Venezuela, Perú, Ecuador o Bolivia, los países más hostiles a nuestros intereses
Iberoamérica ha sido, desde hace años, uno de
los destinos privilegiados de las empresas y las inversiones españolas.
Ahora, con la sombra de la expropiación de YPF por parte del Gobierno
argentino acechando, muchas compañías temen que otros países sigan el
ejemplo de Cristina Fernández de Kirchner. La importancia de los activos
de la región se ha convertido en uno de los grandes puntales de las
grandes empresas y hay mucho en juego. ¿Qué países son más hospitalarios
con las entidades de nuestro país? ¿Cuáles las amenazan de forma más
directa?
Borja M. Herraiz
21-04-2012 Desde finales de la década de los 80 y comienzos de los 90, España ha ido incrementando de manera exponencial sus inversiones e intereses en Iberoamérica hasta alcanzar una cifra total aproximada de más de 150.000 millones de euros, aunque en los últimos dos años el flujo de capital se ha ralentizado debido a la crisis. De hecho, el subcontinente es, tras Europa, el segundo destino del flujo de capital comercial exterior español.
La vinculación histórica y los estrechos lazos políticos y culturales han favorecido en gran medida esta tendencia que ha tenido en Brasil, Argentina, Colombia y Chile los principales baluartes del capital español. Tal es así que, según el Eurobarómetro, siete de cada diez iberoamericanos tienen una buena o una muy buena percepción de la presencia española en sus países y el 60 por ciento cree muy importante mantener unas buenas relaciones comerciales con España.
Prácticamente todas las grandes empresas de nuestro país tienen presencia en la región, que ven en el mercado interno, los acuerdos comerciales con Estados Unidos y las materias primas como los grandes atractivos comerciales del subcontinente. La gran mayoría tiene un importante volumen de intereses que podrían verse afectados si gobiernos como el de Venezuela, el de Perú o el de Bolivia, que no se cuentan entre los más amigos del nuestro, deciden seguir el ejemplo argentino y nacionalizar compañías españolas. No obstante, un informe elaborado por el Instituto de Empresa identifica a estos tres países, junto con Ecuador, como los más hostiles hacia nuestras compañías.
Este temor, así como la creciente importancia de los mercados asiáticos y africanos, ha provocado que muchas multinacionales españolas, como bancos, constructoras o tecnológicas, hayan desviado su atención ante el temor de que, de un momento a otro, pueda ver cómo sus intereses en la región se ven expropiados. Todo esto a pesar de que esta misma semana el Fondo Monetario Internacional preveía un crecimiento para Iberoamérica del 3,7 por ciento en 2012.
Argentina
Con el caso YPF todavía candente, y con el de Aerolíneas Argentinas de 2008 fresco en la memoria, muchas empresas españolas ven amenazados sus intereses. Aunque Argentina se sitúa en el puesto número 39 en la lista de países con mayor inversión española, con un flujo total de 11.580 millones de euros en 2011, lo cierto es que casi todos los pesos pesados del Ibex-35 cuentan con una presencia notable en el país.
Repsol, uno de los buques españoles insignia en el país iberoamericano, cuenta, a través de YPF o de otras filiales, con 26 bloques de exploración tanto en tierra como en mar, 91 en desarrollo y más de 1.600 estaciones de servicio. Así, los intereses de la compañía de Antonio Brufau en Argentina ascienden hasta los 11.000 millones de euros, aproximadamente.
Por su parte, Telefónica, que entró en el mercado argentino en 1991, obtiene el 5 por ciento de sus beneficios del mercado local, unos 3.174 millones de euros en 2011. No obstante, la empresa presidida por César Alierta cuenta con 16,7 millones de líneas móviles (el 30 por ciento del mercado), 4,6 millones de fijas, 25.000 empleados, una cuota de mercado del 30 por ciento y ya ha anunciado una inversión de hasta 2.000 millones de euros para el periodo 2012-2015.
Un porcentaje de beneficios similar es con el que cuentan el BBVA y el Santander, las dos grandes entidades financieras españolas en el país, que operan a través del Banco Francés y de Santander Río, respectivamente. Además, en Argentina hay más de 200 empresas españolas censadas en sectores diversos como las finanzas (Mapfre), las infraestructuras (ACS, Acciona, OHL, Abertis o Indra), el turismo (NH Hoteles, Meliá...) o la energía (Endesa, Gas Natural, etc.) que suponen una Inversión Directa (ID) de 17.500 millones de euros.
Brasil
El país carioca, con sus más de 200 millones de habitantes y su gran cantidad de materias primas, se ha convertido en los últimos años en el destino favorito de las empresas españolas y sus capitales. Además, la asignación de los Juegos Olímpicos de 2016 y el Mundial de Fútbol de 2014 han fomentado la inversión española en el país, que ascendió hasta los 3.000 millones de euros el año pasado.
Ya con Lula da Silva y ahora con Dilma Rousseff, la Cámara de Comercio española de Sao Paulo, la ciudad iberoamericana mejor valorada por los empresarios españoles para establecer negocios en la región junto con Santiago de Chile, es de las más activas del subcontinente. Aunque nuestro país es el tercer inversor en Brasil por detrás de Estados Unidos y de Países Bajos, su crecimiento anual medio del 3,5 por ciento ha animado a que el número de compañías españolas en Brasil haya aumentado hasta las más de 200, unas entidades que disfrutan de la seguridad jurídica del país, de su enorme mercado interno y de sus abundantes materias primas.
La mitad del flujo comercial español en el gigante iberoamericano corresponde a las actividades de Telefónica y el Banco Santander. La empresa de César Alierta facturó el año pasado 14.326 millones de euros gracias, entre otros motivos, a las 83 millones de líneas que gestiona entre fijas y móviles. Por su parte, la entidad de Emilio Botín creció más de un 5 por ciento y obtuvo unos beneficios de 2.610 millones de euros.
Repsol está afianzada en el país gracias a su alianza con la petrolera china Sinopec, un binomio que ha producido la mayor empresa energética de toda Iberoamérica. Además, cuenta con la explotación de 14 bloques mineros que abarcan casi 1.800 kilómetros cuadrados. Otras grandes compañías españolas en Brasil son Inditex, Iberdrola, laCaixa, OHL, Hispasat o Endesa.
Chile
Con una de las rentas per capita más altas de la región (12.900 euros al año) y una estabilidad social, política y económica envidiada por sus vecinos, Chile, la "Suiza de América", como muchos se atreven a denominarlo, ha ido ganando enteros desde mediados de los años ochenta como destino privilegiado de las empresas y los activos españoles, sólo superados en la actualidad por los estadounidenses.
En los últimos años, la inversión española en el país andino ha escalado hasta los 150.000 millones de euros y los analistas ven en Chile un polo financiero estratégico de cara a los intereses en el Pacífico sur. Las más de 1.200 empresas españolas censadas en Chile, muchas de ellas de tamaño pequeño o medio, han logrado diversificarse y hoy en día están presentes en casi todos los sectores de la economía local.
La gran mayoría de las empresas del Ibex mantienen una representación mayor o menor en Chile. Telefónica, con 10 millones de líneas, obtuvo unos beneficios en 2011 de 2.310 millones de euros, un 4,8 por ciento más respecto a 2010. Por su parte, los importantes yacimientos mineros con los que cuenta el país andino están gestionados en parte por empresas españolas, que también se han beneficiado de las reservas de gas halladas en el subsuelo chileno.
Además, la banca, sobretodo de la mano de BBVA, las eléctricas y la gestión de aguas son los sectores en los que la presencia española es protagonista, y en muchos casos líder, de la economía chilena.
Venezuela
Desde hace años, Hugo Chávez ha mostrado una activa y manifiesta hostilidad hacia los intereses españoles en Venezuela, que es visto por los inversores de nuestro país como el destino menos favorable para el capital patrio.
La presencia de nuestro país en Venezuela prácticamente la monopolizan dos compañías: Telefónica y Repsol. la empresa de telecomunicaciones cuenta con 9,4 millones de usuarios móviles, una importante participación en Telcel Celular y Rodeen y el año pasado sus ingresos se situaron en los 2.688 millones de euros, un 11,2 por ciento más respecto a 2010.
Por su parte, Repsol cuenta con nueve bloques de exploración y desarrollo que ocupan más de 1.000 kilómetros cuadrados. No obstante, Venezuela es el país iberoamericano con mayores reservas de crudo y una producción diaria estimada de 3,5 millones de barriles. Ante el temor de que el Gobierno de Chavez siguiera el mismo camino que el de Kirchner, esta misma semana el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, señalaba que la compañía de Antonio Brufau "no debería tener problemas" en su país ya que "cumple con los compromisos adquiridos", aunque respaldó la medida adoptada por Argentina.
La empresa petrolera también cuenta con el 11 por ciento de Petrocarabobo, una empresa semiestatal que explota el yacimiento de la Faja del Orinoco (400.000 barriles diarios), y un acuerdo con el Gobierno venezolano y la empresa italiana ENI para el desarrollo del pozo de gas 'Perla 1', de 17 billones de metros cúbicos.
Colombia
Otro de los países que cuenta con mayores inversiones españolas dentro de su territorio es Colombia, país que ha visitado esta misma semana Mariano Rajoy para afianzar las relaciones bilaterales y asegurarse un aliado fuerte en el norte del subcontinente.
A comienzos de la década de los 90, la presencia española en el país empezó a crecer de la mano del desembarco de Aguas de Barcelona, del Canal de Isabel II o de Endesa, gestoras del suministro de varias ciudades colombianas, como Cartagena de Indias, a las que siguieron compañías como BBVA, Banco Santander, Telefónica, Prisa o Grupo Planeta.
Los ingresos de Telefónica el año pasado fueron de 1.561 millones de euros, lo que la han situado, junto con sus 12,8 millones de líneas, como una de las empresas punteras del país. Repsol cuenta con ocho bloques de exploración en una extensión de 1.600 kilómetros cuadrados. Además, la petrolera se encuentra dentro del mercado gasista colombiano de la mano de Gas Natural Fenosa.
En el sector financiero destaca la presencia del BBVA. El banco presidido por Francisco González logró unos beneficios en 2011 de 1.800 millones de euros, un 16 por ciento más que el año anterior.
En los últimos años, y a la sombra del crecimiento económico local, muchos inversores españoles han decidido crear pequeñas y medianas empresas, que se han convertido en la gran mayoría de las más de 300 entidades censadas en el país.
Bolivia
Otro de los países que demuestra una mayor hostilidad hacia los intereses españoles dentro de sus fronteras es Bolivia. La llegada de Evo Morales al poder en 2006 supuso un cambio en la política exterior boliviana, que tendió a proteger cada vez más sus activos, en especial los yacimientos de crudo y gas del este del país.
En el país andino, Repsol cuenta con cuatro bloques de exploración de una extensión 6.749 kilómetros cuadrados, la segunda mayor de toda Iberoamérica para la petrolera, y 25 de desarrollo con una extensión de 1.561 kilómetros cuadrados.
Morales aseguraba esta semana que el caso de YPF no afectaría a la relación de Bolivia con Repsol, presente en el país andino a través de su filial, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Perú
Un claro ejemplo de inseguridad empresarial e importante presencia de capital es Perú. Por un lado, el país andino es una de las economías menos propicias para hacer negocio en el subcontinente y el Gobierno de Ollanta Humala se ha mostrado en varias ocasiones reticente a la masiva presencia de compañías de nuestro país en suelo peruano, a pesar de que España invirtió en él 3.330 millones de euros sólo en 2010.
Pero, por otro lado, casi todas las grandes multinacionales españolas tienen presencia allí: BBVA Continental es la filial local de la entidad de Francisco González, que también cuenta con AFP Horizonte, adquirida en 2001; Repsol tiene 23.000 kilómetros cuadrados de bloques de exploración y desarrollo, así como una importante presencia gasista gracias a la planta de licuefacción de Gas Natural Fenosa, y ha anunciado una inversión local de 2.200 millones de euros para el periodo 2012-2017; y Telefónica, presente desde 1993 tras la compra de la Compañía Peruana de Teléfonos, obtuvo unos beneficios en 2011 de más de 2.000 millones de euros gracias a sus 16 millones de clientes.
Otras empresas españolas de relevancia presentes en Perú son OHL, Acciona, Abengoa, ACS, Mapfre, Cepsa y Prosegur. Además, el número de entidades censadas en el país andino por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) roza las 140.
Ecuador
Aunque en menor medida que Venezuela, Perú y Bolivia, Ecuador también ha sido identificado por los empresarios y analistas como uno de los países menos hospitalarios con las empresas españolas y su inversión.
La importante colonia de ecuatorianos residentes en nuestro país ha estrechado los lazos socioculturales entre España y Ecuador, lo que ha desembocado en un acercamiento en las relaciones diplomáticas. No obstante, Rafael Correa fue de los primeros presidentes extranjeros en visitar nuestro país desde la elección de Mariano Rajoy como jefe del Gobierno.
A pesar de ello, la presencia empresarial española en Ecuador se limita a medio centenar de entidades. Repsol cuenta con dos bloques de exploración, además de copar 37,6 por ciento del mercado de gas líquido ecuatoriano gracias a su filial Duragas. Telefónica tiene 4,4 millones de líneas móviles y un registro de beneficios el año pasado de 408 millones de euros. Además, el Banco Santander desembarcó en el país en 2006.
Uruguay y Paraguay
Por último, los dos países con menor número de empresas e intereses españoles de relevancia en Iberoamérica son Uruguay y Paraguay. Los contratos de asociación o colaboración son los más habituales entre las entidades de ambos lados del Atlántico.
Son reseñables los casi dos millones de usuarios móviles que tiene Telefónica gracias a la adquisición de BellSouth y las delegaciones del BBVA, del Santander, de Indra, de Mapfre y de Prosegur en Uruguay, un país con un régimen fiscal muy laxo y que ha sido señalado varias veces por el FMI y el Banco Mundial como tapadera de muchas empresas fraudulentas, españolas incluidas.
Para contactar: borja.mota@elimparcial.es
Fuente: EL IMPARCIAL
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