesto la imperiosa necesidad de los agentes inmobiliarios de prestar más atención a los inversores, en lugar de dar la espalda a casi un 30 por ciento de la industria inmobiliaria actual", afirmó Glenn Melton, presidente de Professionals Invest USA Network.

Los porqués de este regreso


Tres son las razones que podrían justificar este regreso del apetito de los grandes inversores hacia el sector más denostado de los últimos tiempos. La primera es que los precios de la vivienda dejan vislumbrar ya el principio del fin de una corrección. La segunda responde a las buenas perspectivas económicas que se manejan en torno a la economía estadounidense. De hecho, hace una semana la Reserva Federal de EEUU elevó su previsión de crecimiento para 2012 a una horquilla de entre el 2,4-2,9 por ciento. Y una recuperación económica en un contexto de bajos tipos de interés (los hipotecarios están en mínimos del 3,8 por ciento a 30 años) y reducidos precios suelen implicar una mayor compra de vivienda. Máxime si se tiene en cuenta que, tal como explica Juan Ramón Caridad, director en España de Swiss&Global, "EEUU necesita una media de 600.000 hogares al año ya que es una de las pocas economías con crecimiento demográfico y durante los últimos años apenas se han fabricado 120.000, lo que ha servido para drenar parte del stock de vivienda que había".

Y la tercera razón que puede justificar este reencuentro de los inversores con el mercado inmobiliario americano obedece a la capacidad que tiene éste de actuar como uno de los activos estrella para diversificar la cartera gracias a la capacidad que tienen los REITS (Real Estate Investment Trust) para generar dividendos. No en vano, están obligados a repartir por este concepto el 90 por ciento de sus beneficios y esto explica que las estimaciones de pagos al accionista no hagan otra cosa que crecer año tras año. Por ejemplo, sólo en EEUU y según los datos de Factset, las veinte mayores compañías inmobiliarias cotizadas aumentarán de media un 12 por ciento sus dividendos para este año y un 6,8 por ciento de cara a 2013. Y estos atractivos pagos ganan popularidad entre unos inversores que cada vez son más ahorradores y menos especuladores, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los baby boomers de los 60 empiezan a jubilarse. 

Todo ello daría cuenta de por qué los inversores han vuelto a incluir el sector inmobiliario en sus preferencias de inversión para este año. Y no sólo aquellos que tienen tantos ceros en sus cuentas como para comprar un edificio entero situado en la Quinta avenida neoyorquina; también los pequeños inversores. De hecho, la última encuesta de Bank of America Merrill Lynch muestra que por primera vez desde marzo de 2007, los gestores de fondos han vuelto a sobreponderar el sector inmobiliarios en sus carteras. 

Este renovado interés explicaría, por ejemplo, por qué hay compañías como Simon Property Group, General Growth Properties o Starwood Holetl and Resorts que consiguen acumular en 2012 unas ganancias superiores al 20 por ciento. Precisamente en la primera de ellas es donde tienen sus principales posiciones los tres fondos del sector inmobiliario de EEUU que se venden en nuestro país: Neuberger Berman US Real Estate, Lacuna US REIT y MS INVF US Property A. Todos ellos consiguen rentabilidades de dos dígitos en los últimos tres años aunque sólo el de Neuberguer puede presumir de haber dejado atrás la crisis de las subprime ya que es el único que está en positivo a cinco años. Además de en Simon Property, que ha anunciado recientemente que su beneficio trimestral ha triplicado el del mismo periodo del año pasado, este fondo también invierte en compañías como Boston Properties, otra de las compañías que también ha presentado resultados esta semana, y una de las pocas que aún ofrece potencial por precio para los próximos doce meses.

¿Acciones de Apple o una casa?


Pero en esto del ladrillo, no todo el monte es orégano. Vedran Vuk, analista de Casey Research, expone las diferencias entre invertir en vivienda y, por ejemplo, en acciones de Apple. "En una gran empresa, las oportunidades pueden ser verdaderamente ilimitadas", señala. Así, Apple puede generar flujos de efectivo a través de ordenadores, iPods, iPads, y sus futuros productos. "Si el mercado local está saturado, Apple tiene la opción de extenderse por todo el mundo, de ahí que el precio de sus acciones ha pasado de 17 dólares en 2005 a casi dólares hoy en día", explica. Sin embargo, ¿puede la inversión en una casa registrar un rendimiento similar? "A menos que haya una hiperinflación por delante o la casa está ubicada en ciudades como Nueva York o Londres, la respuesta es no", asegura Vuk. Desde su punto de vista, una vivienda es, en última instancia, un producto, "y los productos tienen un límite marcado en sus precios".

Precisamente, según señalaba la agencia Bloomberg, en un mercado clave como Manhattan, los inversores en vivienda que compiten para comprar edificios de apartamentos en la ciudad han provocado que los precios alcancen niveles récord al tiempo que los alquileres continúan al alza, algo que ha reducido los rendimientos de las propiedades inmobiliarias a su nivel más bajo de los últimos seis años. En este contexto, los inversores dependen exclusivamente de los aumentos de alquiler para beneficiarse de sus inversiones, que según los expertos seguirán al alza independientemente de las condiciones del mercado, ya que la oferta de edificios de apartamentos es muy limitada. 

Sin embargo, la situación en Manhattan no se extrapola a todo el mercado estadounidense. Por ello, aunque EEUU es a priori el más estable para quien busque invertir en ladrillo, algunos expertos recomiendan destinar una parte de la cartera a otros que se han quedado más rezagados. "En Reino Unido y Asia los gestores también están encontrando oportunidades atractivas", afirma Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis. Y, de hecho, los fondos que invierten en el sector en Asia duplican la rentabilidad de los que lo hacen sólo en Estados Unidos.

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