La Comisión Europea
ya ha dado su veredicto sobre la economía española y, como siempre, da
unas cuantas palmaditas en la espalda, pero también propina varios
directos a la mandíbula. Y el gancho preferido de Bruselas
es de sobra conocido: ningún plan de reformas que haga nuestro país
será suficiente mientras no se suba el IVA y se toquen las pensiones.
Tampoco nos dará ninguna prórroga para cumplir el déficit si no se hacen
más ajustes.
El organismo europeo atribuye el aumento de quejas de ciudadanos españoles a "la sensación de malestar y frustración" por la crisis |
No va a ser nada fácil convencer a Europa
de que estamos en el buen camino. Bruselas acaba de hacer público su
informe sobre las últimas medidas adoptadas por el Gobierno de Mariano
Rajoy, incluídas en el Plan de Estabilidad y el Programa Nacional de Reformas.
Lo primero es lo primero, la Comisión califica de "relevante" el
esfuerzo... aunque el primer y gran "pero" viene de inmedato: "En
algunas áreas carecen de la ambición suficiente para encauzar los
desafíos identificados", señala la recomendación oficial del Ejecutivo
comunitario.
En realidad, la Unión Europea detecta todavía numerosos fallos en la economía española y no cree que se pueda reconducir la situación sin acudir a dos decisiones muy dolorosas para nuestra economía: subir el IVA y volver a tocar las pensiones.
En este sentido, la Comisión Europea sólo permitirá que se sitúe el
déficit por debajo del 3% del PIB en 2014 en lugar de 2013 si el
Gobierno concreta "nuevos ajustes presupuestarios" para 2013 y 2014 que garanticen el cumplimiento del nuevo objetivo.
Así lo acaba de confirmar el comisario de Economía, Oli Rehn, en rueda de prensa, quien ha explicado que España tendrá que presentar un plan presupuestario a dos años vista en las próximas semanas.
Cuando Europa compruebe que se adoptan las medidas exigidas, se
permitirá la ampliación del periodo para cumplir en materia de números
rojos.
Empezando por la primera de las preocupaciones, el ajuste fiscal,
Bruselas admite que se aprobó la Ley de Estabilidad Presupuestaria
(aunque se apuran en decir que fue tras su recomendación explícita). El
problema es que España se comprometió a cerrar el 2011 con un déficit
del 6%.
Y lo terminó en un 8,9% (el informe aún habla del
8,5% que se reportó antes de los desvíos de última hora de varias
regiones). Sea como sea, la UE considera que los consejos que lanzó hace
un año "sólo han sido implantados parcialmente.
En este punto es donde entran, sobre todo, las reformas fiscales y el tan traído y llevado incremento
de los tipos del IVA. Bruselas no se anda con medias tintas y tira de
dureza dialéctica: el informe señala que "la reciente reforma fiscal
introducida por el Gobierno va en la dirección contraria de la
recomendación específica que se le dio a España en este asunto".
En suma, "el sistema fiscal español aún reside desproporcionadamente en los impuestos directos, mientras que los tributos al consumo y al medio ambiente son relativamente bajos comparados con la media europea".
¿Y las pensiones? ¿No ha sido suficiente con lo que ya se aprobó con Zapatero
de alargar la vida laboral? La respuesta comunitaria tampoco deja mucho
espacio a la piedad y apunta que "el empeoramiento de las previsiones
económicas para España está limitando el impacto de las reformas".
Lo que significa que habrá que tomar nuevas medidas, sobre todo para
evitar que el principal problema del sistema siga siendo el abandono
temprano de la vida laboral.
El tercer gran foco de dificultades (o primero, que en cualquiera de esos casos se intercambian las posiciones) es el sistema bancario. Una vez más, Bruselas recuerda lo que se ha hecho y se sigue haciendo (el informe no menciona Bankia ni las últimas tempestades del sector).
Sin embargo, aún perviven problemas graves, continúa la UE, "y el
acceso de las entidades a la financiación continúa siendo uno de los
principales problemas de la empresa española".
Fiscalidad, pensiones y bancos. El cuarto gran objeto de análisis de Bruselas se dirige al mercado laboral. En líneas generales, la reforma del PP es positiva, a ojos de los funcionarios comunitarios.
Aun así (siempre hay un "pero" en los pasillos europeos), "no es lo
suficientemente ambiciosa como para atajar el uso automático de las
cláusulas de revisión salarial, no reduce la segmentación del mercado
laboral y no proporciona oportunidades de empleo a los jóvenes".
Tampoco convencen demasiado a la UE las prestaciones actuales por
desempleo ni el sistema de ayuda al parado que se aplica en nuestro
país.
Por último, y en lo que respecta a la competitividad, las recomendaciones echan en falta más
liberalización y recuerda el camino de las privatizaciones. Tampoco ve
que se haya hecho demasiado en cuanto a coordinación entre
administraciones.Fuente: lainformacion.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario